Habían pasado tres semanas desde aquel suceso. Vincent Smith había despertado esta mañana y aún no nos dejaban verlo, pero mi madre se había encargado de irnos informando de todo el proceso.
Estábamos todos en El Pasajero incluyendo a Jenney y Jackie. Eliezer detuvo sus ojos en su madre que había adelgazado unas 10 libras. -Mamá, tienes que comer por favor! No me preocupes más.
-Eliezer, tu padre no volverá a caminar nunca más! ¿Entiendes eso? Y para el colmo sus hijos exigen que lo llevemos a Londres. No quiero ir a Londres, quiero quedarme aquí cerca de ustedes.
Jackie la abrazó. -Nosotros no permitiremos eso. Vanessa y Junior nunca han cuidado al abuelo.
Abracé a mi hombre y me besó tierno. -La única que puede decidir donde quiere estar eres tú mamá. Yo haré que se cumpla lo que tú digas.
Eliezer me encaminó a la habitación y esta vez fue el quien me desnudó y me entró a la ducha. Esparció la esponja por mi cuerpo y me dio placer solo usando sus manos.
Me acostó acalorada en la cama y aunque estaba pasando por un momento tan difícil, buscó una crema de masajes y me ayudó a sentirme mejor. -Estás pálida del cansancio, no se cómo podría pagarte todo lo que estás haciendo por mi familia y por mi. Eres la mejor compañera de vida que he podido elegir. Te quiero tanto mi gatita.
Susurró besando mis nudillos.
Lo acerqué a mi y lo apreté fuerte. -Estaré contigo hasta el final de mis días si me lo permites porque te amo demasiado. Siempre puedes contar conmigo Eli.
Sonrió aliviado. -No te canses de mi, te prometo que las cosas van a cambiar. Mira, Camille desapareció, ya casi no molesta a mi hija.
No quise discutir aquello pero tanta tranquilidad no me gustaba. Ella no se quedaría de brazos cruzados después de perder su empleo.
Fuimos todos como familia a visitar a Vincent que ya estaba despierto. Al ver a Eliezer buscó con la mirada a sus dos hijos mayores y al ver que no estaban sus ojos se humedecieron. Los ricos podían ser tan viles.
Colocamos flores y globos y nos sonrió. Su hijo menor y sus nietas lo abrazaron y lloraron juntos. Nos abrió los brazos a Mateo y a mí y también nos abrazó.
Ely besó la frente de su esposo y este le limpió las lágrimas. -Es bueno que estén todos aquí. Vanessa y Junior cambiaron el vuelo cuando supieron que quedaría inválido pero vivo. ¿No es así?
Eliezer le sonrió para animarlo. -Ya sabes como son, ahora lo importante es que estás bien. Mira la cara de tu esposa, no ha faltado ni un día, con la presencia de ella es suficiente.
Su padre asintió y la abrazó con cuidado. -Gracias Ely por nunca abandonarme a pesar de todo.
Ella lloró en sus brazos. -No quiero ir a Londres, quiero que nos mudemos tú y yo en la villa de la montaña. Merezco eso Vi.
Sin pelear ni refutar asintió. -No puedo mover mis piernas Ely, no quiero ser una carga para ti ni para nadie. Iremos allá pero quiero enfermeros las 24 horas con nosotros.
Ella asintió. -Así será. Te amo Vi, nunca serás una carga para mi.
Eliezer bajó su cabeza y vi sus lágrimas caer. Apreté su mano y con disimulo las limpió. -Te amo mi amor.
Me abrazó y besó mi cabello.
—————
Jackie había regresado a Londres y mis suegros se habían mudado a la villa que deseaban. Jenney tomó unas vacaciones para irse con ellos y Eliezer y yo, estábamos a cargo del imperio. Había aprendido tantas cosas de él pero lo más interesante era trabajar al lado del amor de mi vida.
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COMO EL VINO
RomanceAmelia Freid estudió muy duro para obtener el empleo de sus sueños. ¡Lo había logrado! Aún así, se sentía sola. Hasta que llegó el, aquel hombre de pelo canoso y de mirada seductora. El sería el culpable de su Gracia o de su Desgracia. Si tan solo e...