Alejé mi mano de inmediato y ella corrió a abrazar a su hermana. Jenney lloró como si su vida dependiera de ello. -Hermanita pensé que te había perdido. Te prometo que a partir de hoy seré la mejor hermana que alguien pueda desear. Te amo con todo mi corazón. Perdóname.
La conciencia... niñita, te está matando.
Jackie le acarició el cabello. -Ya no llores, estoy aquí para ti y para cuidarte siempre.
Como sobraba en aquella reunión familiar me regresé al trabajo y continué trabajando en todo lo que podía hacer y autoricé una orden con el sello de Mateo Britz y para mi mala suerte el cliente pidió hablar con el antes mencionado.
Jackie iba a estar hospitalizada por un largo tiempo, Eliezer estaba con ella y Mateo se había mudado al hospital. ¿Quién me iba a defender de Vincent "mi suegro" que venía casi corriendo a mi oficina?
Cuando entró me puse de pie y lo saludé. -Buen día señor.
Le dio un golpe a mi escritorio. -¿Quién diablos te autorizó para aprobar una orden de US$500,000.00 dólares?
-Señor se que está incómodo y le doy su razón pero si no lo hacía hoy perderíamos al cliente y por ende la producción.
-¿Y tú quién te crees para tomar decisiones por la empresa? Eres una simple empleada.
Recordé los consejos de Eliezer y respiré profundo y luego lo miré a los ojos. -Bien, entiendo su enojo pero no trabajo para usted. Usted tenía varios
días sin pisar esta empresa y todo se ha movido gracias a mi y a los gerentes de primera línea. La junta directiva de la empresa está en el hospital y todo esto ha recaído sobre mi, ellos han depositado su confianza en mi y no les voy a fallar. Entro a trabajar dos horas antes y salgo a las 12 de la noche. No defraudaré a mis superiores.-Acabas de faltarme al respeto, vamos a recursos humanos. Musitó casi matándome con la mirada.
Y como si el día no pudiera ponerse peor, me encontraba en Recursos Humanos con una Michel amonestándome por escrito con la mirada perdida.
Cuando el señor se marchó ella me miró enojada. -No llores Amelia, ya le envié un reporte al presidente. ¡CUANTO DESEO QUE ESTE DICTADOR SE LARGE!
Cuando regresé a mi oficina los gerentes me esperaban y cada uno me dio un abrazo. -Gracias por sacar la cara por esta empresa señorita Freid.
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Eliezer estaba sentado en su "Sofà" y aunque todavía no habían concluido con el pleito legal que tenían me miraba divertido mientras le contaba lo sucedido en el trabajo. -Anda cuéntame más! Exigió.-Y luego todos los gerentes me esperaron en la oficina para agradecerme por cuidar de nuestro lugar de trabajo.
Me abrazó orgulloso. -La próxima vez te tienes que negar a firmar ese documento. Nadie puede obligarte a firmar nada y menos si no eres responsable. Me encantó que te le enfrentaras al odioso de Papá.
Lo miré encantada. -A veces siento que me estás enseñando a cómo sobrevivir sin ti.
Atrapó mi cara y la adornó con besos. -Deseo que mi mujer sea exitosa conmigo o sin mi.
Su mujer!
-Eso no me gustó. Lo miré enojada. -Quiero duremos para siempre.
Me levantó en sus brazos y me llevó a mi cama. -Desnúdate para tu novio.
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Nora llegó en la noche y encontró un arreglo de flores para cada una. -Le diré a mi yerno que me de este dinero en efectivo. Siento que las flores son una perdida de tiempo y dinero.
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COMO EL VINO
RomanceAmelia Freid estudió muy duro para obtener el empleo de sus sueños. ¡Lo había logrado! Aún así, se sentía sola. Hasta que llegó el, aquel hombre de pelo canoso y de mirada seductora. El sería el culpable de su Gracia o de su Desgracia. Si tan solo e...