COMO EL VINO

Oh Jackie!

Jackie vio cómo su padre entró a la oficina y lo único que se le ocurrió fue escribirle a su amiga Amelia. Sabía que su padre estaba enamorado y solo ella podría salvarlos.

Nunca había visto el rostro de su primer amor transformado. Su color cambió a rojo sangre y las venas agitadas le hacían competencia a su respiración. -Papá por favor déjame explicarte...

La miró con rabia y como si le diera asco y aquello la hirió más que nada.

-Mateo Britz, te consideré mi único hermano desde niños y me pagas de esta manera... eres un maldito desgraciado. Tú cargaste a Jackie en tus manos y ahora la tomas como tu mujer. Camille me lo había dicho y hoy fue Jenney...

Las manos de Jackie empezaron a temblar y su corazón se iba haciendo añicos. -Papá el no es el responsable...

Su padre la miró enojado y caminó como un león hasta tomar a Mateo por cuello. -Te voy a moler a golpes ahora mismo.

Eliezer vio los ojos de su amigo y no esperó ver aquellas lágrimas ni que el moreno se quedara totalmente inmóvil después de recibir varios puñetazos en la cara. -¿No dirás nada? Con razón no querías ni mirar a tu ex esposa! Te metiste con mi pequeña hija maldito! Desde cuándo la miras como a una mujer?

Jackie me sujetó con fuerza al ver a Mateo sangrando por la boca. -Papá, las cosas no son como crees por favor! Ya no más! Te ruego que te detengas!

El corazón de Eliezer dolía con el llanto de su hija y pensó que no resistiría más cuando la vio arrodillarse pero la rabia lo había cegado. -Quiero que me respondas! Dime desde cuándo!

Mateo se levantó con cuidado y mientras hablaba la sangre salía de su boca. -No te he traicionado, hace dos años empecé a ver a Jackie como mujer y hace muy poco tiempo que decidimos tener una relación, te juro que pensaba decírtelo día por por día pero con todo lo ocurrido últimamente tuvimos que callar. Yo nunca le haría daño a Jackie amigo.

Eliezer otra vez lo tomó por el cuello y no salía de su mente la imagen de Jackie siendo solo una bebé. -Pensaste que porque me metí con alguien joven como Amelia tú también podrías seducir a mi hija Mateo! Jackie es mi todo en esta vida y no permitiré que sigas jugando con ella!

Su hija lo miró destrozada y lo alejó de Mateo.

La puerta se abrió y para su sorpresa era Amelia. Abrazó a Jackie que lloraba desconsolada. -Eliezer ellos te lo iban a decir pero ahora no era el mejor momento.

Mateo quiso acercarse a su amigo y Eliezer dio un paso atrás. -Tú también lo sabías Amelia. Le susurró dolido.

La mujer que lo volvía loco lo confirmó con la cabeza. -Jackie tiene 27 años, es toda una mujer y puede elegir a quién desee. Tú conoces a tu mejor amigo y has dicho que ellos dos son tu confianza. ¿Qué mejor hombre puede existir para ella?

Ella tenía el efecto para tranquilizarlo pero la ignoró. -Todos ustedes se han burlado de mi en mi cara, que decepcionado estoy de ti Jackeline Smith. ¿Qué ejemplo le estás dando a tu hermana menor? Y tú... Señaló a Mateo. -Bienvenido al infierno.

Su hija quiso acercarse a él y notó sus ojos rojos. -Papá déjame explicarte por favor... no quiero que estés decepcionado de mi, prefiero morirme ahora mismo.

-¿Te acostaste con él? Dennys queda despedido hoy mismo.

Ella  bajó la cabeza y cuando iba golpear por novena vez a Mateo, Amelia se puso en el medio. -Ya basta Eliezer Smith, tú no eres así. Vamos a tu oficina por favor.

Los ojos asustados de su gatita lo dejaron sin fuerzas pero ella también era cómplice de esto. -Tú a mi no me ordenas nada.

El llanto de Jackie no cesaba y salió de la oficina como alma que se quiere perder.