El reto de Eliezer

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Llegamos a la primera junta para dar inicio al nuevo año y Mateo estaba a acompañado del padre de Eliezer. Si bien Eliezer no era el hombre más risueño del mundo pero tenía cierta dulzura y respeto hacia todos sus empleados, algo que Vincent Smith desconocía. No me miraba con agrado y repitió varias veces que Jackie pronto estaría de regreso.

Mi corazón estaba afligido y Mateo lo notó. Ahora no solo era Jenney en mi contra, si no también su abuelo y el padre del amor de mi vida, el plan de ambos era hacerme la vida imposible cuando yo solo intentaba dar el 100% por esta compañía.

Mateo entró a mi oficina y llamó por videoconferencia a nuestra Jackie y para mi sorpresa Eliezer estaba a su lado hablando por el celular.

-Hola chicos. Saludó Jackie con alegría. -Amy! Pensé que ya estarías volando.

Y de inmediato Eliezer se unió a la videoconferencia, hoy justamente se cumplía un mes, hoy era el día en el que me buscaría o me dejaría de buscar pero seguía en Londres y me sonrió sin ganas. -¿Cómo están? Nos saludó como a extraños.

-¿No me digas que tú también tienes el Smith metido hoy Eliezer? Estalló su mejor amigo a lo que quien respondió fue Jackie.

-Hoy todo el mundo está así, este señor... Señaló a su padre...-No ha hablado nada hoy y mira la cara de Amelia. ¿Mi abuelo te sigue molestando Amelia? ¿Papá, qué haremos al respecto? Temo que en mi ausencia mi abuelo le haga caso a todas las locuras de Jenney y despida a nuestra Amy.

Eliezer me miró perdido y sacó su lado profesional. -Amelia, trata de manejar todos los asuntos concernientes a producción vía correos con él y el resto trabájelo con Mateo directamente. La verdad su trabajo siempre ha hablado de usted y él pronto lo notará, solo mantén la frente en alto y ten confianza en tí misma.

Mostró una sonrisa leve y Mike entró a buscarlo. -Jefe, ya es hora.

Le sonreí a Mike y este me mostró una señal de respeto y vi cómo se marchaba el amor de mi vida.

Jackie me sonrió y creí que me había descubierto pero puso otro tema. -Amelia, ve disfruta tu fin de semana a Alaska y te prometo que pensaré en una solución. Se acercó sus lentes y se sonrojó. -Amy! Tienes una mina de diamantes auténticos en el cuello. Tendrás que decirme algún día algo de ese hombre misterioso porque un regalo así no lo da cualquiera.

Mateo puso su mano en mi hombro y miró el collar. -Por la cara que puso creo que también se enteró ahora mismo que son diamantes. Rieron. -No creo que el señor Vincent se quede mucho tiempo Jackie, tu abuela sigue en Londres.

Ella le lanzó un beso y el lo atrapó. -Mi padre está tratando de traerlo a Londres pero ya lo conoces.

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Llegué a mi casa y agradecí que mi madre estuviera de turno. Lloré en sus brazos como la niñita tonta que era y ella limpió mis lágrimas. -No llores por favor, me partes el alma. Decidí venir más temprano para hablar un poco antes de llevarte al aeropuerto...

-Mami no quiero ir. La interrumpí.

-Es el cumpleaños de tu mejor amiga y te rogó que asistieras. Chilló.

La miré sin vida. -¿Sabes que día es hoy? Mamá lo vi esta tarde por videoconferencia y me trató como a una empleada más, pero luego me entero por labios de su propia hija que este collar que me regaló es de diamantes auténticos, se lo voy a devolver.

Me abrazó. -Se muy bien que hoy se cumple la promesa que te hizo pero y si...

-Estoy pensando en renunciar e irme a trabajar con los Canadienses, otra vez me ofrecieron una posición. Eliezer se ha burlado de mi de todas las maneras posibles, su hija Jenney me odia y cuestiona cada cosa que hago en el trabajo solo por hacerme sentir inferior a ella y ahora llegó su padre, que es peor que Jenney y Hitler juntos. Mamá ya es suficiente. Lo amo tanto pero a la vez siento que lo odio, Eliezer me trató como lo que siempre quiso, una maldita muñeca.

COMO EL VINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora