Capítulo 27: ¿Qué pensarán las guaguas?

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Yoongi POV

Un mes había pasao ya desde que nació mi chanchito chico, un mes desde que mi pobre hijo ta metío en esa incubadora culiá perkin, pero puta, gracias a esa weaita, mi wachito sigue con vida. Agradecío con el de arriba y con los doctores.

Desde que mi bendi nació ha sido muy complicao too, verlo ahí adentro de la weá, a veces con oxigeno, con cosas en sus bracitos, alimentándose con sondas, me parte de perro el cora. Ninguno de los dos podía tomarlo ni naipe y pa que les wá mentirles, las manos me picaban por sentir a mi hijo en mis brazos, la pulenta, si bien le tomaba la manito, le hacía nanai en la cabecita y esas weás gays, no se comparaba con las ganas de quererlo apapachar entre mi cuerpo, soy un papá chocho, pero no podía darle todo el amorcito que tenía a mi rey.

Todos los días después del liceo yo me iba pa allá de una, a la clínica a ver a mi bendición, apenas sonaba el timbre del término del día escolar yo volaba weón pa verlo, tomaba una cromi que la hacía maomeno corta.

Siempre que llegaba el Jimi estaba allí, a veces conversando con las enfermeras, tomando un cafécito, comiendo, jugando con la manito del beibi, sacándole fotos, hablándole, cantándole, las hacía toas mi amorcito rico, más lindo que se ve como papá el cuico este. Se notaba el meo cambiazo que hizo que el niño naciera weón, es como que me hubiesen puesto a otro Jimin encima, uno versión evolucionada si, también sus terapias en el psicólogo me lo tenían ready, cada día era más... normal por así decirlo, el loco ya no era levantao de raja, era un culiao con plata que tenía a su hijo internao no má. Pero el cambio fue entero pa bien.

Se notaba caleta que el guagui se llevaba de lolo manolo con mi pololo, a veces parecía que se reía cuando este aweonao le contaba su día a día, o le cantaba, el Mateito le apretaba el deo, no saen cuantas veces el Jimin lloró loco, millones conchetumare. Pero nuestro hijo se notaba que lo apreciaba ahora más que cuando estaba en su guata.

Conmigo era mejor sipo, siempre triunfando en la life yo, de menor, cada vez que cachaba que yo llegué, se reía mucho y sin wearles extendía las manitas pa que lo pudiese tomarlo, weá que no podía hacer pero le hacía cariñitos en su manito y a veces en la guatita, me tiene too enamorao este pendejo conchetumare, más encima se parece a mi, por eso es tan tela mi enano.

Llegué ese día chumpeo había tenío pruea de matemáticas, pero onda igual estudiaba harto porque tenía que salir con wenas notas si quería estudiar algo pa sacar a mi familia adelante po, vivir en la pobla era terrible, entonces tenía que saber ponerme las pilas pa ser alguien en la vida.

Saludé a los funcionarios que me tenían cachao ya, nos decían "los papis chinitos" no me molestaba porque eran tiernos los weones, a veces nos daban hasta almuerzo, si la legal que estábamos toos los días metíos ahí conchesumare, el Jimin más aún si, el weón gárgola, no dormía el gil culiao, a veces yo llegaba y estaba echao raja en su silla toa incómoda mi amorcito, corte que lo llevaba en brazos a dormir en algún sillón que me decían las enfermeras, cuantas veces no me lo quise culiar ahí mismo, pero no, ese weón literal se la vivía por nuestro hijo.

Yapo, corrí hasta cuidados intensivos, abrí despacito, porque algunas guaguas están durmiendo a esta hora y quedé pal hoyo cuando caché al Jimin... con el niño en brazos, lo mecía pa allá y pa acá con ritmo, mientras tarareaba alguna canción que no reconocí.

- Amor... - hablé bajito, al parecer el niño taba dormido. Él volteó apenas me escuchó con senda sonrisa y ojos llorosos.

- ¡Yoongi! - se acercó a darme un besito en la boquita. - hoy dijeron que podíamos tomar al niño en brazos, ya que sus pulmones estaban mejorando así heavy, cosa que no es taaaan necesario que esté así encerrado en la incubadora o con oxígeno, al menos no todo el día. - habló emocionao mi pololo.

Ni tan cuico, ni tan flaite (Yoonmin chileno) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora