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2 semanas después...

Tranquilidad, serenidad... a pesar de todo, se sentía libre.
Esto no significaba que siempre estuviera segura pero de alguna manera se las había arreglado para llegar tan lejos.


Después de escapar, cabalgó un día y una noche sin descanso, ella necesitaba llegar a Escocia. Tal como lo había planeado cambió uno de sus costosos vestidos, por 5 atuendos. Un par de campesinos y el resto de criadas. Así lograría confundir a Falgnir, nunca la encontraran.

Anoche había llegado a esta taberna que era también una posada, pagó la habitación y pido un baño urgentemente, realmente necesitaba un baño y descansar en una cama. Dormir a la intemperie es realmente duro, cazar sus propios alimentos y cocinarlos ella misma había resultado más difícil de lo que pensó.

Un resquicio de culpa, llegó de repente a su corazón; Falgnir parecía una persona difícil de tratar, y siempre parecía enojado, pero... ahora caía en cuenta que era bastante complaciente con ella.

Si ella quería caminar, todos caminaban; si ella quería dormir, todos se detenían; nunca le negaban nada,... realmente se esforzaban porque estuviera cómoda. Esas mantas y esas pieles no eran tan malas, y a la hora de comer, siempre se le destinaban las mejores presas. Ahora sin mantas, ellos deben estar pasándolo realmente mal....

-bah! Es muy tarde para arrepentirse, de todos modos no tengo intención de rendirme ante Enrique, me conducían hacía mi propia muerte. Hubiera sido ridículo quedarse a forjar amistades que jamás prosperarían-

El día de hoy debe vestirse de criada.

Se ajustó el chaleco y escondió su largo cabello en una crespina, asegurado con un pañuelo y una capa rural que llegaba hasta sus caderas y el sombrero para protegerse del sol; ya está, lista para continuar con su camino. Bajo sigilosa y con actitud casual, pidió algo de comer. Una vez que terminó, fue a buscar a Bertha.


-¿has oído? Lord Windstor ha sido burlado-

-¿qué dices? ¿El guerrero más competente del rey fue engañado? –

-¡así es! Dicen que su fuerza solo es equiparable a su crueldad, oí que disfruta colgar a sus enemigos en una picota y practicar el poder de sus tajos con ellos, a veces se baña en la sangre de sus enemigos para adueñarse de su fuerza-

-yo escuché que es un hombre enorme, con el rostro tan desfigurado que no tenía forma y su mirada se asemeja a la de una bestia feroz; quien se enfrentara a él sería estrangulado por sus propios intestinos porque al lord le gusta destripar gente. Luego se comía las vísceras y el resto lo repartía a su ejército-

Blanch escuchaba mientras los veía de reojo, le hacía gracia todo lo que se decía de él, en realidad Falgnir es un hombre tranquilo con ganas de establecerse pronto, que a pesar de su bravuconería puede ser paciente y hasta dulce. Su comida favorita es el estofado de conejo.

Respecto a su rostro no puede decir gran cosa, su gran cicatriz era notable, sin mencionar la que ella misma le obsequió; su barba de días no le dejaba identificar sus facciones, su perfil era muy marcado. Sus ojos no le asustaban para nada. A pesar que constantemente fruncía el ceño, él tenía una mirada amable. Cuando le ofreció su amistad, le parecía que sus ojos brillaban... tenía unos ojos lindos...

- ¡qué horror!, y ¿dices que lo han burlado? ¿Quién ha podido engañarlo?-

-no estoy muy seguro, escuché que ha viajado de pueblo en pueblo preguntando por un hombre joven y bajo-

-¡un muchacho!, Dios, pobre chico, si lo encuentra... no dejaran ni sus huesos, lo hará polvo-

-espera, aún no te cuento la parte más extraña, comenzó buscando un chico joven. En otros pueblos, comenzó a inspeccionar a todos los chicos de facciones delicadas; y luego me contaron que está buscando una chica de más o menos 165 cms-

LAS MEMORIAS DE WINDSTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora