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Lord Robert dijo 50 pasos, pero quizás sacó ese cálculo basado en los pasos de él, porque a ella le pareció que corrió unos 25 más. Apareció agitada en la tienda, –habéis llegado por fin–, le dijo Robert con ahínco, – mirad mi lady, estaba escribiendo la carta al rey, firmad y acabemos con esto para poder marcharnos–

– Lord Robert, no firmaré nada, antes quiero ver el mensaje de mi padre–

–mi lady, eso puede esperar, en el camino os contaré todos los pormenores–

– ¿en el camino hacia dónde? –

– en el camino hacía Tywehill, ¿a dónde más? –

– ¡Es cierto! Vos habéis dicho que ese era vuestro destino y luego marcharíais a Pembroke –

Robert hizo un gesto de impaciencia, pues ya se imaginaba a donde quería llegar la lady con sus palabras, – lady Blanch escuchadme atentamente, si aceptáis ir conmigo, tenéis todas las ventajas. Vuestro padre es un hombre impaciente por naturaleza, y si vos habláis en favor de él contaréis con mi apoyo, estaré presto a ceder a cualquier cosa; consentid vuestra firma, es lo único que os pido–

– así que mi destino sigue siendo Pembroke, me habéis engañado, no tenéis ningún mensaje. Debo deciros que parte de mi lo sabía. Ayudaré a Lord Windstor a completar su misión –

– ¿Regresar con Falgnir? Vamos mi lady no habláis con sensatez, ¿Queréis el mensaje? De acuerdo... vuestro honorable padre me envió para deciros que id con el actual rey de Inglaterra y permitid que yo os cuide hasta que él aparezca, y ¡fin del comunicado! –

– ¿Eso es todo? Os dije que me preocupaba que relacionaran a lord Windstor con mi padre y lo acusaran injustamente. Si eso es todo lo que mi padre pide, entonces regresaré. No habrá diferencia si voy a con él o con vos. Dejadme ayudarlo, y una vez se vea libre de su obligación, todos estaremos tranquilos. Podré meditar mejor que hacer con esas escazas palabras. Mi padre se ha vuelto muy tacaño incluso en mensajes ¿no os parece? –

–Dejad que se vaya ese mangurrian, venid conmigo lady Blanch. Os prometo que a mi lado conoceréis el mundo y olvidareis todo aquello que os aqueja–, Robert la asió por la cintura y la atrajo hacia sí, –sois muy bella mi lady, convertiros en mi musa, permitidme intentar capturar vuestra infinita belleza en un lienzo para hacerla inmortal –

–Yo...yo nunca podría olvidar a mi familia Lord Robert, mi decisión está tomada –, dijo ella alejándose bruscamente de él. – Espero que tenga usted un buen viaje, nos volveremos a ver seguramente –, Blanche trató de salir de la tienda pero un par de soldados se lo impidieron. Confundida se giró a mirar a lord Robert que tenía en su rostro una sonrisa maliciosa.


– Si me hubierais elegido por amante en lugar de ese imbécil, las cosas habrían sido mucho más fáciles para vos... y hubierais sido muy dichosa. –

–Él no es mi amante–, gritó sonrojada y contrariada, –¡¡Entonces no es demasiado tarde!! Lady Blanche por favor ¿Queréis volver a ver a vuestro padre? Entonces librémonos lo antes posible de esta discusión, firmad ya mi señora, para luego no ocuparnos más que de complaceros –Dicho esto se abalanzó contra ella y trató de besarla. 

 Una fuerte bofetada resonó a través de la tienda, espantando una bandada de pájaros. Esos pajarracos volando de repente llamaron la atención de Falgnir que estaba sentado sobre una roca, vigilante de aquella lejana tienda desde que Blanche se marchó.


– ¿Sucede algo lord Windstor? – Preguntó el escudero curioso, cuidadoso de no permitir que la flama de una vela se apagase, 

LAS MEMORIAS DE WINDSTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora