Había pasado un día y medio desde que Blanche llegó a Pembroke, su habitación en lo alto, ubicada en una de las torres, ofrecía una vista majestuosa desde su balcón. Las trompetas no paraban de sonar, anunciando la llegada de varios lores que venían de lejanas tierras. Era una ocasión especial, Enrique no tardaría en llegar.
Falgnir que estuvo rondando el palacio sin razón aparente, no dejaba de pensar en lo que había sido su última misión, era la última por un buen tiempo. Reflexionaba sobre lo que haría en su futuro; Windstor aguardaba su llegada y también su hermana.
Y no muy lejos de allí se encontraban Milo y Artois, sus más fieles soldados y mejores amigos. En las más sangrientas batallas, innumerables además; ellos siempre estuvieron junto a Falgnir, apoyándolo y cuidando su espalda. Eran guerreros muy experimentados; fieles de corazón y dignos de confianza. Thomp, Gylnus y Odo estaban junto con ellos
–Es muy extraño ¿verdad? El lord no parece él mismo desde que nos vimos la última vez– mencionó Artois.
–Tenéis toda la razón; el día de ayer llegaron el resto de los muchachos, y él ya viéndose limpio y descansado..., normalmente deberíamos estar celebrando su victoria número ya perdí la cuenta. –, respondió Milo pensativo, –Sin embargo lo único que hizo fue deambular por el castillo, por dentro y por fuera. El chambelán le prohibió paso por muchos lugares, así que salía a rodear la torre del homenaje, como si estuviera custodiándola, aunque nadie le pidió tal cosa–
– En cambio a nosotros no se nos hace tan extraño, creemos que está buscando a lady Blanche–, dijo Thomp el escudero; interrumpiendo así, los pensamientos de sus superiores.
– ¿lady Blanche? –, exclamaron los dos caballeros
– ¿La hermosa dama que escoltaron desde Oxfield?, es una verdadera belleza– dijo Milo sonriente ante el recuerdo.
– Sí, nos sorprendimos mucho al conocerla, nos habían dicho que tenía una cara armoniosa pero su cuerpo era de niño, un completo efebo–, respondió Artois.
– ¿qué? ¿De dónde sacaron semejantes rumores? Lady Blanche es una mujer a todas luces–, decían los tres soldados sorprendidos, alternando palabras y puntos de vista acerca de la patraña.
– ¡Sí! ¡Sí!, nos dimos cuenta en cuanto arribaron; lady Blanche es una mujer en toda extensión de la palabra–, afirmo Artois con cierta vehemencia en sus palabras, – Aunque... según los rumores que escuchamos, ella intentó cegar a lord Windstor, incluso intentó matarlo de frio junto a sus torpes soldados. –
– ¿cómo? ¿Eso es lo que dicen los rumores? –preguntó Thomp azarado.
Milo negó, –No!, lo que yo oí es que lord Windstor fue tan confiado que lady Blanche le arrancó media cabeza con un pedazo de piedra, y había quedado tan idiota que confundió a una criada con la lady, incluso estuvo a punto de traerla aquí. Pero a pesar de que la dama que trajeron estaba vestida como una criada, estamos seguros de que ella es la lady real, ¿verdad? ¿ verdad? –, preguntó preocupado.
–Sí, es la lady real–, respondieron los demás.
Artois estaba confundido, – es verdad, por eso también pensábamos que se trataba de un efebo, según los rumores, logró escapar de ustedes, y debido a su fisonomía, no sabían si preguntar por un chico o una chica y al final fue atrapada por su fino caballo–
– Estoy seguro que el rey increpará a nuestro lord por esto; él no es muy conocido por su gracia y encanto, ni mucho menos por su gran corazón. Su fama de sanguinario empedernido era muy latente, pero lady Blanche logró burlarlo; una adversaria cuyo escudero era su propio valor y su ingenio su arma letal. Debido a esto ahora ella goza de gran popularidad por media Inglaterra, aunque ella no lo sabe aún–, mencionó Milo riendo.
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LAS MEMORIAS DE WINDSTOR
Historical FictionFalgnir es un guerrero forjado a fuego; la vida no le ha sido fácil pero todo lo que ha conseguido se lo ha ganado a pulso. Un guerrero conocido por su supuesta crueldad y tenacidad en el campo de batalla. Sus objetivos son claros y concisos hast...