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Observando su reflejo en el espejo a la luz de las velas, deslizando el peine por su largo cabello rojo, Joan Blanche se preguntaba si realmente representaba sólo poder adquisitivo para Falgnir. Él estaba allí posado en el lecho, mirándola; las circunstancias habían cambiado, pero habían costumbres que se adquirieron durante su misión, como sentarse a observarla peinarse sin pronunciar una sola palabra; era como si no estuviera allí, pero a la vez era muy consciente de su presencia.

«Falgnir, si tuviese seguridad de vuestros sentimientos sería tan feliz, ¿sentíos por mí si quiera la mitad de lo que yo siento por vos, o simplemente aseguráis otra victoria?, ¿Oxfield es todo lo que os interesa?».

Poniéndose de pie, una vez que terminó, se giró a mirar a su esposo, quien la llamaba con una sonrisa y abría sus brazos para ella. Ella tenía dudas, las palabras de sir Jon rondaban en su cabeza, martirizándola; pero la sonrisa de su esposo la desarmaba.

«No importa, siempre y cuando siempre me tratéis así, quiero creer en vuestro afecto... aunque sea un poco...Falgnir ». Pensó mientras se sumergía entre sus brazos y se besaban con una ternura infinita.

Si ella hubiese sabido que él la amaba con la misma intensidad, o incluso él la superaba, sabría que en ese momento tenía poder absoluto sobre Falgnir; por lo tanto era totalmente dueña de Oxfield y Windstor por igual.

En una celda húmeda y que olía a moho, sir Jon abría los ojos lentamente, estaba esposado a la pared, sus brazos estaba dormidos y hormigueaban a medida que intentaba moverse, el frio lo envolvía, la piel erizada y las heridas recibidas aún escocían.

«Malditos, Perkin y Eduardo, esto no se quedará así, mi lord me vengará» pensaba lleno de rabia, una bisagra oxidada comenzó a rechinar; muchos pasos se escuchaban golpeando la suela.

—Nos volvemos a ver soldado, así que vuestro nombre es Jon, el ex comandante del ejército que protegía a mi esposa—

—Falgnir de Windstor, él estafador que cree tener bajo control a mi lady. En cuanto ella se entere del trato que me habéis dado, no se quedará tranquila—

—Dudo que ella se inmute por un traidor. Blanche es ahora mi aliada—

Sir Jon soltó una sonora carcajada a mandíbula batiente, —que iluso— se esforzaba en decir en medio de las risas, —ella sólo espera a lord Gilbert, el verdadero lord de este lugar, sois sólo un usurpador—

— ¿de modo que servís a lord Gilbert todavía?, eso cambia las cosas para vos, mi esposa y yo lo estamos esperando, ¿ha venido? —

La expresión de sir Jon cambió de un momento para otro «¿Lady Blanche le habló a este hombre del plan?, estaban esperando a Lord Gilbert, por eso nos atraparon. Eso significa que mi lady confía en este maldito, no... no puede ser, sea como sea, no lo permitiré».

—Si lady Blanche no le ha dicho nada, significa que ella no confía en vos, no la traicionaré—

El gesto de Falgnir se endureció inmediatamente. Milo se dirigió al encadenado, y le propino una lluvia de puños en el estómago, dejándolo al borde del desmayo, y Klauss aventándole una baldado de agua fría, lo espabiló

—Si queréis sobrevivir, hablareis sir Jon. ¿Dónde estar Gilbert? Me urge hablar con él, no le mataré porque así lo he prometido. En cambio vuestra vida, es insignificante para todos, se puede prescindir de vos, os lo han demostrado ¿no? —

Una mirada de odio fue toda la respuesta que Falgnir obtuvo, sir Jon recordó como habían sido emboscados en la noche, «peleamos con fiereza, pero Milo es un combatiente muy difícil. Perkin derrotó a los tres restantes, sin embargo cada vez iban llegando más y más soldados que respondían al silbido de Milo.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2020 ⏰

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