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Joan era preparada para su boda, varias doncellas la vestían y la peinaban, no escatimaban en halagos que aunque eran verdaderos, realmente esperaban lograr con ellos que la dama sonriera o se alegrara aunque fuese un poco, pues desde que le habían anunciado con quien se casaría, parecía haberse sumido en una profunda tristeza. Aquel día soleado, se celebrarían dos bodas en Pembroke, la de ella,... y la de Falgnir.

El mensaje de su padre había sido claro, ella estaba dispuesta a afrontar lo que fuera, pero su corazón era el único que protestaba, « ¡basta! Estoy haciendo lo correcto, esto es lo mejor, ¿verdad padre? »

Una doncella entraba corriendo, – misión cumplida mi lady, entregué el cofre directamente a lord Windstor como me lo pidió, lady Boury estaba con él –

– Gracias Marilú–

Blanche había ordenado entregar el precioso cofre de madera con los regalos que Falgnir le hizo alguna vez. Eran un regalo de bodas para lady Windstor, y expresaba también una despedida.


Hace 12 horas...

El salón casi se vaciaba, los múltiples aposentos del castillo cumplía con su función. En su habitación, Joan se sumía en su amargura; la hermosa gargantilla que Falgnir le había regalado hace tan sólo dos días, brillaba entre sus dedos temblorosos, difuminado por las lágrimas «Está hecho, juré lealtad a Enrique, ¿Por qué lo hice? Me siento tan fuera de lugar, ni siquiera me gustan estas personas. No quiero unirme a ninguno de los lores que he conocido hoy, no quiero... Falgnir, ¿no tengo esperanzas con vos verdad?, ya no, a pesar de.... ¡Cierto!, el mensaje de papá»

"Joan:
No tengo palabras suficientes para expresar todos mis lamentos llevados por el viento, he estado tan preocupado por vos; no había manera de comunicarme hija mía. Pero el destino está de nuestra parte, siempre supe que lo mejor era que os dirigieses a Pembroke. Enrique bajará su guardia si os presentáis ante él.
Es seguro que él decidirá comprometeros con alguien de su corte. Sin embargo Joan, saberos que sois mi orgullo, y quisiera conocer al hombre que habéis de tomar, no puedo hacerlo durante la boda, así que os veré en Oxfield, sea para bendeciros o sea para salvaros, por lo cual es mi deseo que aplacéis en lo posible la efectividad de esa unión. Sé que es algo muy difícil, pero confío en vuestro ingenio para retrasadlo, por favor hija.

Mantened estas palabras en vuestra mente, así como yo siempre os llevo en la mía. Pero no dudéis en destruir este mensaje en cuanto le hayáis leído"

El sello personal de su padre firmaba la carta, era un sello poco conocido. Definitivamente era de él. « ¿Habéis visto Charles? Estaos equivocado todo el tiempo; mi padre no quiere utilizarme para traicionar al rey, sólo anhela mi felicidad. En caso que mañana me unan a algún idiota de su corte, mi padre me salvará» pensaba mientras apretaba aquel papel contra su pecho, para luego arrojarlo a la chimenea. Con un nuevo estado de ánimo, envió por sus doncellas.

...

Mientras tanto en otra estancia se encontraba Falgnir pensativo e inquieto, Enrique se fue pronto y no les informó de que manera se disputarían la mano de Joan. A como diera lugar debía ganar, lo sabía hace tiempo, ella le pertenecía, no la cedería a nadie así tuviese que raptarla; aunque rogaba al cielo no tener que llegar a ese extremo.

Unos golpeteos suaves en su puerta lo sacaron de sus pensamientos, se trataba de Lady Eleonor. Se veía tan pequeña, tan frágil envuelta en su gruesa bata.... Tal fue su sorpresa, que estuvo a punto de cerrar la puerta y simular que no había visto a nadie. «Maldita sea, ¿para qué abrí? Bajo qué espantosa discordia de estrellas habré nacido para ganarme la insistencia de esta mujer »

LAS MEMORIAS DE WINDSTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora