SECRETO // ✓

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ

Elsie

Un mes y medio después.

Me siento en la cama, mis manos tiemblan sobre mi regazo y siento un nudo en el estómago.

Creó que jamás en mi vida había estado tan nerviosa como hoy.

Casi dos meses que Christopher ya es dueño y jefe del bufet, toda nuestra vida y relación a cambiado dando un giro bastante fuerte.

Al otro día de haber llegado del viaje de Las Vegas estaba decidida a decirle toda la verdad. Había comprado una cajita con un rozón para darle el test de embarazo, prepare una linda cena que el pensó que era por su nuevo puesto y estábamos festejando los dos solos.

Terminamos en la cama y no le conté.

Con su nuevo puesto de trabajo debe recurrir a bastantes viajes dejándome sola en casa por muchos días, a veces semanas y no ayuda saber que su secretaria lo acompaña.

Tenemos varias discusiones por eso, estoy celosa muy celosa.

Algo oculta o algo quiere con Christopher pero él no se da cuenta y me jode.

Ya voy a cumplir cinco meses de embarazo y no sé como no se a dado cuenta, de igual modo mi estómago se mantiene plano, solo hay un pequeño bultito, es como si el bebé supiera que Christopher no sabe de su existencia y se esconde de él.

Cada que llega de un viaje quiere follar pero yo no quiero, me da vergüenza y al vez miedo que me note más ancha. Mis caderas han crecido al igual que mis pechos, los tengo sensibles y mis aureolas se han puesto de un color mas oscuro.

Le doy mil excusas.

Estoy cansada, Christopher.

Tengo sueño.

Porque no vemos una película mejor.

Eso y mil pretextos más.

Pero ya me cansé, necesito decirle ya no puedo aguantar más con esto.

— ¿El? ¡Amor ya llegue! 

Joder, llegó el momento.

— ¡Aquí arriba! — grito y escucho sus pasos en la escalera.

Mi corazón late con fuerza y mis manos tiemblan.

Alzó la vista cuando siento su presencia en el umbral de la puerta, se me seca la boca.

Se ve increíble.

Su cabello alborotado, que ganas de tirar de el. Trae solo una camisa blanca que se ajusta a sus pectorales y tiene tres botones desprendiendo dejando expuesto su pecho y una rica vista de sus tatuajes.

Ok, concéntrate Elsie.

— Me pone duro tu forma de mirarme, mi amor. — se pasa la mano por la proveniente erección que esta tomando vida.

Se me humedece la entrepierna escucharlo hablar así y no me tiempo de reaccionar cuando ya lo tengo encima de mi devorándome la boca.

— Chris... — jadeo.

Sus manos recorren todo mi cuerpo y el placer habla por mí, flexiono las piernas para darle una mejor posición pero todo se detiene cuando toma el borde de mi blusa.

No, no, no...

— ¡No, espera! — lo apartó.

Doy un salto y me levanto de la cama jadeante y acelerada.

— ¿Qué pasa? — pregunta con la respiración acelerada aún tumbado en la cama.

— Chris no puedo...