Elsie
Al siguiente día me despierto más temprano de lo usual porque mi barriga suena y mi boca babea por unos hot cakes con mucho sirup de vainilla.
La atención al cuarto tardará más que si voy yo misma por mi comida, así que no dudo en levantarme e ir por ellos.
Me colocó un pantalón corto y camiseta de tiras, a pesar de ser las siete de la mañana es muy caluroso en Las Vegas.
Bajo a la piscina del hotel, ordenó hot cakes con mucho sirup, jugo de fresas y leche.
Tardan casi diez minutos y cuando me colocan todo a mi disposición no tardó en devorar mi comida.
Esta deliciosa, no me demoró mucho en comerme todo y el chico de la barra me mira con una sonrisa.
— Lo siento. — me disculpó y me limpio con una servilleta. — Tenía mucha hambre.
— No sé preocupa señorita, que bueno que lo disfrutará.
Luego de comer y pasar esa vergüenza voy a una tumbona frente a las piscinas, hay dos o tres personas más allá y me viene a la mente Christopher.
¿Habrá despertado?
Anoche camino al hotel se comportó bastante extraño, a penas me dirigía la palabra y al dormirnos no me abrazo como siempre lo hace, estaba algo distante.
Y me preocupa, quizás su padre le dijo algo que lo preocupará o son los nervios por hoy en la tarde.
¿Quién sabe?
Recuerdo las palabras de Yenny al despedirnos, erizándome la piel.
— Adiós querida. — me dio un abrazo y susurró. — Dale un poco más de tiempo a Chris y veras que lo aceptará.
Sus palabras me confundieron mucho en ese momento, no entendía a lo que se refería exactamente pero fue inevitable no pensar en el embarazo.
— Adiós Yenny. — fue lo único que logré formular.
Sus palabras no podían dejar de rondar por mi cabeza.
Un poco más de tiempo a Chris.
¿Tiempo?
Ya no había tiempo, iba cumplir cuatro meses de embarazo. Tenía que decirle si o si cuando llegáramos.
Es todo o nada, pero ya no puedo más con este secreto.
La pequeña bombita crecía y crecía dentro de mí, el o ella no tenía la culpa y si su padre prefería un futuro sin nosotros dos no me quedara más que estar los dos sólitos.
Si solo me diera una puta explicación del porqué no quiere hijos, podría entenderlo pero el bebé la estaba hecho y no podíamos hacer nada, porque deshacerme de mi pequeñín jamás será una opción.
Yo anhelo un futuro juntos, una familia pero si él no quiere a mi pequeñín, no tendremos ningún futuro.
El tiempo en la alberca estaba pasando y yo sin tener idea de la hora seguía en la tumbona pero mi celular lo sentí vibrar y ahí fue cuando vi:
15 llamadas perdidas de Christopher.
¡Santa mierda!
Ese hombre tiene que estar subiendo por las murallas, de seguro esta pensando mil formas en la que me pueden hacerme daño, es tan dramático.
Contestó antes de que se termine la llamada.
— Hola. — murmuró a través del celular.
— ¿Dónde mierda te has metido? — grita al otro lado y tengo que alejar mi celular de la oreja.
Ok, no despertó de un buen humor.
— Estoy en el hotel...en la alberca.
— ¿Te estás bañando a esta hora? — vuelve a exaltarse.
¿Pero qué mierda le sucede?
— No, no me estoy bañando Christopher. ¡Y deja de gritarme que no soy una niña!
Lo escucho respirar pesadamente.
No responde así que corto la llamada.
¿Pero que mierda le pasa a este hombre?
¡Que humor, por Dios!
Jamás me había levantando la voz de esa forma y para peor soy una tonta sensible.
Las ganas de llorar me invaden pero niego, no voy a llorar.
Me dirijo al ascensor, cuando las puertas se abren y entro a la habitación escucho el agua de la ducha correr.
Se está bañando.
Salgo al balcón a tomar un poco de aire, tengo un nudo en la garganta y siento mi estómago tensó.
No sé en realidad cuanto tiempo espero a Christopher pero ya esta saliendo del baño con una toalla en la cintura y otra mas pequeña secándose el pelo.
¡Joder se ve tan ardiente!
— ¿Qué hacías en la piscina? — es la primero que dice acercándose a pasos firmes.
¿Ni siquiera un hola mi amor o un beso?
Algo realmente malo le a pasado para estar así.
— Solo fui a desayunar. — me encojo de hombros. — Quería aire.
— ¿Aire? — pregunta con ironía. — ¿Y porqué no me has despertado?
— Estabas dormido y no quise molestarte. Te la pasas trabajando y....
— ¡Y una mierda! — grita.
¿Pero qué le pasa?
— ¿Qué te sucede? ¡Si haz despertado de malas no te desquites conmigo! — grito pero al final mi voz falla.
Ahogo un sollozo, me mira con frialdad y cuando pienso que dirá algo se ríe.
Paso por su lado furiosa y a la vez con unas inmensas ganas de llorar.
Me encierro en el baño dando un portazo.
Me siento en la tapa del váter y lloro, lloro muchísimo como lo hacía las primeras noches que me enteré de mi embarazo.
Jamás en todo lo que llevamos juntos me había levantando la voz de esa forma, además se burló de mi.
Ha pasado tiempo y ni siquiera a venido a tocar la puerta o intentar de hablar conmigo.
Decido darme una ducha y en cuanto abro el agua siento un portazo
Se ha marchado.
Maldito viaje a Las Vegas.
Me ducho con lágrimas en los ojos, cansada de las constantes peleas en estos días, el embarazo tampoco me me facilita las cosas y ya siento que no puedo más, me estoy ahogando en un vaso de agua.
>>>
Christopher
Salgo terriblemente cabreado del cuarto, con ganas de romperle la cara al primer imbécil que se me cruce.
Las palabras de mamá no dejan de darme vueltas.
Ella quiere casarse Christopher, Elsie quiere una familia y tu estas muy encerrado en tus decisiones.
Se que lo quiere, muy en el fondo lo sé pero yo no estoy listo para dar ese paso, quizás nunca lo esté.
Ella lo es todo, es la mujer de mi vida, quiero todo con ella pero hijos no puedo, quizás un anillo de compromiso lo podría pensar en un futuro pero hijos no.
No puedo, no quiero, no lo merezco.
Joder la piel se me eriza con solo pensarlo.
Yo no puedo ser padre.
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SECRETO // ✓
RomanceNew York, la ciudad donde vive Christopher Vélez y Elsie Robert's. Una pareja la cual el chico no le gusta lo tradicional. "Nada de matrimonio, ni hijos solo convivencia como pareja" Le había dicho Christopher a su novia, la cual aceptó pensando en...