SECRETO // ✓

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ sᴇɪs

Elsie

Miró boquiabierta el hotel, las baldosas brillan como si fueran limpiando detrás de cada persona que entra sin dejar huella, la recepción es oro y lo digo literalmente. Las cortinas son de color burdeo con diseños dorados y los vidrios están perfectamente limpios y brillantes.

Todas las personas cargan un traje a su medida destilando elegancia y me siento tonta con el vestido de rosas que llevó.

Debía suponer que no nos quedaríamos en cualquier hotel si no uno cinco estrellas por a pesar de ser una personas humildes, mis suegros les gusta disfrutar de su dinero y disfrutar de los lujos sin alardear.

Mi familia no era de una economía mala pero tampoco teníamos para derrochar porque las deudas no faltaban.

—  Señor Vélez, su suite está lista y queda en el piso catorce. — le informa la recepcionista con una sonrisa y amabilidad que de seguro no tiene con todos los clientes.

Le devuelve la tarjeta a Christopher y notó como toca demás las manos de Christopher.

— Que tenga buena recepción señor Vélez, estamos para servirle. — dice lo último con tono coqueto y le guiña un ojo la desgraciada.

Christopher asiente sin decir nada pero le sonríe agradeciéndole.

Unos celos irracionales explotan en cada célula de mi cuerpo, usualmente no soy una mujer celosa pero estoy teniendo tantos cambios hormonales que ya ni se quién soy.

Avanzó rápido dejándolo atrás pero me alcanza en el ascensor y subimos juntos al piso catorce, debe colocar su tarjeta para reconocerlo y así poder abrir las puerta de nuestra suite.

— Tomaré una ducha y luego una siesta. — le digo a Christopher para pasar por su lado pero me toma del brazo.

— ¿Qué pasa? — pregunta.

— Nada, estoy cansada.

— A ver, ¿Qué hice ahora? — inquiere y me invaden las ganas de llorar.

— Nada, solo voy a tomar un baño y luego una siesta. — repito.

— No, espera... — toma de mi muñeca y me devuelve para chocar contra su pecho. — Vamos, suéltalo.

— ¿Por qué le coqueteas a esa tonta frente a mis narices? — le reclamo molesta.

Christopher frunce el ceño pero luego se ríe.

— Ah y además ¿Te ríes de mi? — intentó dar la vuelta pero no me lo permite y me besa tomándome del rostro.

— No seas mensa que no estaba coqueteando con nadie, solo me interesa coquetear contigo mi nenita.

— Deja de querer manipularme con eso...

— Els, solo tenemos que hablar, si cariño. ¿Aún sigues con el período? Entiendo que te pongas así pero yo no estaba coqueteando con la recepcionista, ni con nadie.

Quizás tiene razón y estoy siendo paranoica.

Y por otro lado todavía cree que me llego la regla el otro día.

— Que no tengo la regla. —aclaro. — Lo siento, solo estoy cansada. — dejo un beso casto en sus labios.

— Vale, ve a darte ese baño y descansa por mí. Tengo que atender unas llamadas y arreglar algunas cosas para mañana, nos vemos dentro de un rato. — besa mi cien.

— Esta bien. — murmuró y voy a dejar las maletas al cuarto.

El baño queda en el mismo cuarto así que tomo una bata y una toalla para adentrarme a este.