SECRETO // ✓

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴅᴏ́s

Christopher

Nos sentamos en la banca, ella está mirando al frente y yo observó su rostro como está teñido de rojo.

— Esto es para ti y para mi hijo. — ella voltea enseguida y me mira asombrada.

Parpadea repetidas y sigue asombrada, supongo que lo último que dije.

¡Lo sé, sonó extraño!

Pero joder es mi hijo.

— Gracias. — murmura aceptando las cosas.

Las observa con un entusiasmo que pretende guardar.

— Ábrelo. — la animo a abrir el regalo para el bebe.

Ella no me dice nada y abre el bolso saca el pequeño el pequeño oso y sonríe.

Verla sonreír luego de tantos malos momentos me llena el alma.

— Gracias... es muy lindo todo.

— Es lo mínimo que debería hacer. — susurró y luego de eso nos quedamos algunos minutos en silenció.

Tomo una boconada aire antes de hablar y decirle toda la maldita verdad.

—Els... — ella a vuelto a mirar al frente y no lo aguanto más porqué tengo que mirar sus precioso ojos para decirle esto y ser sincero. Así que con atrevimiento como de su rostro dejando mi palma en su mandíbula.

Nos quedamos perplejos mirándonos.

— Lo siento, Els. —hablo en voz baja— Perdóname por todo esto.

Elsie a cerrado los ojos y junto nuestras frentes.

— Perdóname por llevarnos a esto, por hacerte sufrir y dejar tus sueños de lado por ser un puto egoísta. No me daba cuenta de lo importante que era para ti ser madre, casarnos.... Te juro que todo tiene una explicación. —me pican los ojos— Tu y mi hijo son lo más importante ahora, perdón por haber tardado tanto pero tenía cosas que solucionar antes de venir por ustedes.

Gruesas lágrimas caen por los ojos de Els.

— Chris... — limpió sus lágrimas con mi pulgar y Els abre sus ojos que se encuentran rojos.

— No llores, por favor no me gusta verte así. — respiro profundo antes de seguir y ahora sí no puedo verle la cara cuando le diga la verdad de porque no quiera hijos.

Colocó mis codos en mis rodillas mirando al frente.

—  Quiero que sepas que todo lo que diré fue porque tenía miedo, era un mocoso que no sabía afrontar sus problemas. —siento la mirada intensa de Els— Mis primeras relaciones sexuales fueron entre los trece o catorce años, no recuerdo bien. Solía estar con las chicas por diversión, me gustaba como me sentía así que lo hacía seguido, era muy irresponsable, no tenía claro nada de temas sexuales, ni las precauciones, ni las consecuencias. Cuándo tenía catorce años conocí a Joseph, era una chica de mi salón y tenía la misma edad que yo y la dejé embarazada. —Elsie ahoga un grito— Era un crío irresponsable, rebelde y cuando Joseph me contó tenía recién cumplido cuatro meses, si bien sabía que me había acostado con ella le dije cosas horrible que se me cae la cara de vergüenza contártelas a ti.

— ¿Qué le dijiste Chris? — murmura Elsie.

— Le dije que yo no podía hacerme cargo de ella ni de él bebé porque no eran míos y otras cosas que me avergüenza contarte porque no estaba en mis cabales, tenía miedo y no me di cuenta del miedo de ella porque ella era la embarazada, ella era la que tenía que decirle a sus padres que estaba embarazada a los catorce años y cada día de mi vida me arrepiento de toda esa porquería que le dije porque ahora todo sería diferente.