Narra Alicia.
Se notaba a kilómetros que Victoria había llorado, me dolía verla así, pero Allison decía que solo era cansancio. Me estaba mintiendo. Pero terminó confesando.
"Se que hemos pasado muy poco tiempo desde que nos conocimos, pero siento algo muy fuerte por tí" le susurré al oído.
Necesitaba que me rodeé con su brazos, que me hunda en su cuello. Necesitaba volver a oler su aroma a Limón, que ahora se mezclaba con el alcohol sanitario de los hospitales. Sin embargo, su sudadera seguía oliendo aquel frutal.
Tuve que despedirme de Victoria con un beso en la mejilla, y con un adiós a Allison.
Tenía terapia con el psicólogo.
- ¿Algo relevante que le halla sucedido esta semana? - pregunto aquel hombre de unos 35 años.
- Tengo pesadillas -
- ¿Muy a menudo? -
Yo asentí. - Desde aquel día no he dormido casi nada. -
- ¿Y de que tratan las pesadillas? -
- De la caída, lo que estaba vez ella no me salvaba, y al final veía la cara de mi ex - le comenté.
- Mmmm - se quedó pensando - quitas se deba al trauma, el miedo a no ser rescatada otra vez. Y lo de su ex, seguramente es porque el provocó todo esto. -
- ¿Y que tengo que hacer? ¿Ella no volverá a rescatarme? -
El psicólogo me miró con duda - No sé a qué te refieres. Pero tienes miedo de que te deje sola ¿No es así? -
Yo asentí.
- ¿Cómo es ella contigo? -
- Me trata bien, es buena persona, pero creo que ella oculta cosas de su pasado. Un... -
- Un engaño - terminó mi frase.
- ¿Cómo lo sabe? - pregunté.
- Yo la trate - y miró unos papeles - estaba destrozada y le costó mucho recuperarse, hasta llegó a... Bueno, mejor no. Seguramente ella habrá reaccionado así, al salvarte, porque ella al pasar por una situación similar a la tuya, pues... No quería que tires tu vida por alguien que no lo merece. -
- ¿Y, ella que llegó a hacer? -
- No soy quien para decirte eso. Con el tiempo te lo dirá, si seguís en contacto. -
- Seguiremos. - murmuré.
*************
- ¿Cómo estás? - me preguntó Allison.Ya había vuelto de la terapia con el psicólogo, estuvimos como una hora hablando sobre cómo afrontarlo. Le conté sobre mis sentimientos, y a veces parecía mi padre dándome consejos. Nos hemos vuelto muy cercanos, es un buen hombre.
- ¿Alicia? - intentaba llamar mi atención pasando varias veces su mano en frente de mí.
- ¿Eh? Si, si. ¿Qué pasa? -
- ¿En que piensas? -
Se me había olvidado mencionar que estábamos en una cafetería, merendando. La comida del hospital es malísima, menos mal que Victoria todavía sigue con los sueros, porque no puedo ni imaginarme que ella tuviera que comer esa bazofia.
Habíamos dejado a Victoria durmiendo, después de la terapia nos vinimos aquí, para merendar y después volver al apartamento.
- En mí - le contesté finalmente.

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El intento.
RomanceUna policía de Nueva York, y una estudiante de Bellas artes... ¿Qué puede salir mal? A través de los ojos se esconden misterios, dos colores sin ninguna relación. Pero a veces los secretos más ocultos, salen para salvar una vida, pero quizás ahora...