Su historia

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Narra Victoria.

Alicia me iba a contar sobre la muerte de sus padres, supongo que también fueron una razón para su intento de suicidio, pero, no quiero que esté triste. Odiaba cuando se ponía así.

Sus ojos reflejaban dolor, y angustia.

Ella empezó a relatar.

- Hace como un mes. Yo estaba en casa de mis padres, y mi novi- ex novio - se corrigió - vendría a recogerme, para ir a cenar. Lo hizo, pero al volver, mis padres no estaban, los llamé, no cogían. Creo recordar que los llamé unas 50 veces, pero nadie contestaba, mi ex, se había ido. Y estaba sola, llorando porque no sabía dónde estaban ellos. Me preocupé, y nadie estaba a mi lado - las lágrimas empezaron a brotar.

Me acerqué y le di un beso en la frente, y la abracé.

Lloraba en silencio, solo caían las lágrimas, y yo se las iba quitando de la mejilla cada vez.

- Después de unas horas, - volvió a relatar - me-me llamaron del hospital, diciendo que mis padres habían muerto por un accidente de tráfico. Los habían atropellado, mientras paseaban por un parque, un conductor ebrio, se interpuso y... Murieron al instante. - se hecho a llorar.

La abracé, he intentaba consolarla. Sentía como su tristeza recorría su cuerpo, al recordar la muerte de sus padres.

- Todo va a estar bien - le aseguré.

Estuvimos así unos minutos, hasta que su respiración volvía al compás de la mía. Relajada.

- ¿Quieres ir a dar una vuelta? - le propuse.

- Pero... ¿Y los periodistas? -

- ¿Quien dice que iremos andando? - le di una sonrisa.

Me la devolvió.

Salimos del apartamento, y fuimos al garaje para coger en coche. Tenía pensado ir a la playa, ir a una zona donde no haya nadie, he abrir la parte de atrás del coche. Y poder estar así, tumbadas dentro de él, y nos vería nadie.

- ¿A donde vamos? - pregunto curiosa.

- Secretooo - dije divertida.

- Ya, dímelo -

Yo negué.

Conduje hasta la playa, y revisé que no hubiera nadie cerca.

Aparqué en coche, con la parte de detrás metida en la arena, y desde allí se viera el mar.

Me baje del coche y fui a abrir el maletero.

Una vez hecho, coloqué las sábanas y los cojines a los lados para que pudiéramos estar cómodas dentro.

Le dije a Alicia que ya podía quitarse el pañuelo de los ojos, ya que antes le había obligado a ponérselo, porque era una sorpresa. Un poco improvisada, pero todo estaba perfecto.

Las luces led, las encendere cuando ya  halla oscurecido. Aproximadamente dentro de luna hora. Sí, habíamos comido un poco tarde, pero que se le va a hacer.

- Me encanta - me dijo con su sonrisa.

- Nos quedaremos aquí, un buen rato. Y... Bueno, también porque quería contarte un poco sobre mí. Ya que, no nos conocemos mucho y tal - dije, ya dentro del coche, mientras observaba como las olas venían y se van.

Ella asintió.

Yo respiré hondo.

- Yo... Digamos que nunca he tenido padres, y en el centro de menores, nadie me aceptaba. Siempre he vestido con ropa de "Hombre" - hice las comillas, y ella me miraba atenta - Y... Como no dejaba que me pudieran vestidos, ni quería jugar con muñecas, pues... Todos terminaron hartos de mí. Básicamente acabe toda mi niñez en aquel centro. Pero un día - dije sonriendo, al recordar - Un hombre llegó al centro, donde dijo que nos daría un hogar, comida, y protección. Solo teníamos que ir al ejercito, y estar allí, y si queríamos dejarlo, éramos libres de hacerlo. Nadie nos retenía allí. Allison mi mejor amiga, la conocí en el centro, y cuando yo me fui al ejercito, ella me llamaba todos los días para ver cómo estaba y si me iba bien allí. Y... Bueno, con forme pasaron los años, estuve toda mi adolescencia en el ejército. Hasta que a los 20 años, tuve un... - me acordé del porque me fui, y cogí aire otra vez, no, no me sentía preparada para contárselo.

»» Problema. Lo que hizo que  tuviera que dejar el ejército.
A los chicos los conocí en el centro, por eso Allison los conoce, con ellos tampoco perdió el contacto.
Y bueno, cuando llegué aquí a Nueva York, por petición mía. Porque era mi sueño, vivir en esta ciudad. Decidí entrar en el departamento de policía de Nueva York. Han pasado 3 años desde que entre, y me he ganado el respeto de muchos de los agentes. Aunque siempre hay algún que otro, molestándole siempre, diciendo que debería estar en casa doblando la ropa. Aghh, como odio a ese tipo de personas. El caso es que mientras estaba allí, con el dinero que tenía ahorrado, pues conseguí construir todo el apartamento, a mi manera. - dije soñadora.

- Te admiro - la miré extrañada -Si, porque has tenido que pasar por tanto, pero te has enfrentado a las dificultades de la vida y... Has salido a delante -

- No es para tanto, cualquiera puede hacerlo - dije sin importancia. Y porque es verdad, si te propones algo. Lo cumples a toda costa.

- No cualquiera, yo no - bajo la mirada.

- ¿Quién dice que no puedes? -

No tuve respuesta.

- ¿Cuál es tu propósito? - le pregunté.

- Ser alguien. O por lo menos, no fracasar -

- Eso es fácil - la miré con una sonrisa - Tus poemas son increíbles, todavía no me has enseñado ninguna fotografía tuya. Pero si son igual de hermosas que tú, seguro serán un éxito. - No conocía ese lado de mí - Y seguramente algún día, podrán esxivirse en alguna galería de arte. -

Ella sonrió.

- ¿Tú crees? -

Yo asentí.

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One kiss...

By; V.V.C


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