Narra Alicia
Eran las 10 y media de la mañana, y faltaba media hora para ir a mí apartamento. Allison y yo desayunamos juntas, y también llamé a Victoria para decirle los "Buenos días". Estuvimos hablando durante toda la mañana, ella me decía de cómo lo había pasado la primera noche en el hospital, y yo le dije como fue la mía aquí, en el departamento.
Dieron las once, y le cogí prestada a Victoria una sudadera y una camisa de su armario.
Allison me estaba esperando en la puerta.
- Venga -
- Vale, vale -
Bajamos al garaje, y antes de subirnos al coche, Allison se paró.
- ¿Sabés conducir? - Me preguntó.
Yo asentí.
- Pues conduce tú - me lanzó las llaves y abrió la puerta del copiloto. Yo rodeé el coche y me senté en el sitio libre.
Arranqué el coche y salimos del garaje. Fui directa a mi departamento. No tardamos en llegar, y aparqué una calle más atrás.
- ¿Dónde es? -
- Aquí... -
- ¿Alicia? -
Quedé de piedra al ver aquel coche aparcado ahí. Di un paso hacia atrás, estaba temblando. Y Allison lo noto.
- ¿Alicia, estás bien? -
- Vámonos - susurré.
- ¿Qué? ¿Que has dicho? No te he escuchado. -
- ¡Qué tenemos que irnos! - dije más alto.
Me di la vuelta y empezé a caminar más rápido en dirección al coche.
Narra Allison
Alicia se estaba comportando de una manera un poco extraña, cuando llegamos a su apartamento, parecía como si hubiera visto un fantasma de las navidades pasadas.
Ella se dio la vuelta, y empezó a caminar hasta el coche, yo la seguí, pero una voz detrás de nosotras, hizo que yo me girará para ver quién era.
- ¿Alicia? - dijo esa voz masculina.
Alicia se paró en seco. Le daba la espalda, y él volvió a hablar.
- Ehhh, ya me estás ingnorando, exnovia suicida - cuando dijo eso, yo también me paralicé. Era el ex. El provocante de todo esto.
- Alicia sube al coche - le ordené.
Ella dio un pequeño paso, y volvió a caminar.
- Mira, no se quien eres, pero no quiero que te acerques a Alicia ¿Entendido? - le dije al idiota que tenía delante.
- Ehhhh, ¿Tú quien te crees para hablarme así? Yo hago lo que quiero, cuando quiero. Y una cara bonita no me lo va a impedir.- dijo riendo.
La rabia me recorría el cuerpo, y en ese momento, agradeci fuertemente a Victoria por esas clases de boxeo.
Le metí un puñetazo en la nariz, y otro en el abdomen. El cayó al suelo dolorido.
- No te acerques a ella, no te lo volveré a repetir - dije y me dirigí al coche, donde Alicia estaba intentando mantener la calma. Sin resultado, obviamente.
- Qué, ahora las mujeres juegan a ser "machitas" - dijo riendo aún en el suelo.
«Lo siento, Victoria» pensé, ella me dijo que nunca debería usar la fuerza, con alguien que no se lo mereciera. Pero... ¡Ni perdón, ni nada! Él se merece esto y más.
Me giré rápido y el intentaba recomponerse. Le cogí por el cuello y me lo llevé a un callejón que había detrás. Él se retorcía, y me proporcionó unos golpes el la cara, pero lo pegué a la pared con todas mi fuerzas, mientras le daba puñetazos con la mano sobrante. Y con la pierna no paraba de meterle patadas en la entrepierna.
Él ya tenía el labio partido, y la sangre recorría mis nudillos y su cara.
Se quejaba de dolor, pero yo no paré, no pude, la rabia actuaba por mí, y hubiera seguido así, si Alicia no me llegará a separar de él.
- No vale la pena, vale - me dijo tirando de mí hacia el coche.
El chico se quedó en aquel callejón, o estaba muerto, o inconsciente. Pero las dos cosas no pueden ser. Lo vi ahí, sangrando sin moverse, hasta me dió pena y todo. Pero no me arrepiento, se lo merece.
Sin darme cuenta ya estábamos paradas en un semáforo.
Me miré las manos, y tenía destrozados los nudillos, me dolían. Miré por el reflejo de mi móvil, los posibles golpes que pudiera tener en la cara. Y sí, estaba sangrando, la nariz me sangraba un poco, pero el pómulo lo tenía mal, estaba empezando a hincharse, y me dolía cuando me lo tocaba.
- No debiste hacerlo - dijo, volviendo a la carretera.
- Se lo merecía - dije seca, pero con una mueca de dolor.
- Nos vamos al hospital - dijo acelerando.
- Si, así aprovechamos y visitamos a Vic, tendremos que contarle esto -
Ella se giró para verme.
- ¿Creés que debemos contárselo? -
- Obvio, ¿No? - la miré - haber... Hemos encontrado a tu ex, saliendo del edificio de tu apartamento, y él te ha dicho... Bueno, lo que te haya dicho, y me ha pegado. Yo creo que sí hay que contárselo -
Ella asintió con miedo.
- ¿Él que te hizo? - le pregunté.
Ella tragó saliva.
- Si no quieres contarlo, no pasa nada... -
- No me siento lista todavía. - dijo ella volviendo la vista al frente.
- Pero... Por lo menos, tendrás que contárselo a ella. - le dije.
Ella asintió.
Llegamos al hospital.
Entramos a urgencias, y me revisaron la mano, me dijeron que había sido un buen golpe, pero que no estaba grave, así que me dieron unas pastillas, y me vendaron la mano.
Después subimos a la habitación.
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One kiss...
By; V.V.C

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El intento.
RomanceUna policía de Nueva York, y una estudiante de Bellas artes... ¿Qué puede salir mal? A través de los ojos se esconden misterios, dos colores sin ninguna relación. Pero a veces los secretos más ocultos, salen para salvar una vida, pero quizás ahora...