El intento.

Hailee

Narra Alicia.

Me conmueve está situación, el amor que se tienen las dos. Amor de hermanas, claro. Si fuera otro, Allison tendría problemas conmigo.

Ese amor de evitar la tristeza la una de la otra, hace que tengamos que atar algunos cabos sueltos.

Ver sonreir a la persona que quieres, eso es lo que quieren ellas.

Quieren verse feliz, quieren que la otra forme una vida y se olvide del pasado.

Por una parte Victoria quiere evitar que Allison sufra, pero ella no puede enfrentarse al futuro ni al destino. No quiere que le suceda lo mismo que a ella. No quiere que encuentre a una "Sara" en su vida. Victoria sabe que Allison está enamorada, yo también lo sé. Noté ese brillo especial en los ojos de Allison cuando Victoria sacó el tema del novio. Ella tiene miedo de que Allison se aleje de ella, pero sabe que tiene que apoyarla, ella le ayudó cuando lo nuestro empezó, y que todavía está en el principio, pero por ahora va bastante bien.

Estoy enamorada, completamente enamorada de Victoria West.

Por otra parte, Allison está empezando en el amor, durante ese tiempo en que Victoria estaba perdida en sus pensamientos, nosotras hablamos sobre su primer amor, y esas cosas. Al parecer Josh ocupa gran parte de su corazón, según Allison, él es tierno, amable, educado, y todo un romántico. Tiene una sonrisa perfecta, y unos ojos azul claro.

Si lo pensamos, en personalidad, es muy parecido a Victoria. Ella siempre ha sido muy dulce conmigo, aunque frente a los demás sea sería, cuando estamos entre amigos es otra persona totalmente diferente. Es extrovertida, graciosa, y algo que me encanta de ella es su manera de pensar. Es alguien que cuando algo no lo a hecho nunca, que nunca a experimentado esa sensación. Se mete de lleno en ella, y le encanta. Aquí tenemos el ejemplo del campo, el prado.

Siempre a sido una mujer de ciudad, nunca a pisado el pasto, ni a respirado el aire puro del campo. Por eso esa semana siempre la pasamos en el exterior, observando el paisaje. Le encanta el campo, sentir esa sensación de liberación, de tranquilidad, sin ataduras y nada que pueda sujetarte.

Lo que dijo, siempre le gustará todo lo contrario a lo que normalmente hace.

Huir de la ruidosa ciudad, y parar en un campo alejado de la civilización.

Así es ella.

Como ella dice "No es extraño, es único" aunque perezca rara la frase, es completamente cierto.

- Amor - llamé su atención.

- Dime - me miró esperando mi contestación.

- El mes que viene me graduó -

Ella abre los ojos y sonríe ampliamente. Puedo notar ese cosquilleo dentro de mí. Las típicas mariposillas en mí estómago.

- Felicidades - me abrazó - Sabía que lo conseguirías - me dijo en mi oído, susurrando, haciéndome estremecer.

Nunca me cansaré de sentir esas cosas, nunca me cansaré de estar a su lado.

- Gracias. ¿Vendrás no? - le pregunté, con duda.

Ella me mira como si no se creyera lo que acabo de decir, y se separa de mí bruscamente.

- Obvio, como voy a perderme ese momento - dijo, y volvió a sonreír.

No sé en qué momento, pero estoy mirando sus labios. Todo se paraliza en ese momento, es como si el sonido de la calle disminuyera, y solo se escucharan mitras respiraciones entrecortadas por la poca lejanía de nuestros rostros. Cada vez están más cerca, siento su nariz acariciar la mía, y mi mano se posa en mi mejilla, trazando círculos en ella. Ella sonríe a medio milímetro de mis labios, contagiandome de su sonrisa. Y la beso, nunca me cansaré de sus besos. Sus besos tiernos, y llenos de sentimiento. Nunca me cansaré de sentir su suave lengua tocar la mía con dulzura, nunca me cansaré de sentir sus labios junto a los míos, nunca me cansaré de mirarla a los ojos con amor...