25. Madera, Leña Y Astillas II

1.3K 56 87
                                    

Quise decir que no para luego decir que sí

Quise recuperarme y ser tronco entero y no solo astillas

Quise ser muchas cosas pero nunca supe que ser exactamente

Quise ser madera, leña y astillas

Quise ser incendio


AITANA

30 DE JUNIO

Sé que soy madera, pero no sé si hoy por hoy mi integridad se ha perdido y acaso solo quedan astillas de un inocente árbol que nació en medio de la naturaleza.

La naturaleza pone ahí esas pequeñas semillas que florecen, avanzan, crecen y traspasan la altura de los seres humanos rodeando las casas y haciendo sentir más hogareño una simple construcción.

Sin embargo la naturaleza también es sabia, es fuerte, determinante y arrolladora. La naturaleza es la misma que me ha dado vida y me ha convertido en astillas, o tal vez he permitido que el ser humano me convierta en astillas.

Observo por la ventana como ese árbol caído bloquea la entrada un árbol perdido; un árbol que parece que no va a volver a enderezarse, sino que ha caído y que de forma inevitable ya no volverá a ser parte de la naturaleza que rodea esta finca. Hoy ha sido su muerte, eso es lo que pasa con los árboles caídos; mueren, dejan de respirar, dejan de estar conectados con sus raíces y eso es lo que les hace morir.

¿Acaso había yo desconectado de mis raíces?

Me sentía como una astilla, pero me negaba a entender que hubiera roto con las raíces porque yo seguía siendo esa niña criada en Canarias, aunque fuera de la ciudad que ahora se supone debería sentir hogar…

Ese árbol que bloquea la entrada ha sido una muestra de la caprichosidad de naturaleza, de que puede haber sol, pero también puede haber lluvia aunque Julio quiera hacerse presente, anunciando que puede ser verano, pero que al final las estaciones no determinan y a veces dejan caer o no agua sobre nosotros para calarnos hasta lo más hondo.

Quizás la naturaleza era más caprichosa todavía de lo que creía y por eso mismo nos había bloqueado en esa finca a Luis y a mí cuando por primera vez nos peleábamos, justo encerrándonos cuando más necesitaba huir.

-Cuando amaine un poco llamaré a un taxi para ir al hotel-susurro.

-¿Qué?-pregunta Luis aturdido volviendo con unos bol de la cocina.

-Eso que cuando no esté tan fuerte la lluvia voy a irme al hotel-digo encogiéndome de hombros.

-Aitana hay tormenta eléctrica-dice arrugando el ceño mientras deja un bol en el suelo sin entender el porqué

-¿ Y qué pretendes que nos quedemos aquí en una casa que está a medias y dónde hay goteras ?-pregunto observando como algunas gotas caen en el bol que acaba de dejar en el suelo del salón principal.

Luis suspira y coloca un balde debajo de la gotera, al igual que unas gotas caen justo encima de la mesa del salón principal y yo utilizo el frutero para cubrir la gotera.

-Gracias-dice Luis terminando de colocar otro cuenco en una cuarta gotera.

Yo asiento y miro por la ventana y empiezo a buscar números de taxi.

En Los Mapas De Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora