37. Felicidad

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Cuán inestable es la palabra

Cuán volátil es un beso

Cuán intransigente es el tiempo

Cuán rápido se evapora el sudor piel a piel

Cuán efímera es la felicidad

¿Quién será la felicidad?



LUIS

13 DE JULIO

Dicen que la felicidad reside en creer que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Dicen que es una duda que os invade, que es curiosidad, ¿quién será la felicidad?

¿Es un tiempo futuro? ¿Es un ánima? ¿Es un tiempo pasado? 

Dicen que dicen…sin embargo mi abuelo siempre ha pensado que es la sensación de poder revivir ese tiempo pasado es lo que nos hace felices y por ello le encanta el día de su cumpleaños a diferencia de la mayoría de personas ya bien entradas en la tercera edad…

Y es que el ve ese día con ilusión. Intenta siempre hacer lo mismo, pasear y comer un buen dulce de desayuno mojándose los pies bien el paso del río si está en Ourense o en las Fragas si está en A Coruña, luego siempre se deja pellizcar las mejillas por las mujeres de la familia, cuando mi abuela murió le dejó ese encargo a sus hijas y a mi madre, que es una hija más para él.

Tras eso es él quien llama a uno de esos amigos de su infancia para recordar viejos tiempos, curiosamente él nunca dice que es su cumpleaños, según él  por qué el día que no se acuerden le iba a doler así que desde hace años piden q no lo feliciten, de ese modo no sabe si será por despiste o por demencia, a él con que alguno de sus amigos siga respondiendo a la llamada le es suficiente y compartir recuerdos, atraer esa sensación.

Antes De mediodía siempre va a agradecer a alguna fuente o iglesia por haber cumplido un año más, pues dice que quien quiera escucharlo lo hace lo mismo en una piedra en una fuente, que un trozo de madera en un retablo, es religioso a su modo desde luego.

Tras eso se pasa por el centro y deja alguna moneda a alguien que lo necesite más que él o lleva a la parroquia un paquete de arroz que dicen que es buena fortuna y llena bien la barriga, así se recuerda cuando no tuvo y cuando tuvo más también en su buche.

El resto del día lo deja a libre albedrío, pues su mujer le solía hacer buena comidita pero a falta de mi abuela él se deja impresionar por alguna de sus hijas o nueras, algunas veces sopla velas y otras no, él lo que quiere es su tarta, su algo dulce de postre a medio día y que quede para antes de irse a dormir y acabar su día. Él, goloso como siempre y diferente de todo.

Es él quien me enseñaba que la vida era distinta a lo que los demás me querían hacer ver, me hacía sentir que la vida tenía un encanto diferente, que hay detalles que llenan más las horas que un regalo material y que siempre está en uno mismo el hacer una costumbre que poder cumplir, porque para él su costumbre era casi su paseo mañanero aunque anhelase esos pellizcos, que en realidad nunca le faltarían mientras mi madre, Aurora, mi hermana o Miriam siguiesen cerca.

Y contando esa tradición me hallaba cuando Aitana aún se pregunta en alto que hace descalzo mi abuelo yendo hacia el río cuando aún sigue sonrojada y avergonzada de que mi abuelo la haya encontrado a medio vestir en la cocina tras nuestro primer desayuno de piel.

-Te juro que me asuste cuando lo vi con la ropa remangada y descalzo, pensé que estaba sonámbulo o ido- asegura mientras esconde su rojez tras una taza de leche.

En Los Mapas De Tu PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora