Uzui Tengen se sentía culpable, ¿pero de qué? Ya hacía tiempo que no veía a su alumno preferido, ¿acaso lo odiaba? Pudo ver cuán enfadado estaba cuando lo encontró con esa joven. ¿Acaso el rubio se había puesto celoso? Sus pensamientos no paraban de girar entorno a Zenitsu. Desde que recibió aquel dibujo de parte de su hermano, las cosas se pusieron más serias. Al principio solo le gustaba molestar a aquel chico, pero luego de pasar más tiempo con él, se había empezado a sentir extraño. Le comentó a sus amigos, obteniendo la confirmación a sus sospechas. Según ellos, a él le interesaba mucho ese rubio.
Ahora necesitaba solucionar aquel problema que había molestado a su rubio. ¿Su rubio? Ya escuchaba la sirena de la policía. Esperaba recibirlo esta mañana, que le entregue la carpeta, pero se dio una palmada en el rostro al recordar que no hacía falta ya que la primera clase era para su grupo.
— Buenos días — saludó vagamente, ingresando con prisa al aula. Colocó sus cosas sobre el escritorio y se recargó sobre sus brazos para buscar al rubio con la mirada. No quería ser tan obvio, pero no pudo evitar curvar los labios en una media sonrisa al encontrarse con los ojos dorados. Se sintió más animado al ver el rubor que tenía su chico, suspiró y se dirigió a sus demás alumnos. — ¡Hoy iremos al museo! —
Sus estudiantes empezaron a murmurar entre ellos y Uzui sentía la emoción de su clase. Tendrían una salida, una clase fuera de la institución. El trío también se veía emocionado y empezaron a hablar entre ellos. — ¡El museo, Gonpachiro! Nunca he ido a uno, la verdad — comentó Inosuke.
— Creo que ya nos hacía falta este tipo de clase — Tanjirou asentía con la cabeza.
— Ah, caray... Eso sí que me interesa. — comentó Zenitsu guardando sus cosas. — Será una linda salida, supongo. — se sentía avergonzado por la mirada que el profesor Uzui le había dado. Agradecía que la clase se desarrollara fuera, era una gran idea para mantener la mente ocupada. ¡Y más en un museo! Tenía cierta fascinación con esos lugares.
Salieron del aula en grupo, dirigiéndose silenciosamente hacia la salida. El profesor Uzui les había recomendado ir en orden, para que el permiso no sufriera cambios. Decidieron ir caminando, así podrían disfrutar del exterior, además, el museo de artes no estaba tan lejos. Uzui iba delante de su grupo, aunque hubiera preferido ir detrás, para observar al grupo de Zenitsu. Rodó los ojos y pausó sus pasos, haciendo que un alumno choque con él. Suspiró, no debería estar pensando en su alumno. Pidió disculpas y siguió caminando.
Los estudiantes se veían fascinados con la arquitectura del museo, ya habían llegado y ahora se encontraban recorriendo cada pasillo, con el profesor como guía. Los pasillos eran muy espaciosos y con diseño victoriano. Los cuadros gigantes llamaban la atención de sus alumnos y los espejos por todas partes eran los preferidos de las chicas, y del trío, quienes se detenían a cada rato para mirarse frente a ellos. El techo estaba demasiado alejado y también tenía diseños muy artísticos, las columnas de mármol eran unos buenos postes para abrazar según Inosuke, quien no perdía la oportunidad de abrazar una cada vez que podía.
Llegaron a un salón que tenía el techo como una cúpula, con una gran araña decorada con un sistema solar colgando. Los cuadros más reconocidos estaban allí. El profesor les explicó pintura por pintura el estilo y la técnica utilizada. Comentó una breve biografía acompañando con una historia sobre el significado de cada cuadro. Zenitsu lo miraba con admiración, el profesor era muy buen orador y su voz le encantaba. Lo miraba fijamente mientras este seguía explicando, recibiendo las curiosas miradas de Inosuke y Tanjirou. Uzui dio por finalizada la clase, pero les dijo que ahora podrían recorrer y disfrutar del museo con libertad.
— ¿Vieron ese cuadro? — Tanjirou señaló una pintura que estaba en otro salón — ¡Vamos a verlo de nuevo, por favor! — dijo estirando a sus amigos. Nunca antes había ido al museo, así que estaba igual de impresionado que Inosuke. Siguieron a Tanjirou y se posaron frente a la pintura.
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Profesor
Romance¿Qué manía había en todos para enamorarse de sus profesores? No podía creer que hasta su propio amigo caía ante el encanto de uno de ellos. La curiosidad lo llevó muy lejos, hasta que se encontró al final del camino con los sentimientos a brotes por...