Lover (You Belong With Me)

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Tom y sus hermanos habían tenido la maravillosa idea de darles unos días libres a sus padres.

Según los hermanos Holland, sus padres necesitaban un descanso de sus hijos, y más tiempo a solas.

Uno creería que los hermanos Holland la han pasado unidos, reforzando su lazo de hermanos, pero, no era así.

Tom, los gemelos y Harrison se ocupaban en arreglar nuestra cosa, cosa que no me gustaba en absoluto.

Vamos, ¿qué culpa o necesidad tenían esos chicos de arreglar algo que yo podía hacer con Tom? Parte de mi enojo era que, ninguno me daba noticias de lo que hacían, y no dejaban que les ayudara.

-¿Me hablaras ya?- preguntó Tom, había pasado por mi, íbamos rumbo a la casa de mis padres.

-¿Me dejarás ayudar ya?- pregunté.

-No, quiero que sea sorpresa- respondió.

-A veces me haces odiar las sorpresas- murmuré.

-Esta te encantará- dijo Tom tomando mi mano mientras dejaba un beso en esta.

-Las dos manos Holland- dije viéndolo el volante, Tom rio y siguió conduciendo.

Tom estacionó su coche afuera de su casa, y me ayudo a bajar mi bolso, me dejo en la puerta de la casa de mis padres, dejo un beso en mi frente, y después volvió a subir a su auto, los gemelos y Harrison me saludaron y subieron al auto junto con Tom.

Esa había sido mi rutina desde el lunes, no pasaba mucho tiempo con Tom, solamente lo veía cuando me recogía para dejarme en el trabajo y cuando pasaba por mi cuando salía de este.

No sabía que es lo que estaban haciendo, pero, por las ojeras que tenía el rubio y Harry, era seguro que se la pasaban hasta altas horas de la noche despiertos.

Entre a casa sin saludar, ya no tenía caso gritar algo sabiendo que no había nadie.

Subí directamente a mi cuarto, me quite mis zapatos y coloqué unas sandalias que suelo usar estando en casa, me acerqué a la ventana, y ahí vi a Paddy.

-¿Qué comeremos hoy?- preguntó desde la habitación de su hermano.

-Ordena pizza, iré para allá- murmuré.

Por primera vez en días, había traído trabajo a casa, no era nada más que ver un par de películas y hacer mi propia crítica sobre ellas.

No era algo a lo que realmente llamaría trabajo, pero, tenía que hacerlo de todas formas.

Tome mi cargador, celular, y el dinero que ocuparía para pagar las pizzas.

Salí y fui a la casa de los Holland, podría entrar sin tocar, pero, sentía que estaba invadiendo su privacidad.

-No es necesario que toques el timbre cada que vengas- dijo Paddy.

-Hola a ti también- salude- Entonces, te han dejado comida- respondí viendo hacia la estufa.

-Si, pero tú dijiste que ordenara pizza- a veces el chico era astuto.

-Debiste de haberme dicho que habían dejado comida.

-¿Y perderme la pizza? No gracias.

Jugueteé con mis dedos y en silencio estábamos esperando a que llegara la pizza.

-Oye Linguini, ¿sabes lo que están haciendo tus hermanos?

Tenía la esperanza de que Paddy me soltara la sopa.