Lover (You Belong With Me)

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Una amiga me ayudo a escribir este capítulo (y más), lamentablemente no me dejo poner su usuario, pero, se que estarás leyendo esto, tqm y te agradezco por ayudarme.

Así que, coloquen su playlist, déjense llevar por la música, y disfruten de la lectura, por que este capítulo es muy diferente a los demás 😏

Intente subir este capítulo en la noche de ayer, y no me se subía, así que, les dejaré otro capítulo como disculpas🥺✨

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-Buenos días señora Holland- fue lo primero que dijo Tom cuando abrí mis ojos.

El cabello del chico estaba mojado y ya no portaba su pijama.

-Buenos días señor Holland- murmuré sentándome.

-Pasaran por nosotros dentro de media hora, será mejor que empieces a arreglarte.

-¿Media hora? Por qué no me despertaste antes- murmuré poniéndome de pie, saqué una muda de ropa y tome mi toalla.

Sentía al castaño seguirme hacia el baño.

-En mi defensa, te hable tres veces y tú simplemente te cubrías más con la sábana.

Empecé a cepillar mis dientes, cuando entré al baño, Tom seguía ahi, recargado en el marco de la puerta.

Cuando termine de hacer aquello, traté de sacarlo, pero el chico no se movía ni un poco.

-Thomas por favor- supliqué- Solo quiero tomar una ducha rápida.

-No me has dado mi beso de buenos días- murmuró cruzándose de brazos.

Me acerqué a él y bese su mejilla, Tom iba a reclamar pero lo empuje hacia afuera, cerré la puerta y le metí seguro.

Me quite la ropa y entré a la ducha, el agua tibia empezó a mojar mi cuerpo, cuando estaba por enjugar el shampoo, el agua salió helada.

-¡Thomas por favor!- grite deseando que me escuchara.

Y es qué, si habrías alguna otra llave de agua, la corriente cambiaba de temperatura.

La ducha terminó siendo más rápida, me vestí y salí de ahí. Deje la ropa que traía en el cesto de ropa sucia y baje a enfrentar al castaño.

Tom estaba en el comedor, tenía una expresión seria en su rostro, tomó una manzana y le dio una mordida.

-¿Era necesario?- pregunté mientras tomaba un paquete de galletas.

Tom alzó sus hombros y siguió comiendo.

-Bien, puedo jugar a lo mismo que tú- murmuré.

Tom alzó su ceja- ¿Qué harás?

Levante mis hombros y mordí una galleta, pase de largo y subí a la habitación, saqué las maletas del armario y las dejé cerca de la puerta.

Empecé a guardar mi maquillaje y cosas de uso personal que llevaría en el viaje.

Tom llegó minutos después al cuarto- ¿Quieres que guarde algo tuyo?

Tom me miró, pero no respondió.

-¿Me dejarás de hablar ahora?- el chico siguió sin hablar, se acosto en la cama- Maldito loco.

Pero no se giró a verme.

-Thomas, no puedes dejar de hablarme, ayer nos casamos, hoy viajaremos a Hawaii, simplemente no puedes dejar de hablarme- murmuré sentándome a su lado.