Parte 11

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Maldición.

Jamie me matará.

- ¡Jamie! -Grité -Prometí que nos encontraríamos a las 10:50, ya son las 11:30, Jamie me matará... ¿Me llevarías con Jamie?

-Claro nena, afuera está nuestro transporte

Salí a toda prisa, y no pude evitar detenerme violentamente al observar aquella obra de arte que se encontraba afuera de la casa.

- ¡Un maserati! -Grité

Era el auto más asombroso que había podido presenciar, era negro, brillante, parecía nuevo, los neumáticos eran de un brillante cegador, no lo podía creer. Mi mandíbula cayó por segunda vez esa noche.

-¿Qué te parece?, es mi bebé -Dijo orgullosa

- Como... como conseguiste este auto -Pregunté sorprendida por el hecho de que Jael poseyera uno de estos.

- Bueno... digamos que es una de las ventajas de ser un Auxilium.

- ¿Que? ¿Hablas en serio? -De pronto me sentía más emocionada con esto de ser una Auxilium.

- Súbete nena, entremos en esta belleza

Me subí en el auto, los asientos eran de cuero negro, era todo elegante y hermoso por dentro. Lo amaba.

Jael encendió el auto y con un suave rugido nos dirigimos de vuelta a las discotecas. Me sentía glamurosa en aquella obra de arte. Mientras nos dirigíamos a recoger a Jamie, observé la grandeza de la playa, conducíamos por las calles de Miami, y todo era luz y color, me deslumbré con lo colorido de la ciudad, y fue un buen respiro para aquella noche de locos.

Ese sentimiento se desvaneció una vez que llegamos.

Jael-Valentina detuvo el auto y divisé como Jamie estaba recostado a nuestro vehículo, visiblemente molesto.

Ok, Prepárate, esto va a estar bueno, me dije a mi misma.

Me acerqué  tan lento como pude, Jael se quedó en el otro auto, así que tendría que vérmelas con Jamie yo sola. Hacer eso no sirvió de nada, Jamie se acercó a mí a toda velocidad muy molesto.

- ¡¿Dónde demonios estabas?! -Gritó Jamie enfadado, rojo como un tomate

- Lo siento, me retrasé un poco... -Me disculpé

-  !¿Un poco?¡ -Gritó nuevamente -Son las 11:30 mamá nos asesinará!

  -Lo siento, en serio, es que llegó Jael y me hizo retrasarme, perdí la noción del tiem...

-Espera -Interrumpió Jamie - ¿Jael está aquí?

-Bueno si...

Sip, aquí íbamos de nuevo. Para resumirles las historia solo diré que Jamie había estado enamorado de Jael desde el momento en que la vió por primera vez, Jael sabía que Jamie estaba enamorado de ella, pero nunca lo había tomado realmente en cuenta, ella decía que él no era su tipo, a ella le atraían los chicos, de personalidad fuerte, serios, pero amorosos, altos y muy guapos. Y bueno... digamos que Jamie no entraba en esas categorías.

- ¿En dónde está ella? -Preguntó ansioso Jamie.

-En el auto. -Señalé hacia el Maserati.

-Ohhh, espera... -Exclamó sorprendido - Aquel carrazo de allá. -Achicó los ojos para aclarar su vista y visualizó a Jael. -Santa mierda, ¿esa es Jael?, ¿ese auto es de ella?

-Sip.

-Oh Dios, me he enamorado más... -Suspiró Jamie.

La verdad era que esa situación me empalagaba un poco, pero prefería eso antes que tener que lidiar con el mal humor de Jamie.

- ¿Qué te parece si tú vas con ella en su auto a casa y yo en el de mamá?

-Perfecto

Entonces me trepé en el auto y Jamie se dirigió hacia el de Jael.

Me relajé un poco al lograr que Jamie se fuera con Jael, así al menos no tendría que soportarlo en auto conmigo.

Aun no estaba del todo tranquila, especialmente al saber lo que nos diría mamá cuando llegáramos a casa. Me puse a pensar en lo que le diría cuando llegáramos a casa.

Entonces recibí un mensaje de Jael:

Ve pensando en que le dirás a tu madre cuando llegues a casa

Le respondí:

Es justo lo que hacía

Pensé y pensé, y por fin lo tuve. No fue lo más ingenioso pero funcionaría.

Llegamos a casa y estacioné el auto, visualice a mamá en la entrada de la puerta. Nos estaba esperando obviamente, su semblante estaba serio y su mirada irradiaba enojo, me asusté aún más.

Jamie bajó del auto y Jael se fue.  Yo también Bajé del auto temerosa de los posibles gritos que pegaría mi madre.

Jamie me miró y yo lo miré de regreso, el pensaba lo mismo que yo: Mamá nos mataría.

Llegamos al portal, el corazón me latía rápido, esta noche me iba a terminar muriendo.

-Entren -ordenó mamá muy seria.

Jamie y yo obedecimos, mamá cerró la puerta y nos miró directamente.

-Espero una buena explicación. -Exigió mamá

-Bueno es que... -Comenzó Jamie. -Bueno...

-Déjame a mí -Le dije. -Mira mamá, no entiendo por qué estás enojada, si supieras por lo que pasamos...-suspiré exageradamente.

- ¿De qué hablas? -preguntó confundida pero aún enojada

-Pues, es que mientras recorríamos la playa, nos topamos con una pareja muy amigable, hablamos con ellos un buen rato, fue divertido, ellos eran muy amables... -comencé a explicarle mi falsa historia, vaya mentirosa

Al final le dije que el señor casi moría y que le habíamos salvado la vida, mamá se la creyó toda.

-Lamento haberme enojado con ustedes, pero tienen que entender que estaba preocupada, pero lo que hicieron fue muy heroico. ¿Y como dices que se llamaba este señor?

Diablos... Pensé toda una historia fictisia y no le puse nombre al hombre ese, los de la escuela de mentiras estarían muy decepcionados

-Chris Vanhouten -Respondió Jamie ingeniosamente -Gracias, má -Dijo muy orgulloso.

-Vayan a dormir.

-Buenas noche, mamá -Dijimos Jamie y yo al unísono

Mientras caminábamos a nuestras habitaciones Jamie me felicitó:

-Buena esa...

-De nada.

Llegué a mi habitación y me recosté en la cama, éste había sido el día más agotador de mi vida.

No pude evitarlo y caí dormida inmediatamente con los recuerdos de la noche de locos esta.

Y entonces, en medio de la inconciencia del sueño

Imágenes... recuerdos, todo pasó como las imágenes de una película, y todo o casi todo estuvo claro.

Soñé sobre aquellas personas, yo las conocía...

Pero hubo algo que quedó grabado a fuego en mi cerebro

Elimina a Robert...

The Key: UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora