Parte 21

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Finalmente de tanto correr, llegamos a la base Auxilium, la energía que mi cuerpo tenía seguía latente, aún sentía la adrenalina corriendo por mis venas, literalmente, era consiente de cada parte de mi cuerpo, podía oír mi corazón latir, y todo era tan lúcido.

-Hemos llegado -Anunció Cameron.

Me quedé por un momento admirando la grandeza y majestuosidad de la puerta principal, pues es lo único que podía ver. La puerta tenía grabados de palabras que yo no podía reconocer, estas palabras brillaban tal cual oro, con fondo blanco puro, no podía creerlo, era hermosa e inspiraba una paz inmensa, era como quedar congelado en el tiempo y no querer salir de allí.

Lentamente sentí como mi corazón se iba calmando, y comencé a relajarme.

-Inspirador eh? -Admiró Valentina a su vez

-Se dice que un Ángel la ungió con el poder de Dios, para que lo guerreros cansados y desgastados encontraran paz al encontrarse con las Bases y no desmayaran, ya saben, Josué 1:9 -Citó Cameron

"Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas".

Okay, esperaba con muchas ansias que al recordar mi vida anterior estas cosas me las supiera de memoria, no quería parecer desubicada o estúpida, se veía que estas personas sabían mucho de la biblia.

-¿Lista? -Preguntó Valentina emocionada

-Eso creo -Suspiré

Entonces Valentina dijo unas palabras que me parecieron latín y luego la puerta se abrió.

Tome aire profundamente y me preparé para lo que sea que me esperara detrás de aquella puerta.

Di un par de pasos y atravesé el pórtico, en ese instante sentí como algo cambiaba en mí, no podía explicarlo, era como ser tele transportada o algo así; noté que había cerrado los ojos y entonces lo abrí, por poco me voy al suelo, de repente todo era luz y fuego, era como un gran salón en forma circular, gigante, el techo era cúpula que dejaba entrar la luz de afuera de modo que todo el salón estaba totalmente iluminado. Las paredes tenías adornos hechos con pintura que parecían de oro, la gente caminaba libremente de un lado a otro con normalidad, a los extremos de la sala había puertas por todos lados.

Entonces noté algo diferente, no referente a lo magnifico de la habitación, sino en mí.

Bajé la vista a mis vestiduras y ya no eran de algodón, ni mis jeans, era cuero, y mis zapatos era botas de combate, comencé a alterarme poco a poco, volteé en busca de Valentina, por un momento no pude localizarla, entonces me fije en una muchacha, la cabellera rojiza, aquellos ojos de colores diferentes, miel y azul, me hicieron recordar y caer en cuenta, de que aquella hermosa chica era ella, Valentina.

Toda esta nueva vida parecía tan irreal, era como un sueño, esos sueños de los que no quieres despertar jamás, pero la diferencia era que yo estaba viviendo el sueño y era hermoso, no importaba cuantas veces lo había vivido, era hermoso.

Valentina se encontraba detrás de mí, hablando con un señor que se veía de edad, las canas evidenciaban su edad y sus arrugas simplemente lo delataban. De pronto comencé a sentirme incómoda, el señor no paraba de observarme.

Sentí una mano que me agarraba del costado derecho, giré mi rostro y me encontré con Cameron, un poco diferente, su cabello era negro y sus ojos era Azules y no negros; lucía como en la visión que había tenido, una visión que parecía que hubiese pasado hace años.

-¿Que está sucediendo? -Pregunté confusa señalándome a mí misma, de la nada mi ropa había cambiado.

-Nena, estamos en la Base Auxilium, cualquiera que vaya de encubierto, una vez que entre a una base Auxilium vuelve a su forma verdadera. A decir verdad prefiero tus ojos de ambos colores -Sonrió Cameron

The Key: UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora