Parte 12

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Imágenes venían e iban sin parar como una galería, reservadas en lo más profundo de mi mente.

Y entonces todo estuvo claro.

Me desperté sobresaltada de la cama, el corazón me latía súper rápido, así que me tomé el tiempo para tranquilizarme, tenía que procesar todo lo que había recordado.

Hice una recapitulación.

1. No había venido a este cuerpo, ni había venido a tomar la identidad de esta chica, para divertirme o vacacionar, había una misión importante en juego.

2. Estaba completamente segura de que Eideen Stevens era solo una fachada, yo era Trisha Myfth y cumpliría mi objetivo.

3. Y algo de lo que estaba aún más segura. No Hay Tiempo que Perder.

Esa noche planeé lo que debía hacer la mañana siguiente, había perdido demasiado tiempo.

A la mañana siguiente, me levanté de la cama. Ya no me sentía como Eideen, pero no me sentía completamente como Trisha, una sensación extraña, me refiero a no saber cómo quien debes actuar, o que la manera en la que actúas es realmente tú.

Me dirigí al baño y tomé una ducha, cepillé mis dientes, me vestí, tomé unos vaqueros y una blusa ligera, agarré mis sandalias y salí.

Me topé con Jamie de camino hacia el comedor, y simplemente no sentí aquella sensación de hermandad, era muy extraño que de un día para otro sintiera algo completamente diferente, y por un momento me sentí mal haberle arrebatado la hermana a este chico, pero no había tiempo para sentirse mal, esta causa valía la pena, y mucho.

-Buenos Días -Saludó Jamie

-Buenos días -respondí de regreso.

-Aún no supero lo de ayer, en serio por un momento creí que mamá nos mataría. -Susurró Jamie

-Lo sé -Respondí. Me sorprendió lo fría que soné.

-¿Te sucede algo? -Preguntó Jamie, también confundido por mi repentina frialdad.

-No, solo quiero comer, me tendré que ir, tengo algo que hacer con Jael.

-Espera, ¿Jael irá? ¿Puedo ir? - Preguntó emocionado Jamie

-No -Respondí con la misma frialdad que antes, la verdad era que de alguna manera esa era yo, fría, nada más. Y supe que cada gota de vivacidad y felicidad, se estaba yendo junto con Eideen.

No dije más y me dirigí al comedor, supe que con la Señora Stevens tenía que comportarme un poco más como Eideen.

-Hola Sra. Stev.... -Me detuve en seco al notar que no la estaba llamando mamá -Mamá -Me corregí -Jael vino a la ciudad y me pidió que la acompañara a conocer la ciudad, ya sabes, es la primera vez que visita Miami y quería que le muestre lo mejor de aquí.

-Está bien, pero te quiero aquí a las cinco, la Sra. Miller nos ha invitado a cenar en su casa, además sería bueno que visitaras a Domenica...

Oh, Santa, Mierda.

Aunque parezca ya demasiado, Domenica era también una Auxilium, joven pero Auxilium, no de las que decidió ser buena, sino que es descendiente de dos Auxilium, el padre es un Auxilium oscuro, y la madre un Auxilium de la felicidad. Pero Domenica no tenía nada de la personalidad Feliz de su madre, ella tenía la maldad en las venas. La verdad era que Domenica no era una Auxilium en todo el sentido de la palabra, ella no se dedicaba a trabajar en contra de los malos demonios, su existencia, en mi opinión, era innecesaria.

La verdad era que Domenica no me agradaba nada, no sabía el por qué en realidad, pero sentía que era algo relacionado con mi verdadera vida, mi vida como Trisha.

The Key: UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora