Capitulo 25: Vreinx, mi hada

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Mi mente estaba dando vueltas, no sabía si era por mi desmayo o por el hecho de que HABÍA PERDIDO LAS JODIDAS CARTAS

Cada vez que pensaba más en ello sentía como si una tonelada más de peso recaía sobre mis hombros; no podía si quiera regresar a La Base sin las cartas, ellos me matarían, Haldof me matarían... Mierda, mierda y mierda...

Jamie... JAMIE!

J-O-D-E-R

Corrí inmediatamente hasta el lugar en que quedamos y he allí, nuevamente... Jamie enojado como el infierno, por un momento deseé con urgencia tener la capa de invisibilidad de Harry Potter y que nunca me viera, pero no...

No pasó mucho antes de que Jamie notara mi existencia.

-Donde... demonios... has... estado... -Dijo cada palabra con una lentitud asesina

-Y-Yo... -Comencé con la intención de explicarle, pero antes de que si quiera pueda terminar la frase Jamie ya estaba rodeando el auto para subirse al asiento del conductor

Abrí la puerta del co-piloto, iba a explicarle que me quedaría más tiempo por aquí, necesitaba encontrar las cartas

-Tendrás que irte solo... -empecé -En serio, tengo cosas que hacer...

-¿¡Estás loca acaso!? Mama te matará, y luego me matará a mí, y luego ¡matará nuestros cadáveres! Sabes qué... olvídalo, muere tú, a mí me interesa conservar mi vida...

-Lo que sea... solo... dile a mamá que quedé con Jael... -Cerré la puerta y me dirigí al complejo de Discotecas mientras escuchaba como Jamie aceleraba el auto y salía dejando una marca de huellas tras de sí.

La cabeza me empezó a golpetear desde adentro nuevamente con el simple hecho de pensar en las dichosas cartas

Las cartas, las cartas, las cartas...

No podía pensar con claridad, pero a ver... Trisha piensa... en donde estuviste...

Joder, joder, JODER.

El dolor en mi cabeza aumentaba, vértigos, mareos

No otra vez... Por favor no...

Y nuevamente, todo blanco... Lo siguiente sucedió demasiado rápido; un destello en blanco, una voz delicada -Tú solo pide pequeña, se te concederá, solo recuerda, que cada favor, se me recompensará...

Y nuevamente todo blanco. Y lo supe, todo había sido una más de aquellas cortas, pero reveladoras visiones. Bien, entonces había alguien que podía ayudarme...

Pero... ¿Cómo?, ¿Cómo funciona esto? Dios... esto de no tener memoria era una total mierda...

Y entonces, las palabras Auxilium luminescence, luminescence expectatur  emergieron en su mente como letras hechas en fuego. ¿Sería entonces eso? ¿Serían esas las palabras a pronunciar?

-Auxilium luminescence, luminescence expectatur -Susurró en medio de la acera esperando algún tipo de aparición milagrosa que trajera consigo algún tipo de hada que la salvara de aquella pesadilla; pero no... nada ocurrió se encontró a si misma pronunciando algún tipo de llamamiento como una total tonta hasta que se le pasó por la mente que quizá... solo quizá, esta cosa de la invocación no funcionaría en medio de la vista de todo el mundo... Por supuesto, que tonta... se dio una bofetada mental y corrió hacia la parte de atrás del complejo de discotecas delante de ella, allí en donde el mar se asomaba en el fondo, y sintió un cosquilleo en su estómago, algo como si un fuerte recuerdo se asomara, rápidamente sintió asimismo esa frustración de no poder recordar...

Ahuyentando aquella sensación se tranquilizó y volvió en sí... y repitió las palabras nuevamente...

-Auxilium luminescence, luminescence expectatur -Susurró. Y nuevamente... nada pasó. Diablos, ¿Qué sucede? -Auxilium luminescence, luminescence expectatur -Repetí con más convicción, con la esperanza de que, de alguna manera, apareciera algún tipo de luz mágica con la respuesta a mis preguntas.

Nada. No pasó absolutamente nada

Pero claro que no iba a pasar como iba a pensar que porque de alguna manera creyó ver algo eso significaría que era cierto, que ridícula...

Se dio la vuelta aún replicándose a sí misma lo tonta que había sido hasta que su sombra comenzó a hacerse más y más oscura, y una luz detrás de sí comenzaba a brillar con cada vez más intensidad

Entonces se volteó, y quedo casi totalmente cegada por la luz que la iluminaba, Santa Mierda...

-Tú solo pide pequeña, se te concederá, solo recuerda, que cada favor, se me recompensará... -Una dulce y melosa voz que provenía de aquella cegadora luz.

-¿Qué demonios...? -Comenzó a maldecir

-Ya has oído pequeña, soy Vreinx, trabajo para los Auxilium, y tú demonio, podrás pedir un deseo -La luz estaba comenzando a bajar su intensidad poco a poco - pero yo he de recibir algo a cambio pequeña... -Y entonces la luz se extinguió y pudo visualizar a una figura regordeta, forrada de harapos y su vista se fue enfocando más y más hasta que pudo distinguir su característico rostro y la sorpresa se dibujó en su rostro cuando notó que no era la fina tez que esperaba, sino al contrario de lo que su melosa voz decía, parecía más a esas brujas de las películas de terror, con verrugas y su arrugado rostro que para el momento había notado, verde.

-Entonces... ¿eres mi hada madrina? -Preguntó con el sarcasmo a punta de lengua

-Demonios, nunca perdiendo la oportunidad de humillar a los demás... -Replicó la hada

-No es lo que intentaba -Dijo en un susurro de repente sintiéndose avergonzada.

-Bueno Demonio, has de decirme lo que quieres, mi tiempo es limitado y tengo negocios que atender, así que piensa rápido y sabiamente, recuerda, de la magnitud de tu deseo dependerá lo que deberás darme a cambio de mi favor.

Trisha no necesitaba meditar mucho de lo que quería, aunque la parte en la que había que devolver el favor la atemorizaba, esta hada con cara de bruja y voz melosa no lograba convencerla del todo, pero, al fin y al cabo no tenía más opciones, así que finalmente lo dijo

-Las cartas de Grenchist

La bruja que se decía llamar hada la miró extrañada por un segundo y después simplemente asintió

-Tu deseo has pedido y será concedido, pero no has de olvidar que será retribuído  -Sentenció con un cierto deje siniestro que no le agradó nada.

Y entonces una visión que vino tan rápido como surgió, solo fué un pequeño escenario, pero suficiente para saber en dónde estaban...

El hada desapareció y quedó nuevamente sola en la playa, pero ahora con una meta, iría a por las cartas y cumpliría su misión.

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The Key: UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora