-¿Cuándo le dirás, Tara? -decía Mireya mientras hacíamos un trabajo para la escuela.-Nunca -pegué un sticker es su frente-. Deja de insistir con esa pregunta.
-Por favor, Tamarindo. Te recuerdo que si no tomas el coraje de decirle lo que sientes, hay alguien el Japón que lo está esperando -a veces odio cuando hace eso.
-¿Crees que no lo sé? -dije algo molesta.
-Venga, Tara, no te frustres.
-No lo haría si no me lo recordaras cada 5 minutos -dejé los plumones para enderezarme ya que estábamos trabajando en el suelo-. Es solo que siento que es pronto para decile.
-Y con pronto te refieres a que han pasado 6 meses -ella imitó mi acto-. Tara Isabel Mendes, te amo con todo mi corazón, pero, no estabas así cuando te gustaba Emiliano.
-No compares mi situación con Emiliano con esta, Mireya.
-Ups -rió-. Sigues maldiciendo el día en que fue a tu casa a verte y te dijo ese discurso ¿no?
-Todos los días.
-Por favor, no puede ser tan malo. A mi me gustaría que alguien me motivara así -ella se acercó a mí y me pasó su brazo por mis hombros-. Imagínate, salir con una promesa del fútbol japonés. Oh por Dios, serían perfecto.
-Te emocionas más tú que yo -reí.
-¿Ahora notas lo incómodo que es eso? -era verdad que suelo ser algo pesada con ella respecto a sus posibles parejas.
-Lo siento -fue lo último que dije antes de seguir con el trabajo.
Después de trabajar y hacernos mensas, terminamos nuestro cartel para una exposición. Recogimos nuestras cosas, yo por mi parte, guardé todo en mi gran mochila, ya que de la casa de Mireya me iría a entrenar.
Salí de su habitación y me despedí de su madre, con la que me llevó bastante bien.
El auditorio donde entreno con las abejas no está muy lejos de la casa de Mireya. Caminé unas cuantas cuadras, había llegado media hora antes, el tiempo perfecto para poder quitarme mi uniforme escolar y ponerme mi ropa de entrenamiento. Me metí a los baños, que los usamos como vestidores, ahí me pusa una blusa rosa fuerte, pegándole al fucsia; el clásico short negro de licra; mis calcetas, una era de Bob Esponja y otra era de Patricio. Antes de ponerme mis tenis, me puse las rodilleras que mis hermanos Ricardo y Marcelo me regalaron, ya que las que tenia parecían tortillas de lo delgadas que estaban.
Salí de uno de los baños para ir al lavamanos y peinar mi nido que tengo por cabello.
Ya que salí de ahí, ya habían llegado unas compañeras y nos dispusimos a calentar, para seguido de eso, comenzar con el entrenamiento.
• • •
-Señorita -escuché una voz gruesa detrás mío.
Yo toda miedosa, me sobresalté, y poco a poco vi quien era. Era mi hermano.
-Casi me da algo -dije-. No sabía que entrenabas hoy.
-Te recuerdo que hago acondicionamiento físico los lunes, miércoles y viernes.
-Hoy es jueves.
-Entonces mi entrenador nos vio la cara de idiotas -se percató de mi mochila la cual parecía que iba a estallar-. Dame tu bomba.
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One Shots »Captain Tsubasa/Súper Campeones
Fanfiction➡️One Shots y mini Fics. »Pedidos Cerrados. 🔴¿Estás en espera de que tu Fanfic lo actualicen y no sabes cómo matar el tiempo? Pues estás en el lugar indicado. 🔹Aquí encontrarás variedad de historias con nuestros amados jugadores del Nankatsu, Toh...