➡️Gino Hernández.

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Pareja: Gino y Michelle (pedido)

Título: La chica de la peluca.
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—No jugarás Michelle, he dicho —dijo con firmeza mi padre.

—No puedes decirme qué hacer con mi vida, papá. Yo amo el futbol y... —pero me vi interrumpida por mi padre, otra vez.

—Suficiente —tiró de mis brazos con fuerza para quitarme el balón—. Olvídate de jugar y sobre todo del deporte —cerró la puerta de mi habitación.

Frustrada me tiré a mi cama.

Todo se había ido a la mierda desde que mamá nos abandonó por su nuevo novio. Al menos vive en la ciudad y en las vacaciones voy a verla. Desde entonces papá me ha prohibido muchas cosas; el futbol es un ejemplo de eso.

De hecho, mis padres se conocieron gracias a ese deporte, y lo odia debido a lo sucedido.

Miré el reloj, faltaba media hora para que papá se fuera. Todos los días sale a la misma hora, encerrándome las evitar salir, o eso cree el.

Una vez que escuché el portazo, tomé todo lo que siempre uso. Tomé mi uniforme de fútbol, me lo puse obviamente. Después de eso, me miré al espejo y asentí. Saqué del cajón grande de mi tocador una peluca de mi tono de pelo, pero más oscuro, y corto.

Era perfecta la peluca, ya que tenía un flequillo que me tapada lo suficiente el rostro y me hacía algo irreconocible. Tomé mi mochila y balón, y salté de la ventana. El campo no estaba muy lejos de mi casa, sólo dos cuadras y llego. 

—Taiga Aisaka —habló una chica detrás mío.

Lo había olvidado, Taiga Aisaka es mi nombre aquí. Nadie debe de saber Michelle juega. Pero bueno, juego bajo el nombre de otra persona que no existe, creo.

—¿Nina, pasa algo? —pregunté con naturalidad.

—Claro que si, Taiga, mira —me hizo girar 180º para ver la siguiente escena: Gino Hernandez.

Conozco a ese chico desde yace un buen tiempo. Pero no fue hasta ahora que comenzamos a hablar. Esto es malo. Sabe que juego futbol porque me ha visto, es más, jugaba con el en la primaria.

Tranquila, respira, y sólo ignóralo.

—¿Te pasa algo a ti? Te veo rara.

—¡Si! —tomé del brazo a Nina y la llevé aún lugar lejano del campo donde nadie nos viera o escuchara—. Es hora de decirte la verdad.

Y ahí fue cuando le conté sobre que soy Michelle y no Traiga. Lo bueno que se lo tomó bien, creo.

—Ya sabía —sonrió—. Desde hace mucho, pero no quise decir nada porque me vería mal confundiéndote con alguien más.

—Nina, me lo hubieras dicho.

—Oye, tú eres extremadamente buena guardando secretos. Yo me di cuenta hace no más de 2 meses —se encogió de hombros—. Llevas más de un año guardando este secreto, es increíble.

—Ahora...

—Ahora saldremos de aquí, iremos al campo, jugarás, le meterás un gol a esa perra que te quiere quitar a Gino y comemos algo. 

One Shots »Captain Tsubasa/Súper CampeonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora