One Shots »Captain Tsubasa/Súper Campeones

➡️Oliver Atom/Tsubasa Ozora.

Pareja: Oliver/Tsubasa y _______ [Pedido].

Título: Feelings.

Nota: aquí Misaki y Wakabayashi si se fueron a Francia y Alemania, pero volvieron para la prepa, y Tsubasa no se fue a Brasil. Todos formarán parte de la preparatoria.

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—¡Tsubasa! —inmediatamente volteo hacia la dueña de la voz, era ______.

—Hola, ______ —saludo con una sonrisa—. ¿Todo bien?

—Todo correcto y yo que me alegro —ella ríe—. ¿Vas a la práctica de hoy?

—¡Si! —respondo entusiasta—. ¿Vienes?

—Por su puesto que si, Tsubasa. Por nada del mundo me lo perdería.

Comenzamos con la caminata hacia el bachillerato del Nankatsu. Durante el camino, no parábamos de hablar, por más ridículo que fuese el tema, siempre era bueno oír su dulce voz.

Ella es una chica muy linda, bastante diría yo. No diría que me gusta, bueno, si. Ella me importa y me interesa, pero me cuesta hacerlo notar, tomar la iniciativa o el simple hecho de invitarla a salir me daba escalofríos. A veces quisiera ser igual de bueno con las chicas, así como lo soy en el fútbol. Tener las agallas de Wakabayashi, o ser romántico como Misaki, inclusive tener el sentido del humor de Ishizaki. ¡Nada! Creo no servir para esto.

Poco a poco visualizabamos el campo del Nankatsu, y aunque mis ganas de jugar fútbol son muy grandes, no quería llegar tan pronto, eso lo podía notar porque comenzamos a caminar más lento.

—¡Ustedes dos! —gritaba Ishizaki desde la entrada—. Métanle nitro, ya sabemos que se desean, pero los besos serán para después.

—Estás medio malito de la cabeza, Ryo —responde _______—. ¿Estás bien? ¿Tienes fiebre? —ahora ella me pregunta mientras me mira y pone su mano en mi frente—. ¿O será que nos asoleamos de más?

Creo saber porque lo decía. Sin darme cuenta me había puesto rojo gracias al comentario de Ishizaki. Me quería hacer pequeño en ese momento.

—C-Creo que fue por la insolación —digo soltando una risa nerviosa.

Ella me mira no muy convencida.

—¿De acuerdo? —eso sonó más como una pregunta que como una respuesta—. Vamos, señorito Ozora, que Ishizaki se quedará calvo si no llegamos —me toma de la mano y comienza a correr.

Era la primera vez sentía su mano. Tan cálida y suave. ¿Así se sentía estar en el cielo? Ahora me imagino como sería tomarla su mano a diario, sin temor, por todo un día, o quizás para toda la vida.

Sentía una presión en el pecho, y no era por correr, a su vez varias sensaciones venían de mi estómago, como si tuviera mariposas. Jamás me había sentido así, y aunque era la primera vez que sentía algo así, me gustaba la sensación. Voy a perder la cabeza si sigo teniendo mi mano unida a la de ella.

—Por fin —anunció la de cabellos negros.

—Buenas tardes, chicos —Wakabayashi llegó por detrás nuestro.

—Hola, Wakabayashi —saludamos.

—¡______! —Yukari hace que nuestra atención se vaya hacia ella—. Que bueno que estás aquí. Sanae llegará tarde y necesito de tu ayuda —Yukari jaló del brazo a _______ y se la llevó.

—Los veo al rato —se despide.

—Vi que venían de la mano —me sobresalto al escuchar a Wakabayashi—. ¿Ya le dijiste?