One Shots »Captain Tsubasa/Súper Campeones

Tom Misaki/Taro Misaki ⚽5⚽.

-¿Como estuvo la fiesta desde que me fui? -preguntó Emma. Ya era lunes, se suponía que le daría el dibujo hoy, pero no paraba de preguntarme sobre lo acontecido en la fiesta desde que se fue.

-Fue inolvidable -dije con una sonrisa boba.

-¿Kira, que pasó? -cuestionó burlonamente.

Justo en ese instante Misaki entró al salón, no pude evitar ponerme roja después de recordar lo sucedido en el baño.

-¿Así que de eso se trata?

-Emma, hay cosas de las que no podemos hablar aquí -dije avergonzada y más roja que un tomate.

-¡AAHH! -pegó un chillido.

Reí tímidamente, mientras que veía de reojo a Misaki, éste hablaba con Jules y Marcel. No sé si se percató de que lo miraba, pero volteó hacia dónde yo estaba y una sonrisa se asomó por su rostro al tener contacto visual conmigo. Inmediatamente la esquivé, aún estaba roja, pero esa sonrisa boba no se borraba en mí.

-¿Son novios? -preguntó en voz baja.

-No -la sonrisa se me borró.

-Es Misaki, no creo que tarde hacerlo oficial -ese comentario hizo que me pusiera más roja aún.

-Solo fue un beso, no creo que eso signifique algo.

Emma arqueó una ceja, ella discretamente se acercó a mí y descubrió el pequeño chupetón que tenía. Me quería morir.

-Claro, solo un beso.

-¡Te juro que no lo hicimos! -por la expresión de Emma, creo que parecía que me faltaba aire.

-Kira, respira -me tomó por los hombros-. Lo que haya sucedido ese día déjalo para ti -Emma hizo y característica sonrisa de oreja a oreja, dejando ver sus blancos y perfectos dientes-. Creí que se habían besado y quería saber los detalles, pero viendo eso -decía refiriéndose a chupetón-. Se que la pasaron increíble.

-Casi lo olvido -saqué de mi mochila con mucho cuidado el retrato que había hecho de su madre-. Aquí está, como lo prometí.

-¡Muchísimas gracias, Kira! ¿Cuánto te debo?

-Ya te había dicho que nada -sonreí-. Y ni se te ocurra dejarme el dinero cuando esté despistada.

La rubia hizo un puchero muy gracioso.

La campana sonó, Emma volvió a su lugar. Yo veía a Misaki acercarse. Aún no estaba lista para volver a cruzar miradas con él. El solo verlo hace que las escenas del viernes vuelvan a mi cabeza. Aunque no lo hicimos, el recodar cada caricia, cada beso, ese chupeton, me ponía los pelos de punta.

Misaki se acercó y se sentó enfrente mío como de costumbre, al verme me dirije una sonrisa y se sienta para sacar sus cosas.

Toca matemáticas, yo con sueño y sintiendo como la respiración se me va por tener a Misaki enfrente mío.

La profesora entró, y como ella no tiende a perder su tiempo, una vez sentada en el escritorio, sacó sus marcadores y la lista. Como cada lunes a primera hora, pasa la lista nombrando únicamente nuestro apellido. Uan vez que dijo el mío comencé a divagar, dibujando en el marco de la libreta una flores, muy original.

La voz le la señora Lefevre sonaba por todo el aula, no le prestaba atención, solo hacía por que oía y anotaba todo lo que ponía en el pizarrón.

Tenía la vista hacia el enfrente viendo lo siguiente que anotaría, vi una nota en la paleta* de mi lugar. La abrí para dejar ver la letra de Misaki.