Puedo Tenerlo?

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By Off

Ese chillido me estaba volviendo loco. Por más que ponía las manos en mis oídos para tratar de apaciguarlo, no podía. Es tan agudo que me es imposible soportarlo. Solo intentaba dormir un poco antes de llegar a Sagain. Donde se llevaría a cabo el congreso anual sobre el manejo apropiado de la ingeniería industrial. Y como jefe grupal, me toca asistir y dar el discurso final de agradecimiento por representar a Booyaket ING.

Sin duda alguna será una larga semana, llena de reuniones aburridas donde personas con sobre peso hablarán hasta por los codos o hasta que los demás babeen del sueño que les provocan.

-Señorita -No aguantaba un minuto más, llamé a la azafata que en ese momento pasaba por mi lugar. Llevaba su traje de color marrón y azul cielo. -Disculpe, usted podría decirle a la mamá de ese niño, si lo podría callar de una buena vez...me está dando dolor de cabeza.

Ella sonrió apenada y gesticulando con las manos, respondió.

-Ya me he acercado a ella, otros pasajeros ya se han quejado también -Explicó -Dice que su bebé tiene un poco de fiebre porque sus dientes están saliendo, es por ello el malestar...ya le hemos dado medicamento y esperamos a que dentro de poco pueda calmarse. Por favor señor, tenga un poco de paciencia, si desea algo más no dude en comunicarse con nosotros, estamos para servirle.

Aquellos alaridos que soltaba ese niño de verdad que ya no los soportaba y no era el único, los demás pasajeros se sentían incómodos también, así qué no me sentí tan mierda por quejarme. Me encogí de hombros y traté de dormir con la clara convicción de que jamás, pero jamás de los jamases, tendría niños a mi cargo, son una gran responsabilidad y generan muchos gastos, puff.

Me estremecí y los vellos de mis brazos se levantaron al solo barajar la idea de tenerlos. Seguramente Gun querrá adoptar alguno cuando nos casemos y, estoy de acuerdo, mientras él ya sepa controlar sus necesidades primarias, como ir al baño y esas cosas, no me veo cambiando pañales.

Esta semana a sido intensa. Mild volvió a trabajar, y para mi sorpresa no se ve como si hubiese estado enferma, se mira resplandeciente, su piel más brillante, en la cara tiene unas pecas claras que antes no tenía, a pesar de ello se ve muy sana. Además de todo eso, está muy tranquila, hablando más relajada con los chicos del grupo, especialmente con Plan, ya que ni le dirigía la palabra y si lo hacía era de mala manera.

Ella sigue enviándome mensajes de texto, obviamente yo no le respondo y los elimino de inmediato, no quisiera que Gun los vea por ningún motivo, es por eso qué nunca dejo solo mi celular, lo llevo hasta al baño, aunque he cifrado clave para su chat, no quiero llevarme ninguna sorpresa un día de estos.

Ese niño por fin se ha callado. Estiro una manta por mis piernas antes de buscar una posición cómoda para dormir. No quiero seguir pensando en Mild, y agradezco al cielo que no tenga que verle la cara en toda esta semana.
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-Por aquí señor.

Al llegar al hotel donde se llevarán a cabo las actividades me registro inmediatamente, el botones me guía al décimo piso y me entrega la tarjeta magnética que abre la puerta. Es una suite amplia de dos piezas más una pequeña cocina y recibidor. Tiene que ser amplia porque será compartida con el representante de los directivos que vendrá en pocos días. Antes de irse le doy propina y pido unas aspirinas para el dolor de cabeza, sinceramente aún puedo oír a ese niño llorar dentro de mi cabeza. Una vez más confirmo que jamás seré un buen padre. Los niños no me gustan para nada.

Revisando la hora y el programa que me han dado, tengo el tiempo justo para tomar una ducha y salír para la bienvenida al congreso y eso será...dentro de dos horas. Me pregunto que estará haciendo mi Gunnie. Lo llamare ahora mismo.