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By Gun.

Despertar con una sonrisa en mi rostro no era algo nuevo. A pesar que estaba frío y vacío el otro lado de la cama. No me sentía solo realmente.

Sabía que Tay seguía aquí, conmigo. Eso era suficiente para mi. El sol entraba por el vental, extendí el brazo para alcanzarlo. Era cálido. Tan cálido como la compañía que había en casa.

Llevé una mano a mi corazón, palpitaba lento, con total normalidad, mis ojos se fijaron en el cielo limpio, un azulado inmenso, profundo, me perdí en su oceánico color, el canto de los pájaros eran una melodía dulce que no se perdía por el ajetreo de la vida cotidiana de cada persona.

Cerré los ojos. Mis pensamientos me llevaron a la persona que más he amado en toda mi vida, extrañaba a Off más que a nada en el mundo. Pero...no era el único sentimiento que mi pecho albergaba.

-Miedo -Pronuncié en un susurro.

Eso fue lo qué sentí cuando Tay se alejaba, sus pasos firmes se desvanecían mientras se alejaba, y mis latidos se agitaban con cada uno de ellos.

Le mentí.

Cuando preguntó de espaldas a mí ¿que tanto había escuchado? le dije que solo cuando él se despedía. Le regañé por ser infantil, él no podía simplemente irse después de que confesara sus sentimientos.

Estoy confundido respecto a ellos, no se como tomarlos, ¿como debería hacerlo? no se como actuar, no se como acercarme a él sin hacerle daño.

Tay me hace sentir especial, querido, importante. No digo que Off no lo haga. Pero Tay es...diferente es como un hermano.

Tengo que repetirme esta palabra muchas veces al día, para no caer en alguna especie de trampa creada por mi mismo con hilos de seda.

Dudo mucho que él pueda sentir todo eso que dijo. ¿Quien podría sentir miedo de perder lo que no a conseguido? ¿Quién pudiera amar las imperfecciones que hay en mi?

Miro el reloj de la mesita de noche dándome cuenta que ya es bastante tarde. De una patada la sabana que me cubría cae al piso. El olor a vainilla es cada vez más fuerte, la puerta está abierta y una pequeña corriente de aire trae aquel agradable aroma.

Después de una ducha rápida y vestirme con algo cómodo, estoy listo para bajar las escaleras, el olor del desayuno hace que mi estómago de un rugido. Doy gracias a Dioses que Tay sepa cocinar, porque yo quemo incluso el agua para el café.

¿Donde estará mi celular? desde ayer que no se nada de el, lo he buscado incluso en el baño, pero nada que aparece, lo peor es que hoy quedé con Lili para ir donde Joss.

Se escuchan muchos ruidos en el patio trasero asi que me dispongo ir hacía allá, pero el timbre detiene mis pasos. Es Lili.

-H-hola Gunnie - Me saluda con un beso rápido en la mejilla y se sonrroja hasta las orejas.

-Lili, pensé que nos veríamos donde Joss más tarde.

-Oh, si...eso, es-es que ayer dejaste tu teléfono en la universidad. -De su bolsillo delantero sacó el teléfono y me lo extendió. -Pensé que lo podrías estar buscando, por eso vine a regre...

Los ojos de Lili que hasta este momento sostenían mi mirada, se movieron rápidamente de dirección y fueron directamente al pasillo que da al patio trasero. En cuestión de segundos ella prácticamente ardía en llamas, estaba tan roja que realmente parecía que se estaba quemando viva, incluso de sus orejas parecía salir humo, la vi tragando saliva con dificultad y sus ojos casi lagrimeaban.

Puedo Tenerlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora