El ir y venir de tanta gente tenía literalmente mareado a Off.
Algunas de las enfermeras se veían realmente agotadas. En sus rostros se podía ver el peso que llevaban al atender a cada uno de los pacientes, cada uno con diferentes historias, diferentes vidas, diferentes realidades.
Se golpeó repetidas veces la frente por no estar allí en cuanto Mild entró al quirófano. Por supuesto que quería estar presente cuando nacieran sus hijos. Pero no pudo. Tenía que ir a buscar las cosas para los bebés.
Ciize le había dicho que elija prendas que sean cien por ciento de algodón y nada sintético o muy apretado.
Que difícil fue buscar entre tantas prendas unas que sean lo que Ciize había especificado.
Su cama quedó hecha un lío con tantas cosas regadas en ella.
Y allí estaba, con dos pequeñas maletas en sus manos.
Una era de color azul y blanco, donde tenía las prendas del bebé. La otra era rosa y un poco más grande que la del niño, pues las niñas necesitan de muchas cosas mas.No fue muy complicado elegir que usaría el pequeño, ya que la ropa de niño es bastante común y fácil de conseguir, eligió varias pijamitas con sus pantaloncitos, gorritos, camisetas y sudaderas a juego, calcetines y mantas no podían faltar.
El gran reto fue buscar las cosas para la bebé.
La ropa de niña es demasiado difícil de elegir, entre tantos colores, encajes y formas. Había escogido algunas pijamas, todas en distintos tonos rosas o violetas. A Off le pareció demasiado tierno un enterizo rosa con orejas de conejito, en el centro del traje tenía el lema -la princesa de papi-. Esa prenda le había robado el corazón a Off apenas la vio en el escaparate de una tienda en Vietnam, y él no podía esperar a verla puesta en su pequeña princesa.
Sonreía como un bobo al solo imaginar como serían sus mejillas, sus ojos y cabello.
Off rogaba a los dioses para que ninguno de ellos herede su gran nariz, pero amaría si sus ojos fueran iguales a los suyos.
Ahora Off se encontraba en un apartado especial entre la sala de emergencia y las diferentes salas donde esperaban los futuros padres. Bueno, aquellos que no acompañaron a sus esposas al parto. Off se había perdido aquello, aunque Mild y él no tenían ese tipo de relación, aun así quería estar presente.
El corazón de Off tenía una rima rítmica y constante. Sus manos sudaban y los vellos de sus brazos se erizaron sin razón. Sintio un frío recorrer desde su espina dorsal hasta la planta de los pies. Exhaló. De pronto todo se volvió un caos dentro de él al divisar a la pequeña doctora salir por las puertas dobles.
Bum. Bum. Bum.
Parecía que galopaban en su pecho. Sus pies rápidamente se dirigieron a donde Ciize estaba estática y mirándolo de arriba abajo, fijándose en las dos pequeñas maletas. Lagrimas surcaban sus mejillas y Off pensó que serían de felicidad.
-¿Ciize? -Preguntó al ver que la mujer frente a él no decía nada, su mirada clavada en el piso, sus manos apretadas en puños y no estaba totalmente seguro si ella había escuchando. Off tuvo que apretar ligeramente su hombro para que ella levantara la mirada.
Ciize no sabía cómo tenía que decirle a Off que Mild y su hija habían fallecido.
Como doctora, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había repetido aquellas palabras. En cada una de las ocasiones las reacciones de los familiares rompían su corazón. La medicina tiene su lado oscuro. Ella había decidido ser doctora para ayudar a la gente, no para decirle a sus familiares que no lo habían logrado, que no volverían a hablar con ellos, tomar una taza de té mientras hablan sobre su día. Otro apretón hizo a sus ojos encontrarse con los de Off.

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Puedo Tenerlo?
Tiểu Thuyết ChungEl amor no está en donde creemos. Muchas veces frente a nuestros ojos existe una persona maravillosa que está dispuesta ha hacerte feliz sin importar que tan roto/a estés, solo dale una oportunidad, solo date una oportunidad. ʚïɞ.•*¨*•.¸¸♬ʚïɞ.•*¨*•...