Puedo Tenerlo?

Especial♡

🍯Miel... ❥❥

By Gun.

El olor a cuero y acero llenaba mis sentidos.

La pequeña y frágil minifalda dejaba al descubierto desde la mitad de mi trasero hasta mis apretados testículos.

Tiras blancas de suave cuero bajaban por mi cuello, argollas metálicas las unían entre sí y cubrían mi cuerpo desnudo.

Mis pezones estaban descubiertos al igual que mi pene semiduro se levantaba por debajo del dobladillo de la falda.

Un delicado y blanco liguero de encajes bajaba por mis caderas hasta unirse a las bandas de cuero en mis muslos.

Por encima de mis suaves gemidos se podía oír la mezcla de varios instrumentos musicales llenando el espacio de la más hermosa música erótica.

La tenue luz roja que estaba sobre la base del tubo de cromo me permitía ver el brillo malicioso en los ojos de Tay.

Me estremecí por completo.

Sentía su intensa mirada cavando por todo mi cuerpo con cada nuevo giro o pirueta sobre el tubo de Pole Dance.

No estaba seguro de hacer esto. De hecho. Aún me siento muy tímido y avergonzado.

Una tarde estába hablado con Krist sobre donde pasaríamos la luna de miel, en ese momento no sabía realmente dónde ir. Nos pusimos a investigar y este hotel en la costa de México llamó mucho mi atención, precisamente por los tubos en las habitaciones.

-Creo que esto es una mala idea. -Dije a Krist cuando hicimos la reservación.

Él hizo una mueca picaresca y gesticuló con las manos para sentarnos en los taburetes de la cocina. Yo asentí no muy convencido.

-Escucha. -Me dijo. Yo pasé saliva al ver su seriedad. -llevas muchos años con Tay, ¿quieres que él pierda el interés en ti?

Negué bruscamente.

-Claro que no, pero...¿Qué debo hacer entonces?

Me dejó ver sus dientes al sonreír con malicia.

-Es muy fácil. - Me dijo. -Debes ser una dama en la casa y una puta en la cama.

Abrí mis ojos de par en par, sentí mi rostro arder hasta el inicio de mi cabello. No sé qué tipo de expresión habré tenido, pero él me pasó un vaso de agua antes de volver a poner su atención en mí.

-¿Lo entiendes? -Preguntó y yo asentí sin poder levantar la cabeza por la vergüenza.

Una semana después me atreví a tomar clases de este baile. Para este día. Quería que mi esposo fuera mi único espectador. Mi única audiencia. Fue muy difícil asistir, pero con algo de ayuda de Krist, lo logré.

Y por como Tay me come con la mirada, creo...que si logré sorprenderlo.

Apenas hemos llegado al aeropuerto y cubrí con una venda sus ojos. Todo el camino lo había pasado así. Cuando entramos en la habitación me he cambiado a la velocidad de la luz, a él lo he sentado en un sillón negro frente a un altillo donde reposa el tubo. No tenía ni la menor sospecha de lo que planeé para él hasta que le quité la venda y mi desnudez quedó ante sus ojos.

Sentí temor de que se enojara o le pareciera vulgar. En vez de ello, sus ojos se dilataron de inmediato mientras recorría mi cuerpo con la yema de sus dedos, incrédulo de lo que tenía frente a él, le temblaba el pulso y su respiración se volvió agitada, acalorada.

Vi el movimiento de su nuez un par de veces antes de apretarme el culo con saña hasta dejarme marcas rojas plasmadas con sus dedos, amasaba cada una de las mejillas mientras lamia sus labios secos carentes de humedad, me incliné con la lengua fuera e hice el amago de besarlo.