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Las manos de Off viajaban dudosas hacia abajo, al pantalón del pijama de Ian. Se repetía una vez más que era tan fácil como se veía en los videos de YouTube.

-Si ellos pueden, yo también, además se ve muy fácil -Fueron sus palabras de aliento.

Claramente él era un padre responsable ahora y, como padre primerizo, le dio vergüenza admitir que no sabía nada de cambiar pañales o dar duchas a los bebés. Gracias al cielo aprendío a preparar la fórmula para los biberones. De otro modo él estaría en verdaderos problemas.

Una de las enfermeras había dado un rápido "tutorial" de cómo hacer cada cosa para sus hijos. Off trataba de tomar la mayor cantidad de notas mentales de lo que la ágil mujer hacía. No fueron suficientes.

-¿Lo entendió? -Había preguntado ella, y él tontamente asintió con la cabeza. Gran error.

Ahora sabía que estaba jodido.

Él había practicado un poco con uno de los osos de peluche que compró para Isa. En ese momento le pareció tan fácil como comerse una paleta de un solo bocado.

Que equivocado estaba.

Se preguntó si llamar a la mujer que "amablemente" le dio su número sería una buena opción. No, de ninguna manera. Él podía con eso.

Al final y la incomodidad de Ian solo era porque estaba mojado, nada más.

Con esa idea en su cabeza, y sintiéndose nuevamente envalentonado, empujó el pijamita celeste por las piernas del bebé.

El olor y color amarillo en el pijama de Ian se llevó todas las esperanzas que Off tenía de que aquel trabajo sería fácil.

Pasando saliva por su garganta se preparó para abrir las cintas adhesivas.

-Okey...aquí vamos... No temas, todo saldrá bien. -Decía Off a su hijo. Aunque pensándolo bien, tal vez se lo decía a sí mismo.

A quien mentía ,eso lo decía por él mismo. Tenía miedo de dañar al bebé. Era la primera vez cambiando un pañal en su vida.

Se preparó con un pañal limpio, toallas húmedas, talco, crema, un pijama nuevo, otro par de calcetines y como no, una pinza para su nariz.

-Bien, tu puedes Off, tu puedes -Se repetía su mantra.

La operación pañal comenzó cuando retiró ambas cintas adhesivas a la vez, trató de recordar lo que había hecho la mujer, siguiendo su instinto retiró el pañal sucio y lo tiró dentro de una bolsa de basura junto con el pantalón del pijama. Seguramente ya no serviría.

-Bien, muy bien. -Se felicitaba.

Tomó ambos piecitos y los elevó para pasar la primera de las toallas por las nalguitas de Ian.

¡Seis toallitas no eran suficientes!

Cuando Ian quedó más o menos limpio, Off lo dejo reposar nuevamente en la cama.

Estar de rodillas frente al bebé había sido de gran ayudar al momento de la limpieza. Off recordaría eso.

Con ayuda de unas tantas toallas más, Off dejó a Ian listo para el nuevo cambio.

Solo fue un segundo lo que perdió para tomar el nuevo pañal. En ese segundo la vida le daría una gran lección, a la larga, le agradecería a Ian por enseñarla en el primer día.

Off sintió como gotitas cálidas de su -ya no tan limpio bebé- resbalaban por su barba de quince días. Incluso la cama tenía varias gotas dispersas. Ian se había hecho pipí mojándose en el proceso, y como no, mojando la cara de Off también.

Puedo Tenerlo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora