- Capítulo 16: "Alcohol y Cordura" -

636 65 1
                                    

Después de que Alex se fuera, creo que perdí la conciencia producto del vino. Revise lo que debía hacer y después de eso, me bebí todo el vino que teníamos en casa. ¿Qué era lo que tenía qué hacer? ¿Mentir o decir la verdad? Si miento me meto en problemas y si digo la verdad, me meto en problemas. No hago nada bien últimamente. 

Además de soportar mí borrachera en la mañana, tuve que responder las preguntas de Lorna y Nicky sobre lo qué había pasado. No quisieron decirme donde estaba Alex, pero sabía que estaba bien y por lo menos eso me tranquilizaba.

¿La iría a ver hoy? ¿Llegaría a nuestra sesión de terapia con Brooke? No tenía la menor, idea de si quería seguir con esto ni mucho menos si lo que yo hacia estaba ayudando a nuestra relación.

Llegue a mí oficina de muy mal humor, no quería que nadie me hablara y eso era por dos razones; primero porque tenía una resaca del terror y segundo porque nadie podía solucionar mí humor excepto Alex. 

Sophia: buenos días, Piper. ¿Repasamos la agenda?

Piper: Sophia por favor……-me tomó las manos mientras estoy recostada en mí sillón- hoy solo necesito algo para él dolor de cabeza, al menos 2 cafés bien cargados y que nadie me moleste.

Sophia: tienes 2 reuniones, la primera a las 11 y la segunda a las 4 de la tarde.

Piper: suspende la de las 4 de la tarde.

Sophia: pero es importante.

Piper: no, no puedo asistir.

Sophia: ok, la suspendere.

Piper: ¿algo mas para hoy?

Sophia: si, la selección de las modelos para la próxima edición.

Piper: ¿alguien mas no lo puede hacer?

Sophia: lamentablemente no.

Sophia me ayuda a levantarme del sillón, me da un poco de agua y unas pastillas para el dolor de cabeza y me dirijo con mí café bien cargado. Subo las escaleras mientras todos me observan pasar, se que susurran que soy una mujer misteriosa que no hablo ni cuento mucho de mí vida privada pero es porque en el fondo eso es, ¿no?

Me comporto cómo la peor editora de la revista, le grito a mis empleados porque según yo no han hecho su trabajo y solo se que es una forma de desahogar todo lo que tengo en mí interior y qué no puedo decirle a nadie. Durante toda la mañana mí cabeza duele y mí estómago está revuelto, y después de mí reunión, habiendo almorzado solo un jugo y una manzana me dirijo a la cita que tenemos con nuestra terapeuta.

Brooke es una terapeuta bien reconocida en Nueva York, tiene su consulta en uno de los edificios mas caros de Manhattan y se que cada sesión sale digamos que bastante costosa porqué soy yo la que las paga. Me siento a esperar, bebo mí jugó y tengo miedo a qué Alex no llegue cómo siempre lo hace.

Escucho voces, Brooke despide a una pareja que estaba antes y me sonríe. Me hace pasar adentro, me siento en el sillón de color blanco que tiene dispuesto para las parejas y nos quedamos mirando por unos segundos. Mis piernas tiemblan y no dejo de mirar el reloj, teníamos nuestra cita a las 4 y Alex ya lleva 10 minutos atrasada.

Brooke: ya son las 4:10 de la tarde, ¿estas segura que vendrá, Alex?

Piper: creo que debiera hablar con tu secretaria y pedir otra cita, la verdad es que no creo que Alex venga.

Brooke: no, no vamos a desperdiciar está sesión. Siéntate, Piper. -me dice cuando ve que me levanto para ir a la puerta- te tomaste el tiempo de venir y quiero saber aunque sea solo de tu parte cómo les fue en está semana. Quiero que me cuentes tu como les fue con la tarea que les había propuesto y que no habian logrado.

Mi Adorada Esposa InfielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora