7 días perfectos ya llevábamos con Alex desde que habíamos regresado de Miami. Al parecer todo iba perfecto entre nosotras y eso se veía reflejado en nuestra familia y en el desempeño de nuestro trabajo.
Sophia: señora Piper, ¿Irá a almorzar o quiere que le traiga algo?
Piper: pretendo ir a almorzar a mí casa pero francamente no creo que alcance
Sophia: yo me tomaré mí receso. Si no ha podido ir, envíeme un mensaje para traerle algo.
Piper: gracias, Sophia. No te apresures por mí, yo no necesito tu ayuda por ahora
Me encerré en mí oficina, me quité mis zapatos mientras revisaba todos los documentos que se suponía debía firmar antes de las cuatro de la tarde. No iba a alcanzar a almorzar, eso ya era claro cuando vi la hora en mí celular y observé todo el papeleo restante.
Firme y firme documentos hasta que mí teléfono comenzó a vibrar una y otra vez, había borrado ese número hace un mes de mis contactos pero sabía perfectamente de quién se trataba sin siquiera tenerlo registrado. No conteste, porque no tenía nada mas qué decir, nada mas que hablar con esa persona.
Había pasado toda la mañana comprando los últimos detalles para que los niños entraran al colegio y ya estaba agotada. Miles y Ben se quejaban por las pruebas de los uniformes, y Pearl se quejaba porque ya estaba aburrida. Si no fuera porque mamá me acompañaba creo que no hubiera podido resolverlo.
Mí madre extrañamente se había quedado con nosotras desde que regresamos y aún no lograba resolver el porqué de su estadía en casa. No es que me molestara la presencia de Red, es solo que ella no suele aparecer en casa así cómo así.
Alex: mamá, ¿podrías quedarte un momento con los niños?
Red: claro que si, ¿saldrás?
Alex: si, Piper dijo que vendría a comer y se que a está hora ya no lo hará. Así que iré a verla y quizás pasemos por ahí a comer algo.
Red: bueno, no te preocupes. Yo me encargo de los niños con mucho gusto.
Alex: gracias-la abrazo.
Red: Alex……
Alex: ¿qué pasa?
Red: me gusta verte así, muy feliz.
Alex: y a mí me gusta sentirme así- le sonrió y me voy hacia la oficina de Piper.
Nuestro viaje no solo había significado un antes y un después en nuestra relación, también había significado un permiso para decirnos todo, un permiso para volver a hacer las de antes, aquellas que nos mensajeabamos todo el día, que comíamos juntas e incluso me había devuelto las ganas de ir a visitarla de vez en cuando en la oficina.
Cuando llegaba a la oficina, no podía evitar sentir las miradas de todos. No se si les sorprendía que yo fuera Alex Vause o les sorprendía mas el hecho de que Piper estuviera casada y conmigo. Espere a que Sophia terminara de hablar por teléfono para preguntarle si Piper estaba ocupada o no, ella solo me hizo una seña de que podía entrar así que, toque la puerta dos veces y la escuche decir adelante.
Piper: ¡Adelante! -dijo sin retirar la mirada de los papeles que tenía en él escritorio.- ¿en qué puedo ayudarte?
Alex: resulta-sonrío porque no ha reparado en mi presencia- que estuve esperando a mi esposa para almorzar y no llego.
Piper: ¡Alex! - dejo a un lado los papeles y se acercó a mí para abrazarme sin antes dejar un beso en mis labios- lo siento, cariño. El trabajo me absorbió, ¿puedes creer que aún no he almorzado?
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Mi Adorada Esposa Infiel
FanficTras la decision de viajar a Nueva York y aceptar ser la nueva editora en jefe de Vanity Fair, Piper Chapman no solo deja a su esposa atras, sino tambien a sus hijos por perseguir sus sueños. Una decision que la empuja a cometer el peor error de su...