- Capítulo 52: "Valiente" -

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Mis oídos duelen y creo que es producto del disparo, sentí qué fue tan rápido qué no le dio tiempo al olor de la pólvora de esfumarse de la habitación. Abro los ojos con cuidado, con temor a encontrarme con la sorpresa de que el disparo fue para mí y no para cualquier lugar del living.

Con una lágrima en los ojos, temerosa a descubrir qué es lo que sucedió, con temor a perderme el futuro prometedor de mis hijos. El miedo a perderme la posibilidad de ver a Miles como chef, a Ben como músico y quizás hasta la boda de mi pequeña Pearl hace que me arrepienta y no quiera abrir los ojos.

Diganme cobarde, pero lo soy sobretodo en este momento. Porque desafortunadamente me encuentro cautiva por una loca de mierda, ni siquiera sé dónde estoy y sé perfectamente que si soy yo la que está herida, no podré pedir ayuda.

Vuelvo a recordar a mi familia y vuelvo a recordar los hermosos ojos verdes de Alex..... y entonces, me armo del poco valor que me queda y decido ser valiente.

Abro los ojos y veo a una docena de policías a mi alrededor. La sirena de su auto está apagada, seguramente no querían alarmar a Zelda y por eso es que no podía notar que ellos estaban a mi alrededor.

Me muevo con cuidado, Zelda está sobre mí y siento algo corriendo por mis piernas. Me quejo y solo entonces, ellos ponen atención en mi.

Policía: hay alguien más....

Piper: ayuda-digo al sentir un dolor al costado de mi cadera.

Policía: señora, ¿Usted fue la que llamó a la policía?

Piper: si -con cuidado me apartan de Zelda y compruebo que a ella fue a la que le dispararon.

Policía: lo peor ya pasó, ya estamos aquí. ¿Está usted herida?

Piper: no... no lo se.

Policía: no se preocupe la ambulancia ya viene en camino.

Piper: gracias a dios, pensé qué... jamás podría volver... que esa loca me iba a matar

Policía: señora, guarde energías. ¿Quiere avisarle a alguien?

Piper: si... mi celular debe estar en la sala. Necesito llamar a mi esposa.

Me dejan sentada sobre el suelo, con la espalda apoyada en la pared. Estoy solo cubierta con mi bata, rápidamente compruebo que estoy cubierta de sangre y observo que tengo una ligera herida, que se comporta escandalosa ya que no deja de sangrar.

El policía se acerca a mi y me entrega mi celular. Está apagado y cuando lo enciendo, tengo muchas llamadas perdidas y mensajes sin leer de toda la familia pero sobretodo de Alex.

Necesito hablar con ella, aunque sea su gran día necesito decirle que no estoy junto a ella por la estúpida de Zelda y no porque no quisiera acompañarla en uno de los días mas importantes de su vida. Debo decirle que la amo pero cada vez que marcó su número, no me contesta y después de la décima llamada pasa directamente al buzón de voz.

Maldigo una y mil veces en mí cabeza, porque eso quiere decir que Alex está completamente decepcionada de mí y no quiere saber absolutamente nada de mí persona. No dejo de intentarlo hasta que llegan los paramédicos y me revisan, aparentemente mí herida es mas grave de lo que creía y la sangre de mí herida, ha conseguido quitarme lo poco que me queda de energía.

Me siento cansada y es completamente entendible, estos días me los he pasado drogada y sin comer cómo corresponde. También me siento en shock por todo lo que sucede, el policía me pregunta por última vez a quién debe avisar y en virtud de que Alex no me responde, debo decidir quién puede ser mí ángel guardián después de todo lo que he vivido y sé que Cal puede ayudarme si es que aún existen los ángeles guardianes....




Mi Adorada Esposa InfielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora