La noche había sido completamente nuestra. Necesitaba poder estar en los brazos de Alex sin tener miedo, solo sintiendo cada una de las emociones que su cuerpo me hacia sentir y por supuesto sintiéndome enamorada y querida por ella.
Durante este mes una de las cosas a las que le tenía más terror era al volver a tener contacto con Alex, no porque ella me diera miedo ni mucho menos, sino porque estaba aterrada de no saber cómo mi cuerpo iba a reaccionar a su contacto físico.
Si bien es cierto que no recuerdo mucho acerca de todas las porquerías que me hizo Zelda cuando me tuvo secuestrada, eso no quiere decir que no me haya afectado al punto de tener que alejarme para poder sanar. Porque si, porque a pesar de estar drogada la mayor parte del tiempo, la sensación de haberte sentido violentada y que se hubieran aprovechado de ti sin tener oportunidad de defenderte, es una sensación que se que aún me acompañara a pesar de sentir que ya vuelvo a ser yo misma.
Además tengo razones para estar así, la última vez que habíamos estado juntas con Alex mi cuerpo temblaba ante sus caricias. Pese a que aún la seguía amando, pese a que no había lugar donde me sintiera más segura que no fuera en sus brazos en ese momento mi cuerpo respondía totalmente a lo que mi corazón sentía.
Pero en nuestro encuentro había sido todo completamente diferente. Mágico, aún más especial que siempre, porque despues de estar tanto tiempo lejos de ella, no había nada mejor que el volver a estar entre los brazos de Alex.
Después de nuestro encuentro en el restaurante, en vez de ir a casa, ambas habíamos ido al hotel en donde me estaba quedando.
Había decidido que debíamos empezar de nuevo, pero igual que la misma oportunidad en la que le había pedido que saliera conmigo. Sabía que debía hacer algo especial, algo que la tomara por sorpresa y le hiciera sentir incluso mucho mejor que esa primera vez.... porque la primera vez no había incluido hacer el amor.
Así que si, después de haber bebido un poco de champagne, hablar de lo que habíamos estado haciendo cada una por su parte durante este mes, ahora estabamos en la suite del hotel en el que me estaba quedando.
Alex me había abrazado y nos habíamos besado por un largo rato antes de pasar a las caricias. Alex quería darme mi tiempo, no quería atemorizarme, no quería que sintiera miedo a su contacto. Lo sé perfectamente porque cada vez que podía, me susurraba al oído lo mucho que me amaba intentando calmar mis miedos.
Literal como si fuera nuestra primera vez, nos desnudamos con calma. Mis manos recorrieron el cuerpo de Alex reconociendo cada centímetro de piel y ella hizo lo mismo conmigo.
Lo mejor fue darme cuenta que la necesitaba que la extrañaba, al punto de que cada caricia y beso era mi mejor medicina para sanar.
Con cuidado, cambiamos de lugar para quedar ambas sentadas sobre el cobertor de la cama, con la luz tenue de las lámparas que acompañaban cada velador que se encontraba a cada lado de la cama. No podía haber un espacio más mágico que este, luz tenue, velas aromáticas y la persona que mas amo en el mundo.
En una de mis posiciones favoritas, nuestros cuerpos se entrelazan, nuestras piernas largas enrolladas en una perfecta flor de loto permiten que nuestros centros choquen en cada movimiento que manteníamos con Alex.
Abrazo a Alex, sintiendo su perfume y el aroma de su piel mientras ella me besaba el cuello y sus manos acariciaban mi cabello, es como si intentara descubrir si siento algo distinto al amor, como si intentara mantenerme conectada al momento, cuando no puedo estar mas conectada a todas las sensaciones que Alex me está haciendo sentir en este momento.
Algo que siempre me encanta repetir y confirmar es que las manos de Alex hacen maravillas y no solo en el mundo culinario. El contacto piel a piel, mientras nos movemos para rozarnos y hacer que nuestros cuerpos vibren, el poder sentir como masajea mis pechos como si fuera la masa mas delicada que existiera y me besa, me hace sentir la mujer mas afortunada, Alex solo con sus besos y caricias me hace sentir única, me hace sentir que estoy en el lugar y momento preciso con mi persona indicada.
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Mi Adorada Esposa Infiel
FanfictionTras la decision de viajar a Nueva York y aceptar ser la nueva editora en jefe de Vanity Fair, Piper Chapman no solo deja a su esposa atras, sino tambien a sus hijos por perseguir sus sueños. Una decision que la empuja a cometer el peor error de su...