¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Perséfone, la siguiente diosa que se uniría a nosotras y aunque no pareciera, consagrar una nueva diosa requiere de largos rituales.
La pequeña diosa está cerca de cumplir la edad para consagrarse, pero se muy bien que ella no lo desea así.
Su madre lo está controlando todo.
No tiene nada de malo ofrecer a su hija a nuestra guía, pero Perséfone no logrará nada y vivirá infeliz si ella no desea este camino. Todas y cada una que lo han tomado así lo han decidido y así debe de mantenerse, como una elección.
Y como la diosa del corazón que soy, debo consultar a las Moiras si el camino que su madre desea que tome es el correcto, si podrá lograr ser una poderosa diosa junto a nosotras porque no soportaría ver otra mirada apagarse cada día como tuve que ver la de Hera desaparecer con el paso de las décadas.
Pero el camino para encontrar a las Moiras no es tan sencillo, si así lo fuera el inframundo no tuviera ese título.
El reino que tanto temor inspira, para mi es cálido y no porqué el calor de las llamas sea parte de mi sino por mi hermano, Hades, el sombrío rey que para mi siempre ha parecido mucho más cálido de lo que es.
Lo recuerdo, como el joven dios emocionado y feliz por la gran victoria del final de la titanomaquía. Pero los años como el dios de la muerte y como un rey lo volvieron más frío y distante, el Olimpo dejó de ser su segundo hogar y su familia dejó de serla de uno en uno.
Excepto por algunos miembros, como yo que bajo para contarle todo lo que pasa, aunque, también soy una diosa distante de mi familia desde que los dioses decidieron que podían tener a las mujeres que se les place.
No tuve más camino que amenazar a Zeus para que me dejaran en paz. Desde ese momento juré proteger a cada diosa y quien sabe quizá a algún dios que no quisiera ser utilizado y desechado como un objeto por nadie.
Si, viajar me pone nostálgica a tal punto de no darme cuenta que he llegado al inframundo, Caronte me saluda con una reverencia y me ayuda a subir a la barca hasta dejarme frente al hogar de las Moiras.
-Hermanas - pronuncio con una reverencia - Necesito de su ayuda para saber del destino de Perséfone, hija de Deméter y diosa de la primavera
Las tres damas saben por lo que vengo, no necesito decirlo. Forman un cúmulo de niebla que me muestra a Perséfone, como una pequeña bebé que aún tenía sus rojizos cabellos cambiando a su aspecto actual, una preciosa joven de cabellos platinos.
- Hermosa y talentosa es Perséfone, pero no ha encontrado su libertad - Cloto pronuncia con cierta melancolía
- Pero en su destino, aguarda su añorada libertad - Láquesis limita a esa su respuesta dejándome llena de intriga
- Logrará encontrar esa libertad, pero también encontrará un poder que jamás ha sentido. Su nombre inspirará leyendas y temores - Finaliza Aisa haciendo desaparecer su imagen
Me despido con una reverencia agradeciendo su sabiduría, porque una diosa espera por ser liberada junto a su poder.