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Mi cabeza da vueltas.
Todo pasa de un momento a otro. Perséfone es reclamada de vuelta al lado de su madre por órdenes de mi hermano.
Pero no quiero que se vaya.
El salón del trono se siente más frío que nunca. Perséfone está en silencio yendo de un lado a otro mientras apenas me sostengo.
- Jamás he rogado por algo Perséfone y lo estoy haciendo ahora. Tú le haces bien a mi vida solitaria, honestamente es difícil para mí mirarte a los ojos cuando, digo que no sería nada sin tu amor. A tu lado siento la verdadera emoción y es increíble - Sin ella seguiría siendo el mismo rey solitario
Me hace ser más que un dios sombrío.
- Tal vez siempre he estado destinada a terminar en este lugar, y no quiero sonar egoísta, pero lo quiero todo. El amor siempre será una lección, apartémonos de su camino - La diosa me besa con desesperación como si fuera el último
- Si esto es una despedida, hazla terminar ya y no prolongues mi sufrimiento - Mi esposa niega con una sonrisa en sus labios
- Tú me dijiste una vez que la comida producida en el inframundo, te encadena a no salir jamás - Perséfone me observa con cierto brillo en sus ojos
- Según las leyes antiguas, pero las granadas son el único fruto producido en el inframundo - No se a que vamos a llegar con esto
- Entonces ahí está la solución - La diosa corre decidida hacia los jardines del palacio dejándome atrás
Los rojos frutos brillan en los árboles, haciendo contraste con el platino cabello de la diosa.
- ¿Estás segura de lo que haces Perséfone? - Sus manos sostienen la mitad de una granada, dejando ver sus semillas tan rojas como la sangre
- Estoy segura de lo que hago, Hades - Sus labios se tiñen de rojo al probar la primera semilla
Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis semillas.
- ¿Porqué seis semillas, mi amor - Con un tan solo bocado seria atada al inframundo para siempre
- Seis meses al año permanecere contigo, uno por cada semilla de granada. Seis meses permanecere en la tierra al lado de mi madre, uno por cada semilla que no tome - Ni siquiera puedo pronunciar una palabra
- La simple idea de separarme de ti me es dolorosa, pero ya has decidido y es lo mejor para los reinos - Seis meses se sentirán una eternidad
- Debo ver por el bienestar del reino mortal, cumplir mis deberes al lado de mi madre. Pero no voy a abandonarte, eres mi esposo y mi rey. Seis meses sin estar a tu lado serán largos, pero desde hoy hasta el final de los tiempos el otoño y el invierno serán nuestros - Sus ojos azules ahondan en mi alma, me ponen de rodillas con un solo vistazo
Sin esperar más la diosa toma mi mano y regresamos al salón del trono. El mensajero de los dioses y la diosa de la agricultura entran, esperando otra pelea.
- Hemos llegado a un acuerdo, Perséfone estará seis meses al año conmigo y seis meses al año al lado de su madre, Deméter - La madre de mi esposa, camina rápidamente hacia nosotros
Probablemente en desacuerdo con los términos.
- Esto no es parte de lo que hablamos, Perséfone debe regresar conmigo - Deméter se ve precisamente molesta
- Es mi decisión y es mi palabra. Debes aceptarlo, madre. Soy la reina del inframundo, esposa de Hades y todo eso no impedirá que sigas siendo mi madre - Perséfone se dirige firme pero amable
Como una reina.
Aún con el dolor en nuestro ser, solo nos queda decir adiós y esperar el otoño para volver a encontrarnos.
Desde la oscuridad de mi trono observo a mi flor emerger hacia la luz a lomos de Plata.
Y un trono vacío emerge a mi lado.
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-La historia no termina en este capítulo, veremos más de esta pareja y su vida como reyes del inframundo.
