Perséfone.
Rojo.
Más que un color, es una sensación. Mis manos ahora muestran vetas rojas cada que utilizo mis poderes. Me siento más fuerte, poderosa.
Viva.
Todo fue desencadenado por el beso de Hades, quien los últimos dos días me ha ignorado por completo. Es raro decir que extraño a mi captor, pero su compañía no me disgusta tanto como el cree.
Es contradictorio para mí misma luego de haberlo dejado cuando me pedía matrimonio. Simplemente no pude responder, no se si estoy hecha para ser una reina.
Su reina.
Me arriesgué a preguntar por el a Gemina quien trató de animarme diciendo que su trabajo es demasiado grande como para estar conmigo todo el tiempo.
Probablemente ya me haya descartado. Los rumores son grandes en el Olimpo como en el inframundo y mientras paseaba con Gemina a las orillas del río Cocito las ninfas hablaban de Minte, y como Hades la ama y solo soy la nueva diversión del rey.
La doncella trató de suavizar la incómoda situación diciéndome que Minte solo deseaba el trono más no amaba a Hades, así como el no la amaba a ella.
Pero los pensamientos me carcomen y solo me hacen desear más la calidez de la tierra aunque tenga que soportar a mi madre y su locura por haber desaparecido.
Pero los pensamientos no callan y el insomnio está presente, es demasiado tarde como para ir a despertar a Gemina así que los libros son lo único que tengo para distraerme.
Luego de un rato leyendo un libro tengo la solución a mis problemas, el río Aqueronte es mi única forma de salir ¿Pero como cruzarlo sin la ayuda del barquero? Tal vez mis poderes puedan ayudarme a cruzar.
Sin pensarlo dos veces salgo de mis aposentos, el palacio está en completa oscuridad y el pasillo es alumbrado por algunas antorchas.
No se a donde ir realmente, y la oscuridad no es de mucha ayuda. No conozco demasiado el palacio apenas he visto el comedor, el gran salón y mis aposentos.
Visualizo unas enormes puertas negras, parecen una salida así que tiro de las aldabas para ver a donde me lleva.
Mierda.
Esta no es para nada la salida, son los aposentos de Hades. Las ganas de salir corriendo me abandonan por la curiosidad de ver este lugar.
Todo es oscuro al estilo del rey del inframundo, y nada indica la presencia de una chica por aquí durante mucho tiempo.
- ¿Qué haces aquí Perséfone? - La grave voz de Hades me hace saltar
- Yo solo buscaba la salida - esta vez correr es una gran opción
- No tan rápido ¿Cómo llegaste hasta aquí? Es tarde para explorar el palacio - Mierda, debí haberme ido cuando podía
- Ya te lo dije, solo buscaba la salida - Se acerca más a mi acorralandome contra la pared atrás de mi
- No me mientas - Mis nervios aumentan con su cercanía
- Bien, buscaba como largarme de aquí. Así que ya que estas aquí llevame al reino mortal ahora - La mirada que Hades me da me intimida pero no puedo dejar que me controle esta vez
- Tu no te irás
- ¿Qué harás? Encerrarme por la eternidad hasta que te ame
- Tu pensabas irte por el Aqueronte hasta el reino mortal. La noche es oscura y llena de terrores y no conoces el inframundo ¡Pudiste hacerte daño! - La preocupación de mi captor me sorprende
- ¿Y qué esperabas? Que me sentara a esperar a que corones a una reina mientras soy una prisionera
- ¿De qué hablas?
- ¡Hablo de Minte! ¡No voy a esperar la eternidad a que decidas quien va a reinar contigo! - Hades me sonríe como si mis palabras hicieran gracia
- Oh Perséfone haz estado ocupada escuchando demasiadas cosas, ¿Crees que me arriesgaría a la ira de tu madre y quien sabe que diosas más solo por un pasatiempo? Te dije desde un principio que quiero que tu seas mi reina - Su mano se posa en mi mejilla y no se que decir ante todo eso
- Pues no lo parece
- Hagámoslo parecer entonces. Cásate conmigo diosa de la primavera, convierte en la reina del inframundo - Un anillo aparece en mi mano, un precioso zafiro lo adorna
Solo siento calor fluir por mis manos, mientras trato de formar palabras después de todo hay belleza entre la oscuridad del rey del inframundo.
- Convierteme en tu culto, Hades - Sin pensar más, beso al dios más temido del Olimpo, mientras el inframundo se llena de rojas flores desde el Elíseo hasta el Tártaro.
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Perséfone
Romance- 𝘠𝘰𝘶 𝘣𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘰𝘰𝘥 𝘵𝘰 𝘮𝘺 𝘭𝘰𝘯𝘦𝘭𝘺 𝘭𝘪𝘧𝘦, 𝘩𝘰𝘯𝘦𝘴𝘵𝘭𝘺 𝘐𝘵'𝘴 𝘩𝘢𝘳𝘥 𝘧𝘰𝘳 𝘮𝘦 𝘵𝘰 𝘭𝘰𝘰𝘬 𝘪𝘯𝘵𝘰 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘸𝘩𝘦𝘯, 𝘐 𝘴𝘢𝘺 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘸𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘣𝘦 𝘯𝘰𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘸𝘪𝘵𝘩𝘰𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘐 �...