VIII

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Afrodita.

Una joven diosa que desea escapar de su madre y un rey solitario

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Una joven diosa que desea escapar de su madre y un rey solitario. La mezcla perfecta para el desastre.

Ser la diosa del amor, la belleza, el placer y la procreación es difícil. Aún más si todas las diosas desean ser vírgenes hoy en día. Los mortales empezaran a dudar de mi culto y eso es un problema para mi.

Aún más si la próxima es Perséfone.

La pequeña criatura es conocida por los mortales, se crió con ellos. Esta bendecida con belleza y los años la han bendecido con rabia. Después de todo Deméter no le ha dado más que restricciones a su hija.

Pero el destino es un capricho y el amor lo es aún más. Eros y yo pasamos varios años tratando de que el rey del inframundo se enamorara.

Todos los intentos fueron un fracaso.

Hasta el día en el que vio a Perséfone, nunca pensaría que una diosa tan joven lo hiciera caer. Es uno de los 3 reyes las ninfas y mortales los persiguen.

Hades es más temido, Leuce y Minte aspiraron llegar al trono del inframundo y ninguna lo logró mientras que las mortales creen que morirán con solo verlo.

Así que voy a interceder un poco como la diosa del amor. El Olimpo es grande y Perséfone no lo conoce, acaba de llegar y está paseando por los jardines del templo de Hestia.

Justo en el blanco, la chica está sola. Las diosas vírgenes tienen muchas obligaciones y la descuidaron un momento creyendo que la seguridad de sus templos puede alejarla de mi.

Quizá Zeus no puede entrar pero nada me detiene a mi, Afrodita de cometer mi plan.

- Bienvenida al Olimpo, bella Perséfone - la criatura voltea un tanto asustada y me saluda con una reverencia como si fuera una de mis doncellas

Es como si ella no fuera una diosa, no puedo creer que Deméter permita que su hija se consienta menos.

- Mi señora, es un honor que la diosa del amor y la belleza me salude - Un gesto adorable, puedo asegurar que hasta inocente

- Tu también estás bendecida con la belleza pequeña Perséfone. ¿Qué te parece el Olimpo? - Le ofrezco mi brazo y caminamos hacia los jardines de mi templo

- Es un lugar muy hermoso, no entiendo porque mi madre no me dejaba venir - La joven sonríe con ilusión. Deméter debería de relajarse un poco

A lo lejos logró divisar al rey del inframundo hablando con Hera. Mi oportunidad está a mis pies.

- Supongo que tu madre teme que te alejes de tu camino - Sonrio tranquila al ver la reacción de la diosa. La curiosidad se desborda por sus ojos

- Ni siquiera se si ese es mi camino - Su mirada se torna melancólica. No debería de ser obligada a nada

- Pequeña diosa, te voy a mostrar un poco de lo que es "no seguir el camino" - Llegamos a mi templo, el jardín de los amantes esta frente a ella

De todos mis hijos solo Eros se encuentra aquí, las ninfas bailan al ritmo de la música y el vino y la Ambrosia fluyen por el templo. Perséfone ve todo con felicidad, mis doncellas la invitan a bailar y la diosa accede gustosa.

Es momento de traer a Hades y terminar el plan. Por suerte Hera se ha marchado y Hades esta solo, viendo a todos lados, probablemente buscando a Perséfone.

- Hades, te veo en el Olimpo luego de tanto tiempo - Sonrío con sorna al ver la sorpresa del dios

- Afrodita, ¿Qué te trae con el dios del inframundo? - Hades me mira incrédulo. Algo natural, no tiendo a relacionarme con otros dioses

Se que si quiero tenerlos, lo puedo hacer con un solo movimiento de mis manos.

- Vengo a solucionarte la vida, la criatura que tanto buscas esta bailando en mi templo - Sonrío con superioridad al ver al rey del inframundo ruborizarse

- ¿A quién crees que busco Afrodita? - Me mira con una ceja alzada esperando alguna trampa de mi parte para que se enamore

- A la diosa de la primavera, Perséfone. Esta en mi templo bailando con mis doncellas y te doy la oportunidad de verla en el jardín de los amantes. Con un movimiento de mi mano serán invisibles para el Olimpo - Hades me observa estupefacto, esta vez lo he sorprendido

- ¿Cómo es que todos saben de esto? - Ah mi ingenio rey, en el Olimpo todo se conoce

- No me cuestiones y ve, pero recuerda el amor es peligroso, incluso puede llevar a los dioses ha arrodillarse - Sonrio y le muestro el camino al rey del inframundo

Deméter y Hestia van a odiarme toda la eternidad. Larga vida a mí.

Perséfone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora