ᴛᴇ ᴀᴍᴏʀᴏᴅɪᴏ (ᴛᴀᴍ#1)

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-¡Cómo ven, sus familiares vinieron a buscarlos. Solo quiero agregar que la pase muy bien con ustedes mis eternos polluelos, recordaré está semana hasta que mi memoria falle y me dé alzheimer!  - todos se rieron una vez más por los malos chistes del profesor.

-¡Aplausos para el mejor profesor con onda! - grito Hiten poniéndose de pie y aplaudiendo, todos lo imitaron  haciendo porras.

-¡Basta que me haran llorar! - gimoteo el profesor-  ¡Nos vemos en clases polluelos!

Los de adelante empezaron a bajar a pesar de su cansancio por toda la diversión en la semana. Cada estudiante era recibido por sus padres o tutores a cargo. Como si se hubieran ido por años, los estudiantes y familiares se abrazaban.

Siendo los últimos y quedando solos en el autobús, antes de bajar Kagome sorprendió a Inuyasha abrazándolo.

-¿Cariño? 

Kagome se despegó y lo tomó de su rostro apretando sus mejillas y haciendo puntitas para besarlo pausada y tiernamente.

-La pase muy bien está semana Inuyasha - le dijo antes de darle otro corto beso.

-¿Kagome? - fue tarde cuando la llamó,  ella ya estaba bajando del autobús. 

Con pesar la siguió por detrás y miro a sus padres al lado de los de Kagome quienes ya la abrazaban con euforia, en especial su padre Onigumo.

-¡Mi hijito, no sabes lo que una semana sin ti significó!  - exclamo dramáticamente Izayoi abrazando al peli plata.

-Significó, paz y tranquilidad - a su lado Inu No dijo en tono de broma.

-¡Shh! Silencio Inu No - le regaño su esposa - ¿Y, qué tal la pasaron?

Los cuatros padres esperaban la respuesta de uno de sus hijos.

-Odiandonos - segundos después respondió Kagome.

-Como siempre-  agregó Inuyasha.

Los padres suspiraron resignados, al parecer no habría solución para que sus hijos volvieran a ser tan unidos como antes.

Kagome e Inuyasha se dieron una última mirada antes de irse, no de odio ni de despedida, más bien de esperanza.

°°°

Él día miércoles había llegado y terminaba de desayunar para marcharse a otro día más de colegio, faltaban solo dos semanas para que los cursos de último año dejarán de concurrir al colegio y solo volver para la entrega de diplomas y despedida que se le haría.

Se despidió de su familia y subiendo a su coche empezó a conducir hacia el colegio. Ayer había ignorado completamente los mensajes que Koga le enviaba y que Inuyasha enviaba desde el número de Sesshomaru, quería evitar el malestar que empezaba a sentir desde que volvió del campamento.

Durmió en su cómoda cama sintiendo la falta del calor de Inuyasha. Una semana, en una semana la había acostumbrado a él...seguramente era una venganza inconsciente  de su parte.

Estaciono el auto y en la entrada del colegio Koga en muleta la esperaba con una rosa blanca en su mano.

A ella le gustaban los tulipanes, pero estaba bien la rosa.

-Preciosa - escuchó su voz sonriendo ante la presencia de la azabache, Kagome no pudo evitar sonreírle de la misma manera.

-Koga - ella lo abrazo y él correspondió con su mano y hundiendo su rostro en el cuello de está.