Tu Rey «Jeon Jung Kook»

Capítulo 13

Jungkook gruñía, caminando por los jardines.

_¡Maldición!- Bufó. No encontraba a su primo por ningún lado.

No estaba cerca de las gardenias ni en el cantero de girasoles...

SooJeon miraba a Hoseok, quien acababa de ayudar a un caracol de jardín a llegar a una flor en el suelo.

_Ah, Hoseok, es baboso, déjalo- Se quejó, haciendo una mueca asqueada.
_Es lindo, mira- Dijo, tocando una de las antenas, que se achicaban con cada toque.
_¡Hoseok! Mira, deja un rastro de baba...
_Oye, así son los caracoles, no podías pedir más.

Ella miraba con fascinación al animal andar con lentitud. Era asqueroso, pero increíble.

Es decir... Había visto muchos caracoles, pero ninguno de cerca.

_¿Haz visto un hurón albino?- Preguntó Jung.
_¿Hurón...?- Dijo- ¿Que no son como... comadrejas? Son peligrosos.
_Los albinos no. Esos son criados en palacio. Son bonitos, ¿quieres verlos?

Ella le miró.

_¡Sí! ¿Puedo?

Hoseok sonrió y se levantó.

Salieron corriendo hacia los establos reales, riendo, como si estuviese haciendo alguna travesura. Al menos SooJeon lo estaba; ni siquiera sabía de la existencia de los hurones albinos.

Correteaban, felices, bajo la oscura mirada del rey, fija en un pequeño detalle:

Sus manos estaban entrelazadas.

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Era de noche cuando el rey y la omega se dedicaban a cenar en silencio, con tranquilidad.

Una tranquilidad que parecía quererse romper en cualquier momento.

Jeon miraba su plato con una expresión neutral, pero molesta. Los músculos de su mandíbula estaban tensos

Ella se había dado cuenta de ello, pero estaba igual o más molesta que él. Luego de que Hoseok le contara lo sucedido, tenía ganas de ir con Jungkook y meterle la maldita corona por la maldita oreja.

_SooJeon- Dijo, con voz grave. Ella le miró, con desinterés, dándole a entender que, aunque tenía su atención, no le importaba mucho lo que fuese a decir- ¿Te parece que lo que haz hecho ha sido correcto? ¿Correteando tomado de manos con tu primo político... delante de todo el palacio?

SooJeon levantó la ceja.

Le parecía estar escuchando a Jeon pelear: “Hoseok ser macho enemigo, SooJeon, mi hembra”

_Tengo el derecho de jugar con quien quiera y de tomarle la mano a quien sea también.
_No lo tienes. No tienes ese maldito derecho
_Hey, puedes detener tu inútil derroche de testosterona. Yo hago lo que quiera con quien quiera.
_¿Aún si eso me molesta?

SooJeon soltó una risa irónica.

_No puedo creer que estés hablando en serio. Crees que, después de lo que le dijiste a Hoseok, ¿pienso en lo que a ti te molesta?
_Claro que s...
_¡No, Jeon! No eres el ombligo del mundo y a mí no me importa si te molesta, te mata o te revive, ¡no es mi problema!

El rey gruñó, mostrando sus colmillos.

_Y guarda ese par de cuchillitos de plástico que tienes de dientes, intimidas menos que un papel mojado- Dijo ella, indignada.
_¿Por qué diablos estas tan molesta por lo que suceda con Hoseok?
_¡Porque es mi amigo, Jungkook, mi único amigo!- Dijo- Creía que era el tuyo.
_Lo es, pero hizo un comentario que no me gustó.