Tu Rey «Jeon Jung Kook»

Capítulo 9

_¡Tienes que poner la mano en la espalda de la bebé, o se caerá!- Decía una pequeña con siete años, que había obligado a Jeon a sostener una muñeca.
_Oh, no sabía- Rió él.
_Tienes que saber, las niñas son muy traviesas- Advirtió la pequeña.

Jungkook se rió y la levantó en el aire.

_Las niñas como tú son muy traviesas- Le hizo cosquillas.

Un cachorro que apenas aprendía a andar se aferró a la pierna del rey y se entretuvo riéndose cada vez que él caminaba.

_¿Y tú cómo te llamas, pequeña ancla?- Le preguntó al niño, que sólo le miró, embobado.
_Se llama Joon- Dijo SooJeon, levantando al pequeño en brazos- Sólo tiene un año, aún no sabe decir su nombre. Pero sí su edad. ¿Qué edad tienes, chiquito?

El niño levantó el dedito y sonrió, mostrando sus pocos dientes.

Jungkook hizo un puchero involuntario.

Un muchachito rubio, con preciosos ojos azules se acercó, y le regaló un dibujo a SooJeon.

_¿Es un arándano?- Preguntó Jungkook, frunciendo el ceño.
_¡Es un dragón!- Chilló, indignado.
_Bonito dragón, Marsello- Le felicitó la omega, cargándolo también.

Jeon se rió un poquito.

Era maravilloso. Sencillamente maravilloso.

_Son muy lindos estos cachorros- Dijo.
_¿También soy linda?- Preguntó una cachorrita.
_Claro, bonita.
_¿Y yo?

Con eso una ola de «Y yos» se levantó.

Jungkook contestaba a todos, riendo. Ganándose un abrazo de unos cuantos.

No sabía lo que se estaba perdiendo.

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_¿Ahora qué vamos a ver?
_Iremos a visitar a mi familia- Dijo ella, tirando del brazo del alfa, para hacerlo caminar entre la hierba. Un pequeño río corría por allí, y Jungkook se le quedó mirando.

_Es muy bonito. No se parece en nada a ma fuente del castillo.
_Es porque está en constante movimiento y no estancada dentro de una figura de mármol.
_Bonita referencia al cautiverio del agua en mi jardín- Dijo, frunciendo el ceño.

Ella se rió y le miró, arreglando la corona que, como siempre, caía de un lado.

_Monarca torpe- Rió- Súbete los pantalones para no mojarlos y cruza- Dijo SooJeon, quien levantó ligeramente su vestido y caminó. La corriente llegándole un poco más encima de los tobillos.

El rey se sacó los zapatos y remangó ligeramente sus pantalones.

Jungkook estaba fascinado. El agua jamás fue tan asombrosa para él.

_Es relajante...- Dijo, moviendo sus pies bajo el agua- Nunca había hecho esto...
_Tienes que estar bromeando. Tu bañera es enorme.
_Puede que mi bañera sea enorme, ¡Pero este río es mucho más enorme! Es un lugar muy bonito- Caminó con toda su calma hasta el otro lado.

Un árbol de ciruelas se alzaba en todo su esplendor.

_¿Quieres una?- Preguntó SooJeon, ofreciéndole una madura y dulce fruta.
_Me gustaría, pero... No traigo servilleta ahora mismo, y además, no sería higiénico comer algo que acabas de sacar de un árbol. No está elaborado.

Ella levantó la ceja.

_¡Genial! ¿También hay que filtrar el oxígeno para que sea más respirable para ti o, tus pulmones saben hacerlo? Sólo pruébalo, señor sofisticado- Dijo.

El muchacho lo pensó un poco antes de agarrar la ciruela y llevarla a su boca.

El dulce néctar de la fruta invadió sus sentido del gusto.

_Oh, qué dulce...- Dijo, sorprendido- No sabía que estas fueran tan dulces. En el castillo sólo prepara jalea de ciruelas, pero no sabe igual.

La omega sonrió.

_Sube al árbol y toma algunas. Para el camino.

El alfa le miró como si se hubiese vuelto loca.

_¿Hablas en serio? Tengo prohibido hacer eso. Va en contra del reglamen...
_Oh, claro, majestad, tenga cuidado, seguro algún árbol se lo cuenta a todos. Mire que son chismosos- Dijo, con sarcasmo. Dio un par de golpecitos en el tronco y cayó una ciruela.

Jeon lo pensó un poco.

_¿Y si me caigo?
_Si te caes te levantas, así de simple. Este árbol no tiene suficiente altura para hacer que alguien se mate.

Jungkook hizo una mueca, pero ya estaba aferrándose al tronco para subir.

Se quitó la corona y se la tendió a la muchacha, quien accedió a sujetarla. Un poco exagerado por parte de el rey. La corona era más dura que su propia cabeza, y eso ya era mucho decir. Así que, si la corona caía, iba a hacerse menos daño que un barco velero siendo golpeado con un algodón de azúcar.

Avanzó por las ramas con lentitud, teniendo cuidado de no pisar algún lugar sensible. Exhaló, aliviado, sentándose en la copa del ciruelo.

Lanzó algunas de las pequeñas frutas a SooJeon, quien no dudó en recogerlas.

_Buen trabajo, majestad, ¿Ya ve como nadie se muere por conseguir unas cuántas ciruelas?

Jungkook se rió, saltando desde la rama en la que estaba sentado. No muy alto, por cierto.

Si bien lo que acababa de hacer infringía las normas de etiqueta que le inculcaron toda su vida, había sido una de las experiencias más maravillosas de todas.

SooJeon le devolvió la corona y se la colocó, dando un par de palmaditas sobre la cabeza del monarca, con gracia.

_¿Ya ves? Es divertido ensuciarse algunas veces- Sonrió ella cuando Jeon se encogió de hombros- Y cuénteme, alteza, antes de subir a un árbol, ¿Cuál ha sido el acontecimiento más emocionante que ha tenido?

Jungkook lo pensó un poco.

_Fue el momento en el que hablé con el pueblo. Fue tanta la emoción que... no podría describirlo.
_Eh, dame algo de crédito, hablaste con ellos gracias a mí.

Jungkook rodó los ojos.

_No lo niego. Haz llegado a hacer un tornado de mi tranquila vida- Dijo, como si realmente le molestara.

Él jamás lo diría, pero, por muy “tornado” que fuese, SooJeon era sencillamente, una criatura única.

Estaba bien, quizá romper las reglas de vez en cuándo no estaba mal.

Quizá uno no es consciente de lo que le queda por ver hasta que no abre los ojos.

Jungkook había encontrado más diversión en un ciruelo, que en todo el palacio.

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¿Quien es la pendeja que actualiza a las cinco de la mañana? Yo soy la pendeja que actualiza a las cinco de la mañana eoeoeoeo
Arhe
En lo personal me gustan mucho este tipo de capítulos, espero que también a ustedes u.u
Me gustaría que respondiesen: ¿Hay algo que les desagrade de mí o mi escritura, además de que actualizo cada ochenta y cuatro años? :'v

Seme cuidan.