Capítulo 16

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La música clásica inundaba el salón. Las parejas bailaban con gracia. Las mujeres con vestidos enormes y elegantes. Algunas personas que allí danzaban eran de la realeza, pero, más bien, la mayoría eran personas del pueblo.

Jungkook miraba todo aburrido, desde su trono. Bufaba y soplaba el mechón de pelo negro que, comenzaba a caer sobre su ojo

Jeon era el dueño de unas cuántas miradas esa noche. Todos (y sobre todo, todas) estaban interesados en el monarca. Tenían curiosidad acerca de él.

Las damas chismeaban y reían. Los caballeros conversaban cortésmente.

Y Jeon estaba casi bostezando.

Cuando dijeron que habría un “baile” de la cosecha, sabía que se referían a un baile aburridísimo como aquel. Pero de verdad, se divertía más golpeando la punta de su escritorio, que allí sentado.

El bullicio se detuvo minutos después, cuando SooJeon hizo aparición.

¿Que si se veía bien? ¡Diablos!

Es muy cliché decir que “su vestido era el mas bello de toda la fiesta” y todos los «blas» que vienen después.

Pero realmente, ella estaba siendo el foco de todos allí.

Usaba un vestido azul pastel, con la típica crinolina de metal ligero debajo.

El escote, bastante pronunciado y, apretado, por cierto, dejaba ver cuán bien dotada estaba aquella mujer.

Y, el cabello negro, recogido en una “cola de cabello” alta.

Lucía esbelta y preciosa.

Jeon tuvo que cerrar la boca al darse cuenta de que casi estaba babeando.

Carraspeó y la vio acercarse, para sentarse en el trono ubicado junto al alfa.

_Jin me ha ayudado a vestirme. Parezco una calabaza- Le susurró a Jungkook, con cierta gracia.
_En realidad te ves... Bueno, apetecible.
_Eso sonó pervertido.
_Acostúmbrate- Le guiñó el ojo, riéndose.

Ella fingió estar indignada, y levantó la mandíbula.

Sin embargo, Jungkook continuó, mirándole de reojo, como si quisiera memorizar cada detalle de ella.

Se relamió los labios y maldijo bajito

_Puedo oírte. Grosero- Murmuró.
_No, no puedes.
_Sí que puedo. Estamos hablando ahora.

Estirado: 0
Encogida: 1

_Bien... SooJeon, ¿Haz visto a Hoseok?

Ella le miró, de reojo.

_¿Por qué susurramos?- Dijo, bajito.

El rey se rió.

_No sé- Dijo, en un tono normal- ¿Y Hoseok?
_Venía hacia acá.  Estaba peinándose.

Jeon asintió. Estaba a punto de comentar algo sobre el rebelde cabello de su primo, pero guardó silencio cuando, Jeon Hee Na, la mujer que le dio la vida, hizo su aparición en la sala.

Todos guardaron silencio.

El pueblo por respeto, y la pareja real por miedo.

HeeNa inspiraba temor en quien sabía el tipo de persona que era, y, terror en quien la conocía realmente.

Y sí, Jeon estaba a punto de buscar una pala y cavar un túnel bajo su trono, que lo llevara directamente al infierno.

Prefería jugar a las cartas con Belcebú y toda su legión de demonios a tener que mirar la cara de su madre.

Tu Rey «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora