Capítulo 20

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_Cólicos- Dijo SooJeon, tirada en el suelo, dos o tres días después de aquel “incidente” en la recámara del alfa- Tengo cólicos.
_¿Te duele el estómago?
_No tonto... Son cólicos menstruales.

Jungkook frunció el ceño.

_¿Menstru...? Espera, ¿Qué?
_¿Qué? ¿Crees que estoy hecha de cerámica? ¡Soy una mujer, obvio que...! Ay...- Murmuró, apretando su estómago.
_Pero no grites. ¿Qué puedo hacer para aliviarlo?
_Mi mamá solía poner una toalla caliente sobre mi vientre bajo.

Él lo pensó. Estaba ¿impactado?

Es decir, en clases de biología había aprendido que las mujeres menstruaban una vez al mes, pero también estaba muy adentrado en la fantasía de sus libros. Y, a ver, no es normal encontrarse en una historia de romance “Fulana no quiso salir de casa porque tenía cólicos menstruales”. Es decir... Era raro.

Jeon llegó a la habitación no más de cinco minutos después.

Acercó la toalla calentita al vientre de la omega y comenzó a masajear lentamente allí.

_Se siente bien- Dijo, cerrando los ojos.
_¿Duele mucho?- Preguntó el rey, sintiendo pena por ella- Debe ser incómodo.
_Lo es. Es muy incómodo, y doloroso. Llevo un rato queriendo toser y no he podido.
_¿Toser? ¿Qué tiene de malo eso?- Preguntó Jungkook, en su inocencia.
_Es que al más mínimo esfuerzo siento que... Bueno, ya nada. No es que tengas que saber detalles- Dijo ella, frunciendo el ceño.

Jungkook no comprendía cómo podía estar quejándose de dolor en un minuto, y al otro le estaba peleando sin motivo alguno.

_¿Te avergüenza?
_¡No! Pero tampoco tienes que estar enterado de todo lo que pasa en mi cuerpo- Murmuró y cerró los ojos, relajándose. Se sentía muy bien. Habían pasado tres meses desde que alguien había masajeado su abdomen durante aquellos horribles cólicos.

_Lo siento.
_Quiero vomitar- Dijo la muchacha de pronto.

Jungkook frunció el ceño.

_¿Vomitar?- Preguntó.
_Vomitar. Tengo náuseas- Se quejó, levantándose y corriendo al baño.

SooJeon odiaba aquellos malditos cuatro días donde no hacía más que sentir náuseas, llorar por el maldito dolor y dormir. Incluso el hambre se le iba a algún lado. Y eso que ella adoraba comer.

Jungkook acariciaba su espalda, por mero instinto.

No pasaron diez minutos cuando SooJeon estaba dormida sobre la cama. Odiaba ser mujer. Al menos en aquel momento.

Jungkook continuaba masajeando su estómago, y sonriendo como un idiota:

Era la primera vez que se sentía realmente útil. Al menos para ella.

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Jungkook había hecho un desastre en la cocina. Después de preguntarle al cocinero qué podría aliviar los cólicos, se decidió a preparar el té por sí mismo, aún si varios criados se ofrecieron a hacerlo.

Quería hacer algo por ella. Algo para ayudar a SooJeon. Y quería hacerlo él, para luego sentirse orgulloso por haberla ayudado.

_Rey Jeon, ¿Se da cuenta de la humillación a la que se está sometiendo? ¿Preparando un té para una omega, que está capacitada para hacerlo por sí misma?- La voz de su madre se escuchó tras él.
_Su Majestad- Carraspeó, sorprendido.
HeeNa era un ave de mal agüero- SooJeon se siente mal, tiene cólicos menstruales y...
_¿Cólicos... qué?- Dijo ella, anonadada completamente- ¿Ella se atrevió a hablar de esos temas tan íntimos con usted? ¿No sabe que esas cosas son personales?
_Soy su alfa. Tengo todo el derecho de saber cómo se siente y qué problemas tiene.
_Pero no está permitido mencionar siquiera ese término frente a un alfa. Mucho menos frente al rey. ¿Ella dijo que le hiciera el té? De verdad que no tiene vergüenza.
_Majestad, le ruego que no use esos adjetivos y despectivos términos para referirse a mi novia. Ella es una mujer como usted y como todas las demás. Ahora, si me disculpa, continuaré haciendo el té que yo le quiero hacer. Sí. Ella no sabe nada de esto.

HeeNa le miró, con molestia.

Miles de dagas invisibles salían de sus ojos, y se clavaban en la espalda del muchacho, que agregaba miel para darle buen sabor a la bebida analgésica.

_Rey Jeon, le recuerdo que no tiene mucho tiempo para elegir entre esa mujer y su trono. Eun Jin Ha no esperará su respuesta para siempre- Dijo, con un tono venenoso.

El alfa se tensó.

_Yo soy el rey, no dejaré que me chantajee así.
_Tres días, querido rey. En tres días vendré a usted para tener su respuesta. Seguro que Louis Adagio estará encantado de tomar su lugar.

Jungkook escuchó sus pasos cuando se alejó.

Maldijo en voz baja y terminó el té, para llevarlo a la habitación de SooJeon.

_Hey- La despertó con lentitud para no asustarla- Mira, te he preparado algo para aliviar el dolor- Dijo.
_¿Tú lo haz hecho?
_Sí- Dijo, orgulloso- Las cocineras me han dicho qué debía ponerle y qué cantidad de cada cosa. No sabe mal- Sonrió.

Y era cierto. No sabía nada mal. De hecho, era dulce y calentito, pero refrescante de cierto modo.

Lo primero que caía en su estómago en todo el día

Jungkook comprobó entonces, que era lindo esforzarse y hacer algo por los demás.

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_Quiere que la deje- Le decía el rey a Hoseok- Esa bruja quiere que deje a SooJeon y me case con JinHa.
_Es increíble- Gruñó el castaño, caminando de un lado a otro, pateando piedras de vez en cuándo- Esa vieja aparece una vez al año y sólo para darte problemas, Jungkook... ¿Y qué vas a hacer?
_Yo no quiero hacerlo. Ella me gusta, Seok, es... es algo fuerte. No puedo evitar sentirme feliz con sólo imaginarla correteando tras de mí, con una rana de juguete... O jugando en la fuente... Aunque sea comiendo. Es la primera vez que veo a una chica comer tanto- Rió- Ni siquiera yo. Pero SooJeon es un pozo sin fondo.
_Doy fe de ello- Contestó Hoseok, riendo- Es tan pequeña que no sé donde mete toda la comida.

Jeon se sentó junto a su primo.

_Pero no lo sé- Dijo, mirando al suelo- He vivido encerrado entre las paredes de este lugar desde que tengo memoria. Y me he convertido en un alfa ermitaño y solitario... Y ella tiene una luz propia... que nunca vi en nadie. Se esfuerza mucho en todo lo que hace, y siempre aprovecha el tiempo libre para divertirse por muy extraños que sean sus juegos. Ella no pertenece a este lugar, Hoseok. No quiero encerrarla aquí... Además, si Adagio toma el trono la gente de Jegum sufrirá mucho. Él no es una buena persona.

Jungkook cerró los ojos.

Probablemente los cachorros del orfanato estaría abandonados. Y mandaría a construir presas para desviar el agua de los ríos a su conveniencia. La gente de bajos recursos iba a sufrir mucho bajo su yugo.

Si dejaba a aquel tipo tomar el mando, el pueblo que por tanto tiempo perteneció a su familia, quedaría reducido a ruinas.

Las palabras de su difunto padre martillearon en su consciencia.

“Un rey hace lo mejor para el pueblo, aunque no sea lo mejor para él”

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*Tose*

Quería acabar con el cliché de que las protagonistas de los fanfics siempre son perfectas.

SooJeon es una mujer, y a las mujeres nos llega la menstruación una vez al mes.

So, quería hacer que la gente deje de creer que ella es “una muñequita” y que vean la realidad.

Punto y final.

Seme Cuidan.

Tu Rey «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora