Capítulo 28

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_Entonces, ¿Cómo te sientes?- Preguntó JinHa, asegurándose de que SooJeon bebiera de la taza indicada.

La miró tomar el té y tomó el suyo propio en silencio.

_¿Por qué no ha regresado Jungkook?- Preguntó JinHa.
_No lo sé, pero me da muy mala espina que se demore tanto...- Murmuró SooJeon, descontenta.

La muchacha con destellos dorados en el cabello carraspeó.

Ella no podía estar allí cuando el veneno hiciera efecto. Sería demasiado sospechoso.

_Bueno, iré a mi dormitorio, tengo que... Arreglar unas cosas- Dijo, y se retiró.

Sin embargo, no había dado dos pasos al levantarse de la mesa, cuando SooJeon le miró, frunciendo el ceño, y comenzando a sentirse mal.

_Oye... Me siento rara...- Murmuró, sosteniéndose de la mesa.

Un mareo extraño la invadió y las ganas de vomitar se hicieron presentes. Sus dedos se sostuvieron con fuerza a la madera, y estuvo unos segundos así, hasta que las náuseas cesaron.

_Me siento mal...- Susurró.
_Ha de ser por el embarazo- Aclaró JinHa, antes de desplomarse en el suelo, para sorpresa de los guardias en la habitación, y también de SooJeon.

_¡Hey!- Llamó, preocupada- ¡JinHa! ¡Llamen a un doctor, rápido!- Dijo, preocupada.

El médico, tras un exhaustivo examen en su cuerpo, pudo asegurar que la muchacha estaba envenenada.

_¿Arsénico?- Preguntó sorprendida, SooJeon, mirando al doctor.
_¿Qué fue lo último que comió o bebió?
_Nosotras... Tomamos juntas el té...- Susurró, preocupada.
_¿Me permite examinar la vajilla en la que bebió la señorita?- Preguntó el doctor- Si es que aún no ha sido lavada.
_Uhm, no lo sé, acompáñeme.

Y, precisamente.

El té de JinHa estaba prácticamente completo. Había tomado sólo un sorbo, pero al parecer, por el color claro del líquido, que, se suponía, debía ser negro, el té tenía una gran cantidad de arsénico en él.

_Ella lo... ¿Tomó a propósito?
_Puede ser... Pero no sería sensato suponerlo. Piense bien. Si ella hubiese querido envenenarse, se habría tomado todo el té. Además, ¿Por qué hacerlo justo delante de usted?
Lo más lógico sería... Que ella hubiese puesto el arsénico en la taza en la que usted iba a beber, y se equivocó, tomando el veneno ella por error.
_Insinúa que... ¿Intentó matarme?
_La otra opción... Es que alguien haya intentado envenenar a la señorita JinHa

El suceso corrió por todo el palacio y fue el tema principal de conversación por varios días.

En todo el castillo comenzaba a rumorearse que SooJeon había intentado asesinar a JinHa, porque Jungkook le había sido infiel con ella.

Por mucho que Jin, el consejero real, se esforzara por hacer que todos cerraran la boca, era prácticamente imposible.

Los jardineros lo comentaban mientras cortaban el césped, los sastres reales susurraban mientras cocían, las cocineras, sobre todo ellas, eran un bulto de cotorras, si de chismes gordos se trataba.

Y los sirvientes lo comentaron con sus familias, sus familias con sus amistades... Pronto, todo el reino estaba prácticamente acusando a SooJeon de intento de asesinato.

Sí, porque JinHa estaba viva. Después de varios días batallando por su vida, con Hoseok sentado a su lado, hablándole, y el doctor entrando y saliendo del cuarto cada una hora, ella había logrado salir del estado crítico, y estaba estable. Sin embargo, continuaba grave, e inconsciente.

Por su parte, SooJeon había entrado en una especie de limbo donde sólo existía ella. Ella y el bebé que estaba esperando. No salía a comer para no escuchar los cuchicheos de los cocineros, ni iba al jardín. No iba a la biblioteca, y ya no esperaba a Jungkook sentada en el balcón.

Sucedió que, exactamente dos semanas después de que Jeon partiera al consejo, regresó. El lunes en la mañana, él estaba en el palacio.

Sin embargo, le sorprendió que su mujer no saliera a recibirlo. Sólo Jin y algunos sirvientes.

Entonces fue informado de todo lo que sucedía en el reino.

Jungkook estaba literalmente rabioso. Su mandíbula estaba rígida, y sus ojos habían tomado un color casi rojo fuego.

Por donde quiera que pasaba, la gente podía percibir el olor a enojo que liberaba, las feromonas llenas de ira.

Él fue directo al cuarto de SooJeon.

Le miró y frunció el ceño, al verla recostada en la cama, dormida.

El alfa se acostó con su mujer, abrazándola desde atrás, y, despertándola, aún si ese no era su objetivo .

_Jungkook...- Susurró ella, oliéndole débil. Sus manos “protegiendo” su estómago inconscientemente- Haz venido.
_Oh, SooJeon... Lo siento... Perdóname por demorar tanto, por dejarte sola cuando me necesitabas, yo...
_Está bien, Jungkookie, entiendo- Dijo, dándose la vuelta, quedando cara a cara con su hombre. Le acomodó la corona y sonrió, acariciando su rostro- Te extrañé... Yo... Yo te prometo que no dañé a JinHa... Yo...
_Ni siquiera lo digas- Dijo, colocando un dedo sobre sus labios- Yo sé eso. Ahora ven, dame un beso. Te he extrañado tanto, de verdad, tanto...- Susurró, abrazándola con cariño, hundiendo su rostro en el cuello de la muchacha.
_¿Qué sucedió con el alto mando?
_Ellos... Entendieron todo a la perfección, estaban enojados, pero cuando les expliqué lo que sucedía, y que estabas esperando un hijo mío, sólo aceptaron. Pero demoré mucho más porque hubo una tormenta, y el puente que cruzaba el acantilado se calló. Tuvimos que esperar a que se construyera uno nuevo... Y tú estabas pasando por todo esto sola aquí... ¿Cómo haz estado, respecto al bebé?
_Supongo que no han habido muchos cambios... Con excepción de las náuseas. A menudo las tengo por la mañana. Y a la hora de cenar.
_Jin me ha dicho que tiene prácticamente que obligarte a comer, porque no quieres ir a la mesa.
_Siento que todos me miran mal, Jungkook... Ellos realmente creen que soy una asesina, y no importa cuánto lo niegue... La gente cree que envenené a JinHa, es... es horrible.
_Lo sé, lo sé...- Susurró el alfa, besando sus labios- Mírate, estás... pálida... Y muy delgada- Miró sus clavículas, marcadas.
_Te he extrañado, Jungkook, sinceramente. Te extrañé.

Él pudo ver que ella había perdido el brillo alegre y juguetón en sus ojos. Sólo había cansancio y tristeza.

Había sucedido justo lo que él temía que sucediera.

Estaba condenando a SooJeon a la misma desgracia que él vivió desde que nació. Estaba apagando la alegría en los ojos de aquella muchacha.

_Te amo. Como no tienes idea, SooJeon.

Pero ya era suficiente de tranquilidad y paz. Todos los que habían dañado a su mujer iban a pagar. Principalmente... HeeNa.

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Upsi, se me olvidó actualizar, sarry *inserte voz de Chung Song Ji en My Love From the Stars* (Dorama épicamente épico entre los épicos xd)

Perdón por publicar a esta hora, pero una personita muy especial, Leeyun83391 estuvo de cumpleaños, y quise regalarle esto, aunque sea tardísimo.

Gente que quiere quemar a HeeNa, esperen un poco, ya le tocará a la vieja bruja pagar sus maldades.

Seme Cuidan.

Tu Rey «Jeon Jung Kook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora